Los cómics son un medio amplio y, al igual que cualquier otra forma de arte, tienen la capacidad de explorar una amplia variedad de temas e historias que pueden pasar totalmente desapercibidas para aquellos no iniciados que, ya sea por pereza o falta de interés, jamás le han dado una oportunidad al mundo del arte secuencial, tan a menudo erróneamente identificado con el famoso género de las historias de superhéroes.
Por eso esta reseña de Los leones de Bagdad me parece tan importante: no sólo porque estamos ante un cómic que, sin duda, merece la pena conocer, sino también por la más que necesaria tarea de hacer ver al público general que el medio va mucho más allá de las aventuras de héroes disfrazados y que puede tratar temas tan profundos y complejos como cualquier otra obra escrita.
Los leones de Bagdad nos cuenta la historia, basada en hechos reales, de cuatro leones cautivos en el zoo de Bagdad que, tras los bombardeos de 2003, se ven expulsados de la seguridad de su prisión, embarcándose en un incierto periplo que les llevará por las ruinas de un mundo asolado por la guerra en el que la libertad es un regalo manchado de sangre y donde la muerte acecha en cada esquina.
¿Cómo hablar del mensaje adecuadamente?
La trama, como veis, tiene un claro componente político y social, pero en lugar de intentar aleccionarnos o provocar incomodidad con un desgarrador relato anclado a la dureza de la guerra, el autor elige un tono más cercano a la fábula, con animales parlantes incluidos, para contar su historia.
Al leer su obra, se hace evidente el profundo mensaje que Brian K.Vaughan pretendía transmitir con ella. El cómic no solo habla de la libertad y las consecuencias de la guerra, sino que explora estos temas desde la perspectiva de los no combatientes, de aquellos que, sin entender muy bien ni cómo ni por qué, se ven envueltos en una espiral de violencia desmesurada que poco o nada tiene que ver con ellos pero, ¿cómo transmitir un mensaje así alejándose del carácter rutinario y deshumanizado de las noticias del telediario pero, que a la vez, sea capaz de conmover y emocionar?
Una vez nos hacemos esta pregunta, el porqué de los cuatro leones como protagonistas se hace mucho más evidente y cobra un nuevo significado: los humanos, a pesar de ser una única especie, se encuentran divididos por cuestiones como la nacionalidad, el credo o el color de piel, mientras que los animales no humanos se encuentran alejados por completo de estas cuestiones, representando a la perfección (y de forma universal) una inocencia sencilla y sincera con la que resulta mucho más fácil empatizar que con el conteo de víctimas de una cadena de noticias cualquiera.
Los protagonistas leones, ¿arquetipos?
Así, los leones, que viven en una relativa seguridad entre las rejas del zoo (una clara analogía al régimen de Saddam), se ven expuestos de forma abrupta a una situación nueva y peligrosa que no acaban de entender, y sus marcadas personalidades, expuestas a través de diálogos ágiles y sencillos, sirven como arquetipos de las diferentes actitudes que se pueden adoptar frente al conflicto y al cambio:
Noor es la joven cazadora que lidera al grupo y, identificándose con las generaciones más jóvenes y revolucionarias, persigue la libertad por encima de todo y por dura que resulte, mientras que Safa, un leona vieja, tuerta y curtida en mil batallas que representa a las generaciones más viejas, escoge la seguridad y el orden por encima de todo lo demás, prefiriendo la comodidad del zoo al recordar el caos que supone vivir en una libertad salvaje y despiadada. Zill por otra parte, es un macho distraído al que la libertad parece importarle más bien poco y que, de forma casi oportunista, sólo se preocupa por el día a día y por encontrar algo que llevarse a la boca. Y por último tenemos a Alí, un cachorro nacido en la seguridad del zoo y que, a pesar de que se siente atraído hacia la idea de ser libre, aún no entiende lo que implica este concepto y se mueve por el mundo con una inocencia tan encantadora como inquietante, siendo una evidente representación de los niños atrapados en el conflicto.
