Cada vez que leo una obra de Garth Ennis pienso que es la más irreverente y sangrienta que he leído hasta la fecha. Luego me leo otra más y descubro que no es así. Me pasó con The Pro, con Hellblazer, The Boys, Punisher, Thor Vikingos… y ahora con Predicador (Preacher, 1995-2000, Vértigo de DC).
Y no soy precisamente una persona que disfrute con el gore o con la truculencia, la acepto cuando considero que es necesaria para la trama del cómic o enriquece el contexto (y que conste que Garth Ennis no es lo más extremo que me he encontrado). En este caso, era evidente que el road trip de un predicador, con su novia y un vampiro vividor en busca de Dios, el cuál se está tomando unas vacaciones en la Tierra, con el consiguiente follón en el Cielo, que resultó en la huida de un ente llamado Génesis que ha tomado el cuerpo de Jesse, el predicador… bien, sonaba a caldo de cultivo para situaciones muy muy locas.
Y la realidad supera a nuestras expectativas.
Ya conocemos a Garth Ennis, un tipo obsesionado con la ultraviolencia, el belicismo, Dios y la religión, y que encima se apoya en unos ilustradores como son Steve Dillon (y Steve Pugh y Glenn Fabry) que comparten su gusto por estos temas.
Hay que revisar ese sueño americano
Concretamente, en Predicador el tema de la religión y la búsqueda personal de Dios así como los efectos de la religión en las personas está inevitablemente muy presente. La sociedad americana, tan de extremos en ese sentido, dependiendo del estado de los EEUU en el que te encuentres, da pie a que los protagonistas se encuentren con extremistas de todas las ideologías y creencias (por poder jugar con ellos, poca gente encontraremos equilibrada) y que de ahí las tramas sean muy locas.
Como ya sabréis todos los que leéis a Ennis, su tratamiento de la religión siempre es negativo; su carácter ateo le lleva a tratar a los personajes religiosos casi como personajes de ficción, lo que, en cómics como Predicador le permiten una libertad de actuación casi infinita (y por supuesto, irreverente para muchos lectores cuyo respeto les lleve a reflexionar sobre esto) que él aprovecha para incluir elementos fantásticos en todas sus tramas, aderezados con altas dosis de humor negro.
Así, encontraremos dos ángeles escapados del Cielo que descubren todos los vicios terrenales; una secta que protege al heredero de Jesucristo hasta el día del Juicio Final, dos detectives sodomitas involucrados en el negocio de drogas para orgías, un inmortal suelto llamado El Santo de los Asesinos obsesionado con su misión y tremendamente inspirado en los westerns americanos, una familia que practica rituales para robar almas… en fin, que lo menos extraño es que los protagonistas acaben a tiros cada media docena de páginas.
La trama al servicio de la crítica social
El cómic, lleno de personajes atormentados, nos deja un poso bastante gordo de melancolía, pesimismo y escepticismo. En definitiva, de falta de fe en el ser humano. No es como otras veces que vemos cómo el poder corrompe a las personas (recurso fácil, si entendemos que Jesse Custer posee a Génesis, la Palabra de Dios), sino que, directamente, el mundo está sumido en la decadencia más profunda ya desde el principio.
¿Debe Jesse asumir la labor de solucionar esta decadencia?
Estamos acostumbrados a los cómics de superhéroes clásicos donde los personajes, en general y tras un tiempo de aceptación, aceptan sus poderes y los usan para el bien. No es la idea de Garth Ennis y su exploración de la psique humana: él hace dudar a sus personajes, les hace usar sus poderes, habilidades y capacidades para el Mal y nos deja a nosotros que reflexionemos sobre qué habríamos hecho nosotros.
Predicador es un cómic que puedes ver entonces con una doble intencionalidad: simplemente disfrutar de la locura de masacre y surrealismo con algunos toques de amor y amistad (sí, Ennis vuelve a tratar el bromance y esta vez con escandalosos resultados), o buscar un sentido algo más profundo (el que he expuesto). Si tienes suerte, podrás hacer ambas a la vez y seguir siendo ser humano feliz.
Por último, recordar que, cuando ya lo dábamos por perdido, sí llegó a publicarse una serie de imagen real basada en este cómic, del mismo nombre, y que todavía en emisión, lleva ya 3 temporadas y, aunque cambia sustancialmente con respecto al cómic en cuanto a tramas (sobre todo la primera temporada), tratamiento de personajes e inspiración western, mantiene el tono general y es altamente recomendable.
Predicador
Destaca en:
- Disfrutable tanto como entretenimiento como para la reflexión.
- Personajes interesantes y bien trabajados, sobre todo Tulip O´Hare, Proinsias Cassidy y Herr Starr.
- Revisa los ideales de la sociedad americana, demoliéndola.
Podría mejorar:
- Excesivamente irreverente.
- Si has visto antes la serie, es posible que luego el cómic no te guste tanto.