EL AGENTE DE LAS ESTRELLAS: ¿Cuántas veces hemos imaginado que llegan los extraterrestres?

No sé vosotros, pero yo me he imaginado muchas veces a lo largo de mi vida que los extraterrestres venían a la tierra. Igual no tenía que esforzarme mucho en conjeturar cómo serían físicamente o qué tipo de bienvenida nos dispensaríamos ya que entre la literatura de ciencia ficción y el cine tenemos ejemplos para aburrir, pero cuando ya creía que había leído todo lo básico llega John Scalzi y pone texto a las preguntas que el resto de autores y científicos se han hecho durante mucho tiempo, escribiendo como resultado una novela llamada El Agente de las Estrellas (su primera novela, publicada en su blog en 1999, en físico en el 2010), en la que rompe con todas las hipótesis que nos habíamos planteado sobre nuestro primer encuentro con vida inteligente extraterrestre para plantearnos una idea más loca, más divertida, más original y, ojalá, sólo ojalá, sea plausible imaginar.

La puesta de largo de los extraterrestres

Esta idea genera una trama aparentemente muy sencilla y magistralmente elaborada. Tom Stein es un agente de estrellas de Hollywood que un día recibe un cliente muy particular, la raza extraterrestre de los yherajk lleva tiempo observándonos y no se atreve a entrar en contacto con nosotros, su aspecto y olor es repulsivo y creen que todo lo que obtendrán es rechazo y violencia. ¿Cómo hacer que su primera interactuación con la humanidad sea amigable?

Creo que la palabra que mejor define a este libro es surrealista. La ciencia ficción es un género que puede pasar muy rápidamente de ser algo serio a la comicidad y, por ser el género que es, a la serie B. Es complicado tomárselo en serio cuando, además, John Scalzi es famoso por su sentido del humor, que va desde el sarcasmo a la ironía, pasando por los diálogos descacharrantes y poco le importa la seriedad del tema que está tratando si de ahí puede surgir una idea novedosa. En el fondo pienso que el autor no se queda a gusto si no le da un mínimo de tres giros de tuerca a su historia, haciendo que su literatura tenga de las mejores catarsis que yo he tenido el placer de leer.

Así, El Agente de las Estrellas parece que seguirá una línea que cualquiera podría anticipar, para después dejarnos con la boca abierta al cambiar totalmente el tercio. Y, sinceramente, que cada vez que leo un libro de Scalzi (que ya van unos cuantos) opine lo mismo, no hace sino justificar los numerosos premios que a día de hoy sigue ganando.

Un mensaje para el debate

Y como ha quedado claro que nos encontramos ante una genial obra autoconclusiva que nos sorprenderá y nos hará reír a partes iguales, quiero hacer hincapié en la crítica que El Agente de las Estrellas nos deja para que debatamos los lectores: ¿qué narices tenemos los seres humanos en la cabeza para que alguien tenga que escribir una novela en la que plantear soluciones al problema de nuestro primer encuentro con alienígenas, dando por hecho que no sabremos comportarnos?

El Agente de las Estrellas plantea una situación en la que parece que no nos paramos mucho a reflexionar. Quitando que creamos o no en la vida inteligente más allá de nuestro planeta, casi todo lo que presenta la literatura y el cine pueden reducirse a spaces operas, por lo que la relación humanos-extraterrestres podría igualmente identificarse con cualquiera de las tierras descubiertas por nuestros antepasados con sus aborígenes o autóctonos de turno tanto como con seres de otros planetas. ¿Y qué es lo que hacemos siempre? Bueno, nuestra historia está basada hasta hace muy poco en una mezcla de guerra, conquistas y un poco de paz establecida o en que ya no hay más que masacrar o en que en cada bando alguien tenía un poco de conocimiento de las artes diplomáticas.

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No quiero decir con esto que Scalzi invente una variedad diferente dentro del subgénero de ciencia ficción de Primeros Contactos, ni muchos menos. Sólo hay que recordar las obras de Stephen Spielberg y Carl Sagan (Encuentros en la tercera fase y Contact, respectivamente) para encontrar ejemplos donde ese primer encuentro se realiza con alienígenas amistosos. Sin ir más lejos, en el 2016 la genial La llegada planteaba (de manera más seria, dramática y lenta) cómo lo ideal para ese primer encuentro y un buen entendimiento con los seres galácticos era contar con la ayuda de una experta lingüística que facilitara la comunicación.

Por ello, John Scalzi plantea ese mismo dilema filosófico con El Agente de las Estrellas, en el que, sin decir nada, nos propone ser mejores de lo que somos. Con lenguaje que podamos entender nos propone una manera nueva y mejor de hacer las cosas, aunque, desgraciadamente, parte del hecho de que los yherajk son más inteligentes que nosotros y se han dado cuenta de las diferencias entre nuestras razas y de que una interacción tal y como la entenderíamos los humanos sólo podría llevar a la confrontación directa (otra forma de decirlo sería afirmar que después de habernos visto han comprobado lo cazurros y salvajes que podemos llegar a ser con aquello que no entendemos).

Doble zas en toda la boca.

Quizás por ello es doblemente genial que Scalzi acuda a un representante de estrellas de Hollywood para contar su historia. La sátira que hace del mundo del cine, el famoseo, el celuloide y los tejemanejes de los representantes o de la prensa, son el resultado de la importancia que le damos los humanos a la apariencia. Una forma que tiene el autor de dejar caer que si no fuésemos tan superficiales los yherajk no tendrían necesidad de andarse con tantos pies de plomo para contactar con nosotros. Son amables, considerados y extremadamente inteligentes, quizás tanto como para ser conscientes de que es más fácil que el ser superior se ponga al nivel del menos desarrollado para obtener un beneficio que viceversa.

Yo soy de las que piensan que ojalá, por lo menos, viva para ver al hombre pisar la superficie de Marte. Ya no digo colonizar, pero por lo menos sobrevivir para que alguien me confirme la viabilidad de viajar allí. Al leer El Agente de las Estrellas la sensación que tengo es similar. La idea de que el ser humano pueda llegar a entenderse de manera civilizada con una raza extraterrestre es algo que me haría inmensamente feliz. Por ahora, Scalzi pone su granito de arena con una optimista novela en la que, filosofías y debates fuera, no por disparatada e ingenua es menos entretenida de leer.

El Agente de las Estrellas

9.1

NOTA GLOBAL

9.1/10

Destaca en:

  • Engancha tanto que no puedes dejar de leerlo.
  • Los extraterrestres son muy originales.
  • Plantea una idea muy original que es desarrollada estupendamente.

Podría mejorar:

  • Sigue siendo ciencia ficción de la ligera, no apta para el que desee más.
  • Los personajes secundarios son muy tópicos.

About Susana "Damarela" Rossignoli

Susana Damarela es fundadora de Generación Friki. Gran apasionada de la lectura y el cine, puede leer un libro cada día de la semana sin despeinarse. Como novelista ha publicado La Ciudad que Olvidamos (2024) y está centrada en la publicación de nuevos títulos. También le encanta el deporte, el rock, las juergas y el kalimotxo. Sus juegos favoritos son el Tetris y el Starcraft II.

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