Por si no lo habéis notado, disfruto de los cómics. Puede que no sea un experto, pero al publicar me permito emitir unos juicios que espero que especialmente los consumidores de cómics se sientan más identificados.
La pasada semana (del 6 al 9) estuve en el Salón del Cómic más reciente, disfrutando de de la mágica ciudad de Granada (que cumple su XIXª edición, que no está mal), rodeado por gente de gustos similares. En esta ocasión estuve ayudando en el stand del colectivo de mis queridos FTW (For The Win para algunos, Qué Puñetas, para otros), y su advertencia sobre el evento se volvió una sentencia: fue una buena experiencia. No, una magnífica experiencia.
Aprovechando la oportunidad que se me brindaba, deambulé por sus pasillos, observé el esfuerzo de todos los feriantes del Salón, y saqué una serie de conclusiones. Así, he decidido emitir este pequeño discurso, que es a la vez una reflexión, que seguramente habréis oído repetidamente en más de una web de cultura del cómic:
Al pasar por los stands, veía las grandes editoriales y pequeñas tiendas de cómic opositando contra la fuerza de las tiendas que basan su estrategia en la venta de merchandising, como si fueran un virus que paulatinamente ha ido invadiéndonos sin (casi) que nos diéramos cuenta.
Las tiendas de cómics están muy puteadas; como usuario, vendedor, y profesional no es muy difícil verlo, y es una cosa que me transmite una pena horrible; y mira que antes veía las tiendas de cómic (desde el punto de vista de fanzinero) con cierto rencor, dado el favoritismo tanto en espacio como localización dentro de un Salón del Cómic, con respecto a los fanzines, quienes sufren lo indecible para poder competir contra semejante capacidad material y publicitaria.
Es increíble que aún estos eventos se sigan llamando Salones del Cómic, cuando con la invasión de la mercadotecnia – sobre todo traída por la industria manga – se impide la venta de tanto cómic. Deberían emanciparse y llamarse: el Salón del Merchandising o el Salón de Ramen, o Salones de los Ponys (Dios no lo quiera – ya hablaremos de los bronies para otro artículo-).
De entre el olor a ramen, a humanidad, y a friki reunido…¡Lo que se echan de menos las tiendas de cómics en un evento de cómic!
Y es que el recuerdo es una cosa maravillosa, sobre todo si ponemos como ejemplo el mercado americano (que desde luego ha recibido otra educación en lo que a industria del cómic se refiere), que los tratan casi como a la Gala de los Oscars, y es un espectáculo social (aparte de comercial), y claro, piensas que todo será igual en la Industria del Tebeo, y no es así. Aquí, en España, el tebeo era trabajo de rojos y gente que intentaba destrozar los pilares de la sociedad con su libre-pensamiento.
Por eso, el tebeo muestra una visión tan extraña. La mala educación que se ha inculcado a los jóvenes hace pensar que los tebeos y cómics son para gente asocial (y aquí me hallo, qué ironía). Pero el problema va más allá: estamos en un país donde hay que enseñar al infante a que trabaje para levantar el país, y con esta educación lo que consigues es gente que sólo quiere llenarse sus bolsillos, sin importarle la cultura. No piensan en que España tiene un problema horrible con la industria del entretenimiento y su tabúes: no tienen visión, no hacen experimentos, no tienen objetivos secundarios, no saben pensar a largo plazo porque eso no da dinero. Claro, da clientes, y se supone que si obtienes clientes tendrás dinero a largo plazo si el cliente está a gusto. Pero nos movemos por la máxima del dinero y ella es la que apuesta por el beneficio rápido y vacuo. Por eso en los Salones ahora están suplantando las tiendas de cómics por el merchandising. Esas cosas bonitas están para demostrar que eres el mejor mangaca con la mejor estantería. Que das los abrazos más gratis de todo el Salón. Y eso no mola.
Esta industria del cómic en los eventos no sabe cómo combatir estos efectos devastadores. ¿De quién es la culpa?
Totalmente de acuerdo….ahora lo que se lleva es “aparentar ser friki” y no serlo realmente…ya lo llevo diciendo yo los últimos años…Una oleada de pseudo frikis estan invadiendo nuestro territorio…ahora asistir a un salon no es un sitio de reunion donde sentirte mejor contigo mismo…es un evento multitudinario donde oír chorradas de gente que no tiene ni puta idea y de gente que lo único que le gusta es llevar merchan de la cabeza a los pies o hacer Cosplay de personajes que ni conocen…
yo estoy y no estoy de acuerdo xD yo soy de esas tiendas que venden merchan.. a ver he vendido las dos cosas, tanto manga y cómic como merchan y sintiéndolo mucho.. el merchan es lo que da el beneficio. Claro que hay que pensar en la cultura pero aquellos que vamos a un salón como vendedores pagamos UN RIÑON por esta allí: material, stand, alojamiento, transporte.. eso son factores a tomar en cuenta. De los cómics y mangas el beneficio es bastante corto y mucha gente me decía: bueno este ya me lo comprare cuando vaya a la tienda.. XDDD también es difícil competir en este sector cuando las editoriales que lo tienen TODO y están allí también con un súper stand xD
El mundillo a cambiado mucho.. antes éramos los frikis, esos a los que nadie quería hablar.. ahora parece que los salones están llenos de niñas abrazos, otros vestidos de gatos y los que pretenden ser súper frikis.. pero aun quedamos de los buenos, de los que disfrutamos sentados en el suelo del salón leyendo lo que hemos comprado, que nos curramos un cosplay porque de verdad nos gusta y sobre todo los que admiramos los salones por lo que son no por lo que otros creen que es.
Hola, he leido el artículo, y estoy muy de acuerdo. el tema de los salones ha ido en picado desde hace mucho. en granada tenemos 4 y eso se nota. lo peor, es que creo que has tomado de los 4, el peor como referencia jajaja. Veleta desde hace tiempo la caga constantemente.
para mi, tantos salones sobran, y sobre todo, creo que lo mejor seria el separarlos algo mas en el tiempo. no dentro del año, si no vi-anuales.
Totalmente Descuerdo . Yo aparento bien ser friky 😀
me ha gustado el articulo