Estamos acostumbrados a las obras shojo de Mayu Shinjo, un género del que es la indiscutible reina desde hace años (aunque yo siempre seré fan de Wataru Yoshiizumi o Rei Okano, la verdad). Pero las historias moñas y simplonas de Mayu tienen algo que te hace apagar el cerebro del mundo exterior y disfrutar de la fantasía de romances llenos de erotismo salpicados de un hermoso dibujo caracterizado por su expresividad. Todo esto cambia sustancialmente en el manga de tomo único que hoy analizamos: El Gigoló Perfecto (Goshimei desu!, 2009, España con la Editorial Livrea 2017, 192 páginas).
Kotarou Yamada es una apuesto joven que se muda a Tokio para encontrar un trabajo que pague las deudas de sus padres. Pronto consigue ser el acompañante o host más solicitado de un exclusivo club llamado Chateau du Amour (en Japón se los conoce como Butler Cafe), bajo el nombre de Kiriya Renjouji. Su doble vida es complicada debido a los celos de los demás trabajadores del club y los malentendidos con las clientas. Esto llega a su cénit cuando una niña de 5 años es abandonada delante de su casa con la excusa de ser su hija… justo el día que su novia Miharu viene a visitarle.
Parece mucha comedia de enredos para un solo tomo, pero ni siquiera en El Amante Dragón (una de sus obras más largas, de 7 tomos tonkabon) Mayu Shinjo es una autora que ahonde en los problemas de forma profunda. Y eso sabiendo que es una autora que se caracteriza por tratar temas maduros como los amores prohibidos, las relaciones interpersonales complicadas y la sexualidad. Para una mangaka de género shojo no es lo habitual.
El Gigoló Perfecto quizás sea una de sus obras menos atípicas porque, aunque sigue tratando temas adultos, el componente de erotismo es prácticamente inexistente y la vis cómica de ver a Kotarou convertido en padre sin duda lo alejan del tono dramático de sus obras habituales. Tanto es así, que a veces se la considera su primera obra de género shonen. A ello también ayuda la presencia de un protagonista masculino, así como la temática del trabajo como acompañante (y que en Japón sus capítulos se publicaran dentro de la revista Jump SQ de Shueisha, jeje).
No obstante, el manga sigue explorando los temas de amor y romance, esta vez desde los obstáculos que impiden a una pareja estar juntas, mezclados con los secretos que Kotarou está decidido a ocultar. Pensemos que a la vergüenza de las deudas familiares (que cualquiera puede sentir) se mezcla el de estar trabajando en un club como gigoló (debido a la personalidad reticente de Kotarou a este tipo de trabajos, mezclado con la habitual prohibición de estos clubs de que sus trabajadores tengan pareja, que le causaría un problema). Si Miharu se enterara de estas dos mentiras es posible que desconfiara de su palabra cuando Kotarou le asegurase que la niña no es su hija. El salseo se sirve solo.
Así pues, dada la ausencia de escenas eróticas explícitas en El Gigoló Perfecto, el estilo de dibujo detallado y expresivo sirve en esta ocasión para captar las emociones dramáticas de los personajes, creando un manga entretenido y con personajes carismáticos.
Tanto es así, que con los años podemos encontrar trazas del estilo de dibujo de Mayu en otros mangakas. Mika Yohana (Princess Jellyfish) crea personajes atractivos muy expresivos, Akiko Higashimujra (Kiss me at midnight) usa un dibujo muy detallado, Arina Tanemura (Full Moon o Sagashite) representa a sus personajes de forma muy bella y, oh sorpresa, Rei Okano (Fruits Basket) se inspira en ella para la vulnerabilidad de sus personajes a través del dibujo.
Personalmente, hubiera querido una consecución más interesante de la trama, una catarsis más emocionante, una evolución más clara de la personalidad de los protagonistas, una resolución del misterio de la paternidad… que fuera menos evidente. Ya que consiguió con El Gigoló Perfecto que una trama que se antojaba muy lineal se bamboleara un poco, ¿por qué no rizar un poco más el rizo? Una historia entretenida se hubiera convertido en una obra muy interesante.
Esto también es aplicable a la historia corta que acompaña este tomo tankobon. Una historia corta llamada Apple! en la que, en apenas 50 páginas, nos cuenta de forma paralela dos historias: un joven pastelero muy macarra que sueña con ser yakuza y la heredera de un clan yakuza que sueña con ser pastelera. Nunca mejor dicho: servido en bandeja. La trama es tan ridícula que resulta divertida. Dos jóvenes unidos por su amor por la tarta de manzana. Aquí tenemos las escenas de acción que esperábamos en El Gigoló Perfecto y que no tuvimos. Apple! es historia rápida, diálogos previsibles y diseño preciosista. Os digo lo mismo que cuando analicé Virgin Crisis, si os gusta Mayu Shinjo, os gustará.
El Gigoló Perfecto
Destaca en:
- Un dibujo precioso y expresivo.
- Una trama que juega con elementos shonen hasta fusionar dos géneros.
- Un sentido del humor un poco más aguzado que en otras obras de la autora.
- La historia se hace entretenida.
Podría mejorar:
- La trama daba más de sí.
- Los personajes podían haber sido explorados un poco más para hacerlos menos planos.
- Le falta acción y un final un poco más trabajado.