Como veis los protagonista ejemplifican a la perfección ciertos estratos sociales y posturas conceptuales presentes en el conflicto, y a sus analogías se unen otras como las de la tortuga, las gacelas, los monos o el oso negro (que representa la tiranía del régimen).
Sin embargo, y como ya he dicho antes, Los leones de Bagdad no es un cómic que pretenda aleccionarnos, al menos no explícitamente, y plantea estos temas y posturas sin llegar verdaderamente a ningún lugar concreto. ¿Con cuál de los leones nos identificamos? ¿Cual tenía razón? ¿Ha merecido la pena renunciar a la seguridad del zoo por el agrio regalo de la libertad? Son preguntas que cada lector tendrá que responder por sí mismo y que, en su sencillez aparente, suponen un mensaje de fácil comprensión y de carácter universal. ¿Qué más se puede pedir?
#LosLeonesDeBagdad nos plantea, ¿merece la pena renunciar a la seguridad por una agria libertad? Clic para tuitearAhora bien, si dejamos de lado las analogías y los temas tratados por la obra para centrarnos en aspectos más puramente convencionales nos encontramos con un cómic demasiado corto, que peca de unos diálogos algo simples y que exploran muy poco la dinámica entre el cuarteto protagonista. Con esto no quiero decir que los leones no interactúen entre sí, o que estas interacciones dejen mucho que desear, pero sí que resulta llamativo que, más allá de exponer sus ideas y discutir sus diferentes puntos de vista, no existe un verdadero conflicto entre los protagonistas y los arquetipos que representan, y esto, sobre todo tratándose de animales tan brutales y poderosos como son los leones, me parece toda una oportunidad perdida.
No me malinterpretéis, no es que crea que todas las historias necesiten un conflicto entre sus personajes principales, pero creo que explorar la tensión y las relaciones de poder entre estos peligrosos felinos habría supuesto un añadido muy interesante para el cómic y le habría aportado mucho dinamismo y riqueza a su historia, además de añadir otra capa de profundidad a todo el aspecto conceptual que expone.
En cuanto al dibujo, podemos decir que el trabajo de Niko Henrichon es verdaderamente destacable, con un trazo simple y la elección de incluir muy pocas viñetas por página, lo que da mucho juego con la composición y permite mostrarnos ilustraciones grandes y muy bonitas; a lo que ayuda la elección de una paleta de colores cálidos que refleja a la perfección la proximidad con el desierto. Es un dibujo muy llamativo y agradable a la vista y que consigue tanto imágenes y paisajes de gran belleza como un aura opresiva y caótica cuando la situación lo requiere.
Así, puedo afirmar que Los leones de Bagdad es un cómic apto para todos los públicos y cuya trama ambigua y llena de posibles interpretaciones gustará tanto a los que busquen una historia tradicional como a los que estén interesados en sus analogías y el mensaje que transmite. No puedo decir que estemos ante una obra perfecta; en ocasiones peca de ser demasiado simple y no aprovecha del todo la buena química presente entre sus cuatro protagonistas, pero se me ocurren pocas razones para que no le deis una oportunidad.
**Los leones de Bagdad, escrito por Brian K. Vaughan, dibujado por Niko Henrichon y ganador de un premio Harvey en el 2007, fue publicado por la editorial Vértigo Cómics en el año 2006 y actualmente puede adquirirse en España a través de Norma Cómics por un precio de 15,50€.
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Destaca en:
- Consigue transmitir un mensaje tremendamente complejo de forma muy simple
- El cuarteto protagonista es genial y empatizamos con su situación al instante
- Las analogías planteadas son muy apropiadas y no resultan crípticas o pretenciosas
- A pesar de presentarse como una fábula no hay moraleja y deja que sea el lector el que extraiga sus propias conclusiones
- El dibujo es muy llamativo y nos regala algunas ilustraciones verdaderamente memorables
Podría mejorar:
- Su simplicidad es un arma de doble filo y, en ocasiones, se echa en falta algo más de profundidad en las interacciones entre protagonistas
- Es muy corto
2 Comentarios
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