Han Solo adopta las convicciones y arquitectura más básica del cine de aventuras, alejándose lo máximo posible de la ciencia ficción y sus tecnicismos para ofrecernos, una vez más, una cinta que no quiere complicarle la existencia a nadie.

Ave César es una apuesta atrevida, interesante, divertida y, aunque no es perfecta, es sobre todo diferente a lo que estamos habituados

Esa versión actualizada de Un tranvía llamado deseo nos deja un sabor agridulce