Con Fuerza Expedicionaria (Expeditionary Force) no me ocurrió lo mismo que con Dune, que cuando hace mil años me terminé el primer libro… me enteré de que había un porrón más. Sabía con Fuerza Expedicionaria que existían la friolera de 16 libros (a fecha de este artículo, en 2024). Y una se plantea, ¿vale la pena empezar esta saga? ¿soy capaz de disfrutar los dos primeros libros sabiendo que quizás el resto nunca se traduzcan al castellano? Porque ahí está el dilema. El tomo 1 de Fuerza Expedicionaria: El Día de Colón (2016, en España 2022) y el tomo 2 Fuerza Expedicionaria: Fuerzas Especiales (2017, en España finales de 2022) sí que están traducidos a habla hispana, peeero Craig Alanson o no es tan famoso como nos esperamos o simplemente las cosas de la traducción van despacio, así que, ¿nos ventilamos el resto en inglés?
Dado que Generación Friki es una web española tengo por costumbre analizar material que pueda disfrutarse en nuestro idioma. La única excepción que hago es con los videojuegos retro y es por nuestra interacción con este ocio en concreto. Antes de entrar en faena aclarar que si eres de los que consumen ciencia ficción y fantasía en su lengua original esta dicotomía no la tendrás; si la barrera idiomática por el uso del lenguaje técnico propio del género no existe para ti, felicidades, disfrutarás de una gran saga.
Novelas de aventuras tipo space opera de primer contacto.
Porque Fuerza Expedicionaria tiene muchas cosas que aportar al género más allá de que la versión Kindle esté narrada por el gran Ramón Langa (¡oh, sorpresa!). Tanto el primer como el segundo tomo son unas novelas de aventuras tipo space opera de primer contacto.
Joe Bishop es un soldado del ejército de los EEUU. Cuando los Rujarras atacaron la Tierra sus enemigos los Kristangos la defendieron, creándose una alianza entre estos y los humanos. Pronto, Joe y la Fuerza Expedicionaria de la ONU viajan por el espacio en coalición con los Kristangos para luchar contra los Rujarras, pero pronto descubrirán que ni los primeros son aliados, ni los segundos enemigos.
El gancho de Fuerza Expedicionaria es la interacción entre Joe y Skippy en conversaciones llenas de humor.
La personalidad de Joe es la del típico marine americano. Al principio un poco machirulo y un tanto patriótico; pero su sentido del deber y su buen corazoncito lo acaban convirtiendo en un hombre de honor y un líder nato. Desde el punto de vista de un protagonista, pasa de ser un personaje gris a uno más blanco, lo cual lo hace más empático a ojos del lector… pero más aburrido como creación. Al ser el protagonista casi absoluto de todas las escenas se entiende que tenga que ser un personaje querido por los lectores, pero ¿era necesario convertirlo en un Mary Sue?
El otro personaje que aparece también de forma constante es Skippy, una I.A. ultra inteligente (para justificar los deux ex machina…) creada por una raza ancestral. Tiene forma de lata de cerveza y se empeña en llamarnos a los humanos “monos estúpidos”. Por desgracia, y como primer punto negativo, las novelas no exploran apenas a los personajes secundarios.
El gancho de Fuerza Expedicionaria es la interacción entre Joe y Skippy en conversaciones llenas de humor donde el autor aprovecha para explicar conceptos de física, ciencia orbital, topología y, en definitiva, todo lo que tiene que ver con temas de astrodinámica y exploración espacial. Pero si en El Día de Colón disfrutas del extraño bromance que sostienen ambos, en Fuerzas Especiales cansa un poco lo repetitivo de los monólogos que se marca la I.A. mezclando los insultos a los humanos con odas ególatras hacia su “persona”. No en vano se autoproclama como Skippy El Magnífico.
Pero esta limitación en cuanto a personajes no empaña unas tramas muy entretenidas y con gran potencial. Habíamos imaginado muchas veces cómo serían los humanos viajando por las estrellas: sus colonizaciones, sus soluciones físicas a los problemas del viaje espacial, cómo evolucionaría la Tierra… pero Fuerza Expedicionaria pone los pies sobre el suelo en seguida mostrando unos terrícolas que dependen de seres más avanzados que ellos para cualquier cosa que tenga que ver con el viaje espacial. Esto aleja a estas novelas de cualquier cosa parecida a Star Wars, donde somos unos hachas, por ejemplo; y lo acerca más a El problema de los tres cuerpos, donde somos unos mierdas. Y se centra en la supervivencia de los soldados en el Campamento Alfa, en las triviales tareas en el planeta Paraíso y en divertidas y caóticas misiones que acaban poniendo a Joe siempre en el punto de mira.
Así, una novela de ciencia ficción militar evoluciona a la esfera política, resultando una mezcla refrescante de acción, diálogos interesantes y comedia que pueden disfrutar tanto los amantes de la ciencia ficción ligerita (soft SF) como los de hard scifi. Personalmente, la problemática de los puentes de Einstein-Rosen es una de las que más disfruté, mientras que la exploración de los sitios no catalogados (no diré más por no incurrir en spoilers) fue la menos entretenida.
De cualquier forma, hay que entender que los humanos se han metido en una guerra tan antigua como el tiempo y todo les viene grande. Esto da lugar no sólo a las especulaciones científicas de las que ya he hablado, sino a poder incluir en las novelas toques de exploración espacial y a que Bishop tenga que usar una y otra vez el ingenio para escapar o combatir a otras fuerzas alienígenas. La condescendencia de Skippy también les pone en peligro, pero su deseo de demostrar su superioridad y humillar a los humanos hace que les saque de más de un aprieto.
Por último, pero no por ello menos importante, está la parte filosófica que toda buena novela de ciencia ficción debe tener… y que Fuerza Expedicionaria no tiene. Por lo menos en estas dos primeras novelas que analizo. Son muy americanas. Muy patrióticas. Con mucho sentido del deber, pero con la seguridad absoluta de que los seres humanos somos los buenos. Claro que (sobre todo en Fuerzas Especiales) la temática principal es salvar la Tierra de los invasores, pero no puedo por menos que pensar que lo entretenido no está reñido con lo sesudo. Si traducen el resto al castellano (y vuelve a encargarse Rodolfo Martínez Fernández) pienso darle una oportunidad a ver si incluyen lo segundo. Lo primero, desde luego, ya lo tienen.
Fuerza Expedicionaria
Destaca en:
- Son muy entretenidas y llenas de humor.
- Su narrativa es ágil y, por tanto, su lectura muy rápida.
- Es fácil encariñarse con el protagonista.
- La novela está bien, pero el audiolibro con Ramón Langa es superior.
Podría mejorar:
- No desarrollan a los personajes secundarios.
- Cansa escuchar a Skippy quejarse de la poca inteligencia de los humanos.
- Desperdician la ocasión para poner sobre la mesa temas filosóficos.