Me encanta Spy x Family (España, 2022). La fiebre que se está desatando con esta mezcla de slice of life y anime de acción está pegando duro y, al contrario que el incomprensible ganador este año en Crunchyroll Bocchi the Rock, sí que está justificado. Si vais ahora a Japón os encontraréis igual que yo que está proliferando el merchandising y esta semana pasada se estrenó en España una película llamada Spy x Family: código blanco que funciona como puente entre la segunda y tercera temporada.
Estas dos últimas razones son las que me han decidido a analizar la primera y segunda temporada de Spy x Family (25 y 12 episodios, respectivamente, a cargo del aclamado Kazuhiro Furuhashi) cuando ya estaba convencida de esperar a que adaptaran todo el manga. Total, en Japón van a estrenar en breve la cuarta temporada y no hay por qué esperar tanto para disfrutar de este simpático anime.
La trama sigue al agente Twilight, el mejor espía que tiene la nación Westalis, en su lucha contra los planes de facciones secretas de la nación Ostania que desean acabar con la frágil paz que mantienen con sus vecinos. Para poder infiltrarse en una escuela de élite e interceptar a Dónovan Desmond, poderoso aliado de Ostania, se activa la Operación Strix: Twilight debe reclutar una familia, por lo que asume una falsa identidad como el psiquiatra Dr. Loid Forger, adopta a Anya, una niña huérfana y se casa con la solitaria Yor Briar. Ambas tienen secretos que desean ocultar: la primera es telépata y la segunda una asesina a sueldo apodada Thorn Princess. A esta extraña familia se les une el perro Bond, que puede ver el futuro.
Aunque con claros elementos de ciencia ficción, Spy x Family mantiene ese estilo de las películas de espionajes en las que hay que infiltrarse, disfrazarse, hacer malabarismos en las cornisas, realizar persecuciones en coche y cientos de detalles más. Lo interesante de Spy x Family es el filtro cómico bajo el que está realizado el anime, convirtiéndose de shonen a comedia con mucha rapidez y logrando por el camino un “para todos los públicos” que a veces cuesta encontrar en animes de este género.
Una familia que no es familia intentando ser familia.
Toda la familia Forger se pasa el día tanto intentando que no descubran sus auténticas habilidades como en sostener su fachada de familia perfecta y unida. El peligro de sus verdaderas actividades se mezcla con la diversión que resulta verles salir de su zona de confort o la seriedad con la que se toman actividades rutinarias de un entorno familiar.
Spy x Family, pese a su aparente estilo de sitcom y capítulos autoconclusivos tiene una trama que avanza. De forma muy lenta, eso es cierto y se puede notar más en la segunda temporada que en la primera; puedes tener un capítulo de trama principal por cada cinco de slice of life o “relleno”. Mas lo que en otras series me habría hasta enfadado (me pasaba con la policíaca Castle), en Spy x Family sólo es una forma de desarrollar más a protagonistas y secundarios dentro de su otra vida, la de espías/asesinos.
Y, ¿qué decir del resultado? Mezclar la trama principal con capítulos creados para reforzar la idea de comedia al final generan lazos de afecto entre todos los miembros de la familia Forger. Esto es doblemente importante y ayuda a crear empatía entre los espectadores dado que en la sociedad actual es muy normal encontrar diferentes modelos familiares no tradicionales. Loir, Yor y Anya no mantienen lazos de sangre y, quitando el tema de la conveniencia (que quizás es un concepto más japonés que ahora no viene al caso explicar), los esfuerzos que deben realizar para mantenerse unidos y entenderse son diferentes y, a menudo, más complicados. Sumar que, a la inexperiencia de los tres, hay secretos que deben ocultar, lo cual nos hace preguntarnos, ¿en qué momento las mentiras se sostendrán? ¿En qué momento dejará el deber de justificar el engaño? Me encantará ver si esta comedia sin pretensiones llega a abordar este tema.
Dentro de las historias japonesas Spy x Family sorprende por su frescura. Esa mezcla de shonen cómico con slice of life sobre una familia disfuncional ya de por sí se vende sola, pero si a ello le sumas unos protagonistas carismáticos, unos secundarios interesantes (Damián Desmond, Franky Franklin, Sylvia Sherwood, Yuri Briar), un dibujo limpio y eficiente que refleja bien las emociones de cada uno, un humor universal que todos pueden entender y disfrutar y una moraleja al terminar cada capítulo a reflexionar acerca del significado de lo que es una familia… pues te encuentras ante uno de los animes más disfrutables del momento.