Nunca me ha importado mucho que el tipo de relaciones sexuales, sentimentales, afectivas, etc se diera entre personajes del mismo sexo, de diferente o de ninguno. Siempre me ha interesado analizar las interacciones como lo que son, por las personas que hay detrás, intentando no acudir a epítetos como “relaciones homosexuales” u otros que están tan de moda como poliamor o asexualidad. Sin embargo, el anime de Yuri!!! on ice, (o YOI o, si no queremos complicarnos Yuri on ice) que deberíamos haber analizado simplemente por la complejidad de la relación entre el protagonista Yuri y su entrenador Victor sin tener que acudir a ese término tan desvirtuado en occidente que es el yaoi (que no entiendo porqué, está claro que a los japoneses les encanta este género, y si no lo creéis, sólo tenéis que acudir a la Comiket) se ha visto envuelto en un halo de menosprecio por razones tan estúpidas como que se trata de patinaje artístico y eso es sólo para mujeres y dónde vas tú, hombre de pelo en pecho, paseando tus nalgas apretadas por la pista de hielo; o por gente aún más estúpida que cree que una relación estrecha entre hombres sólo puede verse bajo el prisma de la homosexualidad.
Empiezo mi crítica así porque después de haberme emocionado por tercera vez con Yuri!!! on ice (sí, y dejar pendiente de visionar cosas más importantes) y encontrarme gente que la desacreditaba por estos motivos, me he visto obligada a dejar las críticas habituales de lado para centrarme en aquello que aporta la serie a las relaciones de amor entre los hombres.
No obstante, para los profanos….
Yuri!!! on Ice es un anime de 12 capítulos producido por el Estudio Mappa y dirigido por Sayo Yamamoto (Samurai Champloo, Redline, Lupin III: the woman called Fujiko Mine…) que nos narra la historia de Yuri Katsuki, un prometedor patinador japonés de 23 años que, después de sufrir una serie de derrotas, decide volver a su casa en Hasetsu, Japón y descansar. Allí va a visitarle el campeón mundial de patinaje artístico, el ruso Victor Nikiforov, decidido a convertirse en su entrenador y prepararle para el Grand Prix, tras ver un vídeo donde Yuri imita una coreografía de Victor a la perfección. Mientras tanto, Yuri Plisetsky, “Yurio”, patinador ruso de 15 años, persigue a Victor para hacerle cumplir su promesa de que sería su entrenador.
La transmisión de los sentimientos
Si la serie hubiera sido simplemente una historia sobre cómo un joven patinador pierde la motivación para seguir adelante y cómo un pentacampeón encuentra en él algo por lo que luchar (vamos, un spokon clásico), posiblemente el anime, por un lado, se habría centrado ante todo en las escenas de deporte y superación; y por otro, se habría parecido demasiado a cualquier película americana de deportes.
No obstante, las pequeñas tramas secundarias (es decir, las motivaciones que sí que tienen cada uno de los patinadores que participan) unidas a la relación del entrenador Victor con su nuevo pupilo Yuri, hacen de Yuri!!! on Ice uno de los animes más complejos de la temporada pasada, así como un hervidero de dudas en internet lleno de fujoshis shippeando o acerca de si sí, hay personajes gays y podemos tomar esta serie como abanderada de…algún tipo de movimiento LGTB o si no, que simplemente estamos ante una relación de amor y respeto transmitida con una belleza y sensualidad maravillosas que hace ambigua la toma de decisión final acerca de qué narices de relación estamos viendo.
Para mí, no es importante saber qué tipo de relación mantenían tanto como saber que el vínculo que les unen es tan real como fuerte y se manifiesta de igual manera tanto dentro como fuera de la pista de hielo. Esto es así porque la relación de amor entre Victor y Yuri es diferente de la que se suele mostrar en otros animes y sí, aunque en ellos fuera largamente explicada, debatida y, a veces explícitamente mostrada, la forma en que lo hace Yuri!!! on Ice, y es una de las concesiones que tenemos que hacerle a la serie, es que pocas veces ha sido explicada con tanta fuerza y naturalidad.
