Garth Ennis es un guionista de origen irlandés al que no le gustan los típicos héroes; le pasa como con los zombis, que hay tantos que ya huelen.
Por eso, por lo general sus obras, desde que trabaja para Marvel, no son las típicas, les da un toque gamberro, desenfadado. No el típico enfoque que se suele dar en Marvel, de ahí que lo pasasen a la rama adulta de la editorial, y ahí se mueve como pez en el agua.
No le gustan los estereotipos de los héroes de busto ario, rubios, amantes de la integridad moral y la tarta de manzana; él se ríe de ellos.
Y con ese fin da vida a una obra en el 2002 The Pro, reuniendo para esta aventura a Amanda Conner como dibujante, Jimmy Palmiotti en la tinta, y Paul Mounts de colorista.
Ahora bien, ¿qué quiere contar este nutrido y dispar grupo?
Pues las andanzas de una amargada prostituta que, de repente, recibe poderes sobrehumanos, y le recomiendan que, para poder controlar sus poderes, ha de unirse a la Liga del Honor (una parodia de la Liga de la justicia de DC). Nuestra protagonista, aparte de su profesión, destaca porque su lengua está tan sucia como su conciencia. Es comprensible, puesto que un buen fondo no se puede ver tan fácilmente, si día a día te tratan como a la mierda. Y que… joder, tiene otras preocupaciones además de vestir mallas y capa.
Particularmente me encanta Ennis, pese a que es un autor al que hay que mirar con recelo, ya que últimamente sus obras se basan en la polémica y el caca-culo-pedo-pis.
Pero es justo por eso, que me encanta. No muchos autores retratan con sordidez el ambiente de los cómics; es como si el cómic comercial se mezclara con el cómic underground y, sinceramente, soy de los que le encantan que tras esta orgía, salga un producto final como este.
Esta obra es para planteársela como un chiste, un chiste grosero muy bueno.
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