Muchas veces se ha retratado en la literatura, en el cine, a modo de serie, o incluso en videojuegos la ya casi romántica historia de un náufrago intentando sobrevivir de la mejor manera posible en una isla completamente desierta. Poco queda ya que extraer de la idea, tan poco que series como “Perdidos” (“Lost“) tuvieron que tirar de imaginación (y posiblemente de psicotrópicos) para rellenar una idea que se nos va quedando algo sobada.
Sin embargo todo cambia si eres Andy Weir, un informático friki de tomo y lomo, uno de esos que sueñan despiertos con mundos lejanos (no en vano estuvo trabajando como programador para Blizzard durante el desarrollo del histórico “Warcraft 2“) y se te ocurre reescribir la clásica historia del náufrago en una isla desierta, pero cambiando náufrago por astronauta e isla por Marte, el planeta rojo.
“El Marciano” (“The Martian“) es como se llama la novela resultante de esta insólita idea. En ella el astronauta Mark Watney nos narra a modo de diario su día a día como astronauta naufragado en Marte. La gracia de todo esto es el increíble y cruel rigor científico con el que Andy Weir narra todo lo que acontece en la novela. Y es que si sobrevivir en una isla desierta se os antoja complicado no os podéis imaginar cómo es hacerlo en un entorno que es directamente hostil a la vida, en el que exponerse sin traje presurizado a su atmósfera acarrea la muerte en tan solo unos segundos.
Como os decía, el pobre y abnegado protagonista, Mark Watney, queda abandonado en Marte tras un aparatoso accidente en la misión, que obliga a la tripulación a salir corriendo del planeta nada más poner el pie en él, dejando atrás a nuestro protagonista atrás, al creerle muerto.
Watney cuenta con unos medios tremendamente limitados para sobrevivir; equipo y suministros para un mes que debe conseguir estirar durante un tiempo indefinido hasta su rescate, si es que consigue hallar la manera de hacer que en la tierra se enteren de que está vivo, lo que le lleva a idear los mas locos, absurdos y arriesgados planes en pro de conseguir el soporte vital que le mantenga con vida hasta que alguien llegue a rescatarle.
La novela “El Marciano” está enmarcada claramente dentro del género de la ciencia ficción, al situarse esta en un futuro (muy cercano, eso sí) en el que el hombre empieza a hacer misiones tripuladas a Marte. El rigor científico con el que se trata todo es absolutamente mayúsculo, haciendo que cada solución que el protagonista ingenia para sobrevivir no sólo sea un portento de la imaginativa del autor, sino completamente viable en la realidad, de darse el caso.
También todo el equipo y materiales que se usan en la novela, como los hábitats, los vehículos de superficie y los mecanismos de soporte vital están inspirados en prototipos que está probando la NASA actualmente, cosa que hará las delicias de todo amante de la exploración espacial.
Vale, yo no tengo ni idea del espacio y esas cosas ¿me gustará?
¡Seguro!, es cierto que hay veces que para que todo cuadre el escritor debe dar más explicaciones científicas de la cuenta, pero en resumen “El Marciano” es una novela que narra una aventura de dimensiones planetarias, que me ha tenido pegado a sus páginas de principio a fin y que sabe transmitir una tensión y una empatía por su sarcástico y divertido protagonista que hace que no podamos parar de leer.
Y es que Mark Watney, su protagonista, tiene un carisma y un sentido del humor totalmente irresistibles; cierto es que a veces echamos en falta algo más de profundidad en el personaje, que se nos muestra como bastante plano y carente de determinados sentimientos que se nos antojan inevitables en una situación como la suya. Pero esto lo compensa con muchas dosis de sentido del humor y una humildad arrolladora que hace que le cojamos cariño desde el primer capítulo.
La novela ha sido todo un éxito desde su publicación, cosa poco habitual en el terreno de la ciencia-ficción no fantástica, tanto que Ridley Scott (el tío de “Gladiator“) está preparando una película sobre la novela que protagonizará Matt Damon (“Interstellar“) para estas mismas navidades, cuyo tráiler podéis ver al final de el artículo.
“El marciano” no es un libro excesivamente largo y tiene una narrativa fluida y dinámica, lo que ayuda a digerir mejor a los profanos algunas de sus explicaciones astronómicas o científicas. Sin duda una lectura cien por cien recomendada tanto si te gusta el género como si no, un libro emocionante de principio a fin que nos instruirá, a la par que nos sumerge en una aventura tan alucinante como científicamente viable.
(8 / 10)
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