ORGULLO Y PREJUICIO: ¿quién dijo que no se podía adaptar un clásico al manga?

Es difícil cuando adaptas un libro a cómic o manga condensar en bocadillos conversaciones tan relevantes y ricas de contenido como suelen ser obras maestras como las que os presento hoy. Orgullo y Prejuicio, un clásico de la literatura inglesa (y universal), con más de 200 años de historia y que quién sabe si en algún momento me atreveré a abordar para analizar (lo hice con Lo que el viento se llevó y con El hobbit, podría hacer un “no hay dos sin tres”) ha sido versionado y adaptado hasta la saciedad. Obras de teatro, películas (incluso aquella tan divertida de zombies), series, cómics… ha habido de todo, pero hoy lo que os traigo es Orgullo y Prejuicio (2014) en versión manga, de la mano de Norma Editorial, con dibujo de Po Tse y texto de Stacy King.

La idea de unir lo mejor de la literatura universal con lo mejor de la cultura actual es demasiado irresistible y últimamente me he aficionado un poco a estas novelas gráficas (recordemos Jesús Manga) que intentan acercar los clásicos quizás a los más perezosos, pero quizás también a los más jóvenes, a los más frikis o a aquellos que aprecian más otro tipo de arte. Para mí, es sencillamente una nueva forma de leer una de las obras cumbre de Jane Austen de una forma muy amena y visualmente muy atractiva.

Indudablemente hay que hacerse a la idea de que aunque la historia en general de todo sí que la encontramos plasmada, siempre va a ser lo ideal haberse leído antes la obra original y más en un caso como Orgullo y Prejuicio, que presume de tener no sólo muy buenos, sino abundantes diálogos; no obstante, para aquellos lectores que se acerquen a este manga con ánimo de poder librarse de leer la obra original, debo decirles que les servirá para conocer la historia de una manera digna, aunque algo superficial.

Un poco de la historia

La familia Bennet está compuesta por un matrimonio con cinco hijas de entre 15 y 23 años. En la Inglaterra del s.XVIII las propiedades pasan de varón a varón por lo que existe cierto agobio por el futuro de las mujeres cuando el padre haya muerto. La madre ve en la llegada del adinerado y soltero Charles Bingley una oportunidad para casar a alguna de sus hijas mayores, Jane o Elizabeth, con él (o con quién sea que tenga dinero, dicho sea de paso). El mejor amigo de Bingley, Fitzwilliam Darcy, más noble y rico aún, establece con Elizabeth una relación de amor-odio marcada por el orgullo y prejuicios que ambos sienten hacia el otro.

Ironías, sarcasmos y conversaciones puntillosas al más puro estilo de la Beatriz y Benedicto de Shakespeare impregnan las páginas de Orgullo y Prejuicio resultando del mismo un ejercicio de ingenios que causa más requiebros que aciertos.

La trama se ha respetado prácticamente en su totalidad, los cambios los encontramos en las interactuaciones entre los personajes. Elizabeth es la protagonista indiscutible de la obra y siempre vemos plasmadas sus opiniones y su punto de vista. Ciertamente que el dibujo nos permite “leer” las reacciones de los demás personajes, pero no cabe duda de que se produce una visión algo sesgada de la historia al tener que condensar los diálogos.

Aún así, el punto más negativo podemos encontrarlo en la relación entre Elizabeth y Darcy, dado que en esta versión manga nos perderemos algo de esas conversaciones que nos hacen entender el por qué de los sentimientos que tienen ambos. Todo lo dicho no quita como para que los diálogos insertados resulten de lo más adecuados.

Sí que se ha conseguido transmitir esa caracterización física y psicológica de prácticamente todos los personajes. Jane Austen tipificó sus personajes haciendo que resultara fácil al adaptar su novela acudir a la exageración y hasta caricaturización de algunos de ellos (cosa que se ve claramente en la señora Bennet y en el clérigo William Collins) para plasmar sus personalidades, sin por ello perder ese retrato de la sociedad británica tan basada en las normas sociales, las apariencias y la posición social.

No obstante, el tema del matrimonio sigue siendo, al igual que en la obra original, el eje fundamental sobre el que gira la trama aunque teniendo que prescindir, dado el formato escogido, de buena parte de esa parte de sátira social que tanto enriquecía la novela.

Un shojo con todas sus consecuencias

Matrimonios, hijas casaderas, solteros ricos, malentendidos, escándalos, amigos del alma, traiciones, celos…por supuesto orgullo y prejuicio a mansalva…en fin, hasta el profano ha adivinado que se trata de una novela romántica (aunque quizás no sepa que es una de las primeras comedias románticas novelísticas) y su dibujo así lo proclama.

La calidad del dibujo es muy alta. Principalmente recuerda a algunos de las referentes del género shojo, a las primeras obras de las Clamp. El buen uso de las tramas (como casi cualquier shojo) se ve reflejado en ese juego de grises y texturas resultando muy enriquecedor. No obstante, su entintado es muy fino y no abusa de los contrastes.

En general, todo el diseño artístico es elegante y estilizado, conforme a los requerimientos de una obra con una gran atención por los detalles y ambientada en la campiña londinense.

Orgullo y Prejuicio siempre será una historia estupenda se nos muestre en el formato que se nos muestre. Su equilibrio entre romance y comedia de enredos es probablemente su punto más fuerte. Obviamente en un manga shojo perderemos bastante de la fina ironía que caracterizaba a la autora así como parte de esos diálogos que el dibujo no consiga transmitirnos, pero aún así el resultado obtenido en esta adaptación es más que aceptable y estoy segura de que la disfrutaréis mucho.