Es complicado explicarlo, no es amor sexual (aunque les guste darle ese toque picante o yaoi), sino una relación filial y de admiración entre dos hombres. No es tampoco una relación paternal, pero sí de sensei a alumno (muy habitual en las publicaciones japonesas), sólo que en esta ocasión se le da un giro de tuerca metiendo amistad y admiración, creando finalmente un amor tan intenso por el que ninguno quiere defraudar al otro y…llegando a fundirse en una clase de amor que, repito, no estamos acostumbrados a ver en un anime. Y el hecho de que sea un anime de patinadores masculinos no ayuda.
Sé que muchos de los que lean este análisis querrán que me posicione sobre si la relación entre Victor y Yuri es de amor (una relación homosexual, vaya) y estamos ante un anime shonen ai, o es simplemente ese gusto que tienen los japoneses por incluir escenas ambiguas, locas y divertidas en sus animes. Ya empecé diciendo que para mí no es ni siquiera relevante tomar una decisión al respecto, ni siquiera la tomó la directora Sayo, ella simplemente adora el patinaje y llevaba tiempo queriendo hacer algo al respecto; sin embargo, se nos olvida que las cosas se viven de manera diferente en occidente que en oriente ( por ejemplo, el intercambio de anillos, aquí directamente lo asociamos a matrimonio-compromiso-amor y allí puede ser simplemente un talismán); pero en general, lo que tenemos en Yuri!!! On ice es un montón de escenas de afecto públicas que se pueden permitir porque son dibujos animados, es anime; esto en una serie real no sólo no hubiera funcionado, sino que ni siquiera habría tenido sentido.
Situaciones locas como buen anime de este género
Puede que en la segunda temporada desvelemos este misterio: ¿será simplemente fan service? ¿será realmente una relación homosexual en una serie no yaoi? ¿asistimos a un spokon con shonen ai?
Mientras reflexionamos sobre si verdaderamente importa que pensemos en esto, vayamos con el segundo punto.
¿Es necesario conocer el mundo del patinaje?
Es posible que sea muy sutil, es posible que si no conoces el mundo del patinaje (o el duro, durísimo mundo del deporte de élite en general – el cuál sí, ese sí conozco) no aprecies las diferencias entre algo que debería ser diferente, dos bailes, pero que comparten una misma base melódica, pero a la vez que sólo pueda apreciarse en sutilezas.
Y realmente no importa que sepas de patinaje o que no, la idea es transmitirte el amor de los personajes por lo que hacen, cómo sus vidas influyen en su forma de patinar y sí, que hay arte con todos sus elementos expuestos ahí, para que te empapes de ellos. La sustancia está clara, los sueños de Yuri, sus emociones, estados de ánimo, su forma de entender el patinaje, etc, están ahí presentes durante todo el anime; la técnica es buena, (pese a que recicle animación en algunas escenas que, personalmente, creo que ahí está el fallo), así que nos encontramos con una buena dirección y una decente animación. Es en la forma de proyectar estos sentimientos donde podríamos encontrar dudas y, repito, no importa realmente que la forma de plasmar el ágape o el eros de los dos Yuris no signifique tanto para nosotros como para los que saben de patinaje, la sustancia y la técnica ayudan tanto a la forma que puedes emocionarte con cada tío patinando porque entiendes lo que hay detrás.
Mientras el resto del mundo otaku se parte la cabeza con si hubo escena de beso o no, yo os animo a que disfrutéis de un anime con una animación hermosa y fluida, uno de mis – actualmente – openings favoritos (os sugiero que traduzcáis la letra a este fortísimo opening), una banda sonora de ensueño y una historia con mucho potencial, divertida y, si nos dejamos de tonterías, sin pretensiones. Puede que lleguéis a conocer algo más del mundo del patinaje artístico (como yo cuando vi Yo, Tonya) pero si no, tampoco pasa nada, yo me quedo con esas escenas dramáticas y épicas antes de cada competición, que me recuerdan a Tengen Toppa con su “confía en mí, quédate a mi lado”.
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Destaca en:
- Divertida, amena y de buen visionado
- La compleja relación entre Yuri y Victor
- El acercamiento al mundo competitivo del patinaje artístico
Podría mejorar:
- Lo mal que ha sabido resolver la relación entre Yuri y Victor
- Los pocos capítulos que dura esta temporada, que no te deja ahondar en las historias de los personajes secundarios
- Habrá personas que se aburran al ver a los patinadores repetir sus coreografías o programas una y otra vez, sin encontrar los matices.
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