El anime cuya reseña nos ocupa en este momento es realmente especial y diferente de la mayoría de cosas que hemos visto hasta ahora que, tal y como está el percal, ya es suficiente motivo para decidirse a verlo. Ello ha provocado que, a día de hoy, se ha convertido en uno de mis animes favoritos, casi nada. “One Punch Man” es una serie anime basada en el manga del mismo nombre, el cual está basado a su vez en el webcomic realizado por el artista One. Este webcomic cosecho tanto éxito que fue convertido en una publicación serializada publicada por primera vez en Japón el 14 de Junio de 2012. Muchos son los que pedían una adaptación animada, y sus plegarias fuerón escuchadas en Octubre de este año, cuando se estrenó el primer capítulo en el país nipón de la mano del director Shingo Natsume.
La serie (que de momento solo tiene 7 capítulos) transcurre en un mundo ficticio muy parecido al nuestro, con la única diferencia de que en lugar de estados el planeta se organiza en mega-ciudades en las que, de vez en cuando, aparece algún monstruo maligno que se pone a reventarlo todo, siendo los superhéroes la única defensa que parece tener la humanidad frente a esta desgracia. En este contexto se mueve Saitama, nuestro protagonista, un chaval que decidió convertirse en superhéroe y que, tras entrenar como un loco para conseguirlo, se quedó calvo. Sí, justo lo contrario que Sansón ¿Estará el pelo relacionado con la fuerza?. Saitama perdió el pelo pero con su entrenamiento consiguió un poder absolutamente desproporcionado que lo llevó a la cima de la condición humana: puede moverse a velocidades absurdas, es casi invulnerable y su fuerza es tan titánica que puede derrotar a absolutamente cualquier enemigo de un solo puñetazo, algo que le tiene terriblemente atormentado, pues ha perdido la pasión por su “profesión”.
Como veis el argumento recuerda al de “Dragon Ball” (1984). Tanto Saitama como Goku son dos guerreros cuyo interés por la vida reside en encontrar adversarios cada vez más fuertes a los que poder derrotar. Sin embargo, y dada su similitud, muchos os preguntareis qué misterio puede tener a día de hoy una historia en la que sabemos que nuestro héroe no puede ser derrotado; pues bien “One Punch Man” no sólo es capaz de no resultar aburrida, sino que consigue mantener el interés gracias a una serie de elementos muy característicos que han sabido aunar de forma casi perfecta en un producto con identidad propia.
#OnePunchMan se posiciona como un producto con identidad propia. Clic para tuitearPara empezar hay que dejar claro que toda la serie es narrada en tono de humor y que en ningún momento se toma en serio a sí misma, además los capítulos son una sucesión de clichés intencionados que muchas veces sirven como guiños o referencias al género, por lo que podéis esperar encontraros de todo, desde monstruos enormes con transformaciones exageradas que tienen motivos estúpidos para generar el caos mas absoluto e injustificado, a personajes que buscan hacerse más fuertes para poder luchar por la justicia o el típico guerrero silencioso que siempre está muy serio y seguro de sí mismo.
Y si los enemigos y personajes secundarios son tópicos usados como recursos humorísticos el protagonista no se iba a quedar atrás. Es frecuente que en los héroes de otros shonen, como Goku o Luffy, exista un contraste muy fuerte entre una personalidad amable e inocente y otra más seria que es la que adoptan cuando están peleando. En “One Punch Man” esto es llevado al extremo de forma que Saitama tiene, literalmente, dos caras. Por un lado está la cara de tipo serio que pone cuando lucha y que tiene los rasgos más típicos de los personajes de anime mientras, que por otro lado, está la cara de “tipo tanquilo” que es la que pone la mayor parte del tiempo y que es poco más que un monigote, resultando cómica hasta extremos insospechados.
Lo malo es que, de momento, la serie no parece tomar una dirección clara y no estamos muy seguros de cual va a ser la linea argumental definitiva, algo que sólo los lectores del manga conocen ya que, como es habitual en el género, éste está mucho más avanzado que el anime en términos argumentales.
También resulta pertinente hablar de la animación, sublime en todo momento y siendo una de las mejores y más fluidas que he tenido el placer de ver, regalándonos unas escenas de acción realmente impresionantes, teniendo en ocasiones un toque gore no demasiado explícito que le sienta de maravilla. En este aspecto no hay nada que se le pueda reprochar.
También hay que tener en cuenta que, al ser un anime, nos vamos a encontrar todo tipo de situaciones y personajes extravagantes que resultaran extraños para el occidental que no esté acostumbrado a las obras procedentes de Japón, así, y por poner un ejemplo, uno de los primeros monstruos que veremos es un hombre que se transformó en un cangrejo gigante por comer mucho marisco. No suena muy lógico, y de hecho no lo es, pero son cosas típicas de mangas y animes (os animo a que leáis “Yakitate Japan” y entenderéis a lo que me refiero) que además se ven potenciados por una serie que, como he dicho antes, no se toma en serio a sí misma, así que ni se pone a explicarte ciertas cosas, y ni se preocupa por no hacerlo.
Resumiendo: “One Punch Man” es una serie realmente interesante y que, a pesar del poco tiempo que lleva entre nosotros, ha cosechado una popularidad tremenda, así como una legión de fans (entre los que me incluyo) que esperan religiosamente un nuevo capítulo todos los domingos. Un anime que no decepciona y que encantará a aquellos que busquen una animación de calidad en un producto diferente y original, alejado del dramatismo, cargado de humor y con momentos de acción que quitan el hipo.
(8,5 / 10)
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