SOY LEYENDA: y los vampiros poblarán la Tierra

Hay un dicho que afirma que las grandes esencias vienen en tarros pequeños. Cuando terminé de leer Soy leyenda (1954) no pude por menos que pensar que esa afirmación puede tener bastante de cierto. Con menos de 200 páginas y en letra gorda, Richard Matheson nos desgrana la historia del último hombre sobre una tierra poblada de vampiros, lanzándolo a una sociedad que, probablemente, no estaba demasiado acostumbrada a leer sobre ellos. Claro que habría vampiros en Transylvania en el imaginario colectivo, y Bram Stoker había publicado en 1897 su famosa novela Drácula, pero toda la literatura y la leyenda nos lleva a afirmar que los vampiros eran presencias dentro del mundo que, o estaban escondidas, o sencillamente pasaban desapercibidas, como una minoría dentro de una sociedad racista o elitista.

Es con Soy leyenda cuando el género de los vampiros se mezcla con el de las catástrofes para concebir un mundo postapocalíptico en el que los humanos se extinguen a raíz de una enfermedad, y los vampiros son la nueva raza predominante.

Por supuesto, en 1954, y sin la presencia de la película del mismo nombre protagonizada por Will Smith en 2007, y otras tres que se adaptaron al cine con otros nombres, la gente tuvo que coger este libro con bastante recelo. Ahora estamos influenciados, muchos hemos cometido el error de leer la sinopsis, y en general sabemos bastante de vampiros como para no averiguar al poco de qué va el libro, pero hace 62 años la gente se aterrorizó y sufrió porque el protagonista, Robert Neville, vivía acosado…y ni siquiera se sabía por qué o por quién.

Durante el relato en tercera persona de la vida cotidiana de Neville, así como en los flash backs en los que se nos revelan las incógnitas, vamos sintiendo la soledad, la angustia y el desconcierto ante lo desconocido que va experimentando el protagonista. El narrador nos cuenta la historia como si de una película se tratara y nosotros, lectores que sí, seguramente sabemos mucho sobre vampiros, tenemos que olvidarnos de los libros de Anne Ricce para volver a los orígenes de estos seres inmortales. El ajo, los espejos, los crucifijos y los ataúdes vuelven a ser elementos imprescindibles dentro de la mitología pero no por mero capricho de mitos o fábulas, sino que el autor quiere dar su propia explicación racional a esta presencia sempiterna y nos habla a través de su creación. Neville desea saber las razones por las que los humanos mueren y/o se convierten en vampiros y estudia, analiza y, gracias a ello, encuentra un motivo para seguir adelante. De esta forma, el autor consigue darle una explicación científica a la criatura mitológica, convirtiendo al vampiro en un ser de ciencia ficción.

Otra de las reflexiones más interesantes que nos presenta Soy leyenda es la del concepto de normalidad. ¿Somos lo “normal” los humanos sólo porque llevemos unos cuantos siglos sobre este planeta? ¿Somos los buenos en esta historia de vampiros? Por supuesto, no voy a hablaros más de la novela porque por un lado podría caer en spoilers, y por otro vale la pena que descubráis la moraleja vosotros mismos. Sin embargo, es innegable que este es un libro que vale la pena leer aunque conozcas el final, puesto que es el camino lo que es interesante.

Richard Matheson nos muestra un futuro pesimista para la raza humana que, olvidándose de quiénes son, prefieren embrutecerse y crear un nuevo orden. De alguna forma, esto choca un poco con las ideas darwinistas. Es cierto, el más adaptado sobrevive, pero en este caso nos encontramos con una involución basada en las decisiones egoístas y retorcidas que llegan a tomar los nuevos seres. Así de irónico. Decisiones basadas en el camino fácil, en la aceptación de que la mayoría tiene la razón a pesar de que la Historia nos haya demostrado cientos de veces que no. Y a la vez, nos seduce con la idea de ¿y si esta vez, estamos equivocados?

#SoyLeyenda es una novela única en el tratamiento del vampiro tradicional Clic para tuitear

Soy leyenda es una novela única en el tratamiento del vampiro tradicional. Sólo por eso, todos los amantes del género deberíais leerla, pero es que además, es un libro muy bien escrito. Con una prosa ligera, describe sentimientos de tal profundidad que la empatía hacia nuestro solitario protagonista está servida. Entre todo eso, y las reflexiones filosóficas que plantea, estáis ante un libro sencillamente muy completo.

(8 / 10)