GREEN LANTERN TIERRA UNO: un nuevo acercamiento al héroe de DC

Todo superhéroe siempre cuenta con su traje, sus villanos, sus romances pero si hay algo que verdaderamente define a nuestros héroes son sus orígenes. Una sutil picadura de una araña, la horrible muerte de los padres, la sacudida de un increíble rayo que casualmente no te mata; muchos y muy variados son los orígenes que hacen de nuestros personajes favoritos la clase de personas que son y cómo se dejan ver al mundo. Pero con los años ya son miles las veces que nos recuerdan ese comienzo y por ello muchos autores se lanzan a la piscina escribiendo los orígenes de los grandes superhéroes de una forma distinta para poder contar otro tipo de historia con otro trasfondo diferente, convirtiendo a nuestros personajes en otra cosa, algo distinto pero conocido.

Y ahí es donde entra Green Lantern: Tierra uno (Vol. 1), una novela gráfica publicada por ECC que cuenta al guion con Corina Bechko y Gabriel Hardman quien, además, se encarga de ilustrar cada página acompañado del colorista Jordan Boyd. Para aclarar un poco antes de indagar con el cómic hay que comentar que la línea de cómics “Tierra uno” se refiere a una tierra diferente a la que se desarrolla normalmente en las historias de DC en los cómics, la cual sería la “Tierra cero”.

En esta tierra Hal Jordan es un astronauta de la compañía Ferris Galactic que se encarga de realizar prospecciones en asteroides, un trabajo que no le llena pero que aun así le permite escapar de la sociedad y la tecnología que se encuentran estancadas en la tierra. Pero todo cambia cuando en uno de sus trabajos rutinarios se topa con una inmensa nave espacial de origen desconocido que despierta la curiosidad de Jordan. Una vez dentro Hal se encuentra con el cadáver de Abin Sur (el que fuera uno de los más grandes Green Lanterns del cuerpo) y junto a él un anillo verde. Al hacerse con el anillo su vida cambia y da un giro de ciento ochenta grados, ahora pertenece al cuerpo de Green Lanterns ¿El problema? Todos los Green lanterns están muertos a manos de unos poderosos robots llamados los Manhunters. Con todo este gran descubrimiento Hal tendrá que acabar con la implacable caza de los Manhunters y devolver la grandeza que los Green Lanterns tenían.

En este primer volumen se nos presenta una historia de inicio, tomándose su tiempo para desarrollar a sus personajes y presentándolos de manera clara para introducirlos en algo mucho más grande en los siguientes volúmenes.

Como personaje Hal Jordan cuenta con varios cambios que le hacen diferente al original, ya sea porque ahora cuenta con una actitud más melancólica y menos impulsiva a diferencia de su contraparte original o su cambio de estatus en el trabajo, pasando de ser piloto de cazas a un astronauta de prospección.

Otro de los grandes cambios significativos es el cuerpo de Green Lanterns, quienes han pasado de ser una organización todopoderosa a un silencioso recuerdo de unos días mejores. Pocos son los Green lanterns que sobreviven y se esconden para mantenerse vivos de la caza de los Manhunters, quienes mataron a los Guardianes (los maestros de los Green lanterns) y se hicieron con Oa, el planeta donde vivía el cuerpo dejando así un universo oscuro y sin una luz de esperanza.

Tanto Corina Bechko como Gabriel Hardman hacen un gran trabajo al contarnos una historia con un muy buen ritmo y una fluidez que nos hará pasar las hojas y seguir leyendo sin casi enterarnos. Un gran trabajo que se ve apoyado por el increíble esfuerzo de presentar un universo único, sus reglas, sus amenazas, su desarrollo de personajes y una historia atractiva de un personaje que tiene mucha historia detrás. Sin duda, un trabajo que para ser el primer volumen de una historia más grande cuenta con todo lo que cabría esperar de una historia de origen. El “pero” del cómic reside en el desarrollo final, donde la historia de pronto se acelera y da la sensación de querer terminar la trama en las últimas páginas que les quedaban. Esperemos que en los próximos volúmenes se tomen más calma para desarrollar la historia.

En cuanto al dibujo Gabriel Hardman hace un trabajo excelente y en parte se lleva lo mejor del cómic. Sus trazos poco definidos junto al tono más oscuro que impregna en el dibujo le darán a este un aire más indie alejándose así del dibujo más tradicionalmente realista que solemos ver en este tipo de historias. De este modo contamos también con un universo más realista, donde los extraterrestres parecen más reales alejándose así de una visión más caricaturesca y con un Hal Jordan más real, donde cada uno de sus músculos no es una exageración llevada al extremo. Todo esto es complementado con el color de Jordan Boyd quien utiliza una paleta de colores grises y apagados para contrarrestarlos de manera perfecta con el choque tan vivo de los colores verdes.

Sin duda nos encontramos ante un cómic redondo tanto por su forma de recrear a uno de los personajes más importantes de DC como del gran apartado visual que encontramos en el cómic. Un cómic que gustará tanto a los lectores más acérrimos al personaje como los que se acercan por primera vez a este personaje dejando un gran sabor de boca y con ganas de saber más sobre este nuevo universo lleno de posibilidades.

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