Ahora que todos habíamos asimilado que The Witcher ha trascendido los libros y los juegos para ser uno de los productos de moda llega The Witcher la pesadilla del lobo (2021), una película de animación en 2D que, basándose en la saga de Geralt de Rivia, se centra en la historia de origen de su mentor, el brujo Vesemir.
Quizás lo que me llamó la atención de “algo más sobre Gerardo de los Ríos y cosas de brujos” fue el hecho de que fuera un estudio coreano el que se hiciera cargo, el Studio Mir dirigido por Kwang II Han, así como que una americana decidiera producirla, y nada menos que Lauren Schmidt Hissrich, conocida por sus trabajos con Daredevil y The Defenders y, recientemente, la serie de Netflix de The Witcher.
Cuando te has impregnado tanto de la esencia de esta saga fantástica como Lauren lo ha hecho el paso siguiente, participar en The Witcher la pesadilla del lobo, es un buen augurio para todos los espectadores que, reconozcámoslo, no perdonamos malos productos con nuestras sagas favoritas. Esto es así porque, al igual que con universos tan ricos y complejos como podían ser los de Juego de Tronos o la saga de Ender, The Witcher tiene mucho que ofrecer. Lo importante no era tanto ofrecer más sobre Geralt, por mucho que ahora parezcamos ávidos de cualquier contenido, como la expansión de su universo y de los personajes tan interesantes que lo pueblan.
Y en el camino a seguir conociendo más del reino de Kaedwen, de los brujos que moran en Kaer Morhen y, cómo no, en la carismática figura del que en el futuro será el mentor de Geralt, nos encontramos que todo ello nos da igual. Vesemir, por sí solo, sostiene la historia de The Witcher la pesadilla del lobo, en lo que parecía una historia simplona: un brujo asesina monstruos para enriquecerse, hasta que su pasado vuelve para hacerle replantearse todo y…uf, hasta a mí me cuesta ver más allá de esta sinopsis cuando la leo así.
Afortunadamente, sabemos de sobra que muchas veces es el cómo lo cuentas, no el qué, así que The Witcher la pesadilla del lobo es una precuela que humaniza a todos sus personajes convirtiéndola en una interesante cinta sobre relaciones entre seres (no siempre humanos) con problemas, aspiraciones, traumas que nos hacen pensar en ella desde el principio como algo más que una obra de fantasía con brujos matando monstruos. Eso sí, os adelanto que encontraréis una simplificación de monstruos, detalles y lore que no gustará a todos.
Quizás es por estas ganas de conocer bien a cada personaje que se echa de menos algo más de metraje que desarrolle algo más a los secundarios. Este tema es independiente de la acción tan vertiginosa y constante que a veces aturulla un poco. Sin ser el guion una maravilla, la trama se sigue con bastante facilidad, incluyendo las escenas flash back, pero excluyendo las partes de ilusiones, que resultan confusas.
Artística y técnicamente The Witcher la pesadilla del lobo no llega a la excelencia de las grandes producciones de anime; resulta solvente y se agradece que hayan utilizado animación tradicional en vez de hacerla en 3D (que hubiera sido un horror), así que podemos deducir que se nota la influencia del videojuego a nivel artístico.
También agradeceréis las estupendas peleas, dinámicas y llenas de un equilibrado gore que nos hace empatizar con el mundo en el que, de forma habitual, el cazarrecompensas Vesemir se mueve. Si bien tiene sus similitudes con Geralt, Vesemir tiene un carácter que sólo podríamos definir como golfo y vividor. Sí, ambos matan por dinero, se lo gastan en prostitutas cuando se puede y se sacan las castañas dejando problemas a sus espaldas, pero la forma de disfrutar la vida de ambos es tan diferente que esa atmósfera de inevitable perdición, de tristeza ante un mundo abocado al desastre que tan bien se refleja en los libros de Sapkwoski y que imita correctamente la serie de Netflix, en esta película de animación se pierde bastante con este protagonista tan alegremente materialista.
No nos confundamos, si Vesemir y Geralt hubieran tenido el mismo carácter sin duda nos habríamos hasta ofendido, pero este cambio radical no ayudará a los profanos a captar la melancolía que siempre ha caracterizado a la saga de The Witcher. De alguna forma, desde la preciosa e inesperada historia de amor hasta la alegría de los combates, nos deja un halo de esperanza que, reconozcámoslo, quizás no es muy realista.
Pese a todo, The Witcher la pesadilla del lobo es una película de lo más entretenida, se ve sin el mayor esfuerzo y amplia el lore de lo que ya conocemos de forma estupenda. Puede no ser perfecta, pero como entretenimiento ligero no defrauda.
The Witcher la pesadilla del lobo
Destaca en:
- Cumple a la perfección como entretenimiento.
- El personaje de Vesemir es carismático y completo.
- Son 83 minutos que se te pasan volando.
Podría mejorar:
- No es todo lo fiel al lore original que debería.
- Le faltan unos minutos de metraje para desarrollar algunos personajes secundarios.
- Falta un poco de esa angustia por el mundo que se va a la porra que tan bien conocemos de los libros.