INTEROCIO 2022: los nuevos perfiles de los participantes de los juegos de mesa.

Los juegos de mesa han sido fieles compañeros a lo largo de nuestras vidas desde tiempos inmemorables. Hace unos años, con el auge de la televisión primero, de los videojuegos y los smarthphones después, pensábamos que sufrirían una caída en picado. Y de repente, ¡Pandemia mundial! Sí, así es. Aunque aquellos que ya jugábamos a algo más que los cuatro clásicos pensábamos que la cosa no iba con nosotros, de repente las tiendas estaban más llenas, los juegos se agotaban y nos veíamos obligados a apuntarnos a preventas. Pero ni tan mal, también surgieron eventos como InterOcio en Madrid que, en tan sólo dos ediciones, se ha convertido en un evento imprescindible para dar a conocer tanto a los creadores de juegos de mesa como a las tiendas y empresas dedicadas a ello.

Familias, grupos de amigos, parejas y un sinfín de perfiles diversos se han dado cita este pasado fin de semana para disfrutar de un evento lúdico completamente enfocado en los juegos de mesa, sin distracciones de merchandising, stands ajenos a la temática o actuaciones de otros temas. Únicamente un par de salas dedicadas a charlas sobre diferentes aspectos de interés y muchas, muchas (en serio, muchas) mesas acondicionadas para probar toda clase de juegos, con sus ampliaciones, sus expansiones y sus variaciones.

Crece el público gestado durante la Pandemia

El caso es que notábamos un aire distinto en el ambiente en este evento y nos dedicamos a entrevistar a expositores, vendedores y asistentes con diferentes perfiles, comenzando por el nicho que más nos llamaba la atención, quizás por ser el más profano para nosotros y el más escaso en las ferias frikis y otakus: las familias con niños pequeños.

Lo cierto es que no debería extrañarnos. Has crecido con un ocio y ahora lo compartes con la familia que has creado. No hay más. Pero no todo el mundo tiene un mismo origen ni viene a InterOcio con el mismo objetivo. Casi todos provienen de los juegos de mesa clásicos, “los de siempre”, algunos evolucionaron a los juegos de rol y después a todo tipo de juegos de mesa que ofreciera el mercado; otros simplemente se conformaron con lo que había, llegando a perder el gusto por los juegos. Con la Pandemia, la necesidad de entretener a los pequeños de la casa les hizo desprecintar juegos que no estaban ni estrenados, así como comenzar a ver qué había en el mercado, para descubrir que la oferta era mayor de la que pensaban.

En general, se trata de un público que jugaba a party games y la llegada de los niños no ha alterado esa tendencia. Desde bebés hasta preadolescentes, la idea es buscar juegos que vayan aumentando la dificultad a medida que lo hace la pericia de sus participantes. Nos cuentan sus objetivos en InterOcio, dado que para casi todos es su primera vez: experimentar, comprar, entretenerse. Para los repetidores, ver demostraciones, novedades y firmas de autores.

Los juegos de minis

Quizás esperábamos ver más juegos de wargames por la costumbre de jugarlo nosotros mismos y por la facilidad de encontrar en InterOcio un espacio amplio para montarlo. Lo cierto es que escaseaba y concluimos que es complicado transportar y montar wargame y, quizás por el público, de tipo familiar, no se esperó un fuerte interés en ellos.

Pero el público compuesto por parejas y grupos de amigos sí que abundaba y es gente que dedica mucho tiempo a cada partida, por lo que los juegos de minis se convertían en los reyes de este nicho. Tal y como nos explicaron los numerosos entrevistados, daba igual si eran profanos o roleros, el gusto por las minis está ahí. Carlene, de Tempo Games, nos aclara que estos juegos, integrados con los tradicionales de mesa, sufren una evolución natural hacia una estética más trabajada, hermosa e interactiva que es muy del agrado de los grupos de amigos, independientemente de la edad que tengan.

 Tiendas sorprendidas

Para una tienda es complicado saber qué se venda más o qué menos. Estas declaraciones de GeneraciónX nos sorprenden, pero la realidad en la feria está ahí. Cada vez hay más personas que se inclinan por los juegos familiares, independientemente de la dificultad. La curva de aprendizaje desde el Covid ya no es un hándicap y, a la gente que ya jugaba y que demanda cada vez juegos más duros se le ha sumado un cliente deseoso de experimentar.

El resultado es que InterOcio se ha llenado de un público familiar que prefiere pasar unas jornadas en Ifema probando y dejándose aconsejar en vez de ir a una tienda. El punto más negativo de la feria fue encontrar pocos stands de comida, con poca variedad, y a unos precios desorbitados. No me extrañaría que estas mismas familias tuvieran que elegir entre dar de comer a sus hijos en los foodtracks o comprar por el mismo precio media docena de party games. Cuando organizas un evento al que van a asistir niños hay que preparar zonas tanto para el recreo como para el descanso y el avituallamiento. Y recordemos que había lactantes entre los asistentes.

Préstamos de juegos

Pero InterOcio estaba preparado para que juegues a lo que quieras. El sistema de préstamo de juegos de mesa funcionaba estupendamente, con unos encantadores voluntarios prestos a ayudarte en lo que necesitaras.

Así, nos enteramos de los juegos más reclamados por el visitante, que no son pocos. Clank (construcción. mazos), Paradise (dados), Pakal (puzle y código), Camel Up (carreras de camellos), Karuba (misión, aventura), Código Secreto (todos, los pedían todos), Tholos (ingenio), Soviet Kitchen (de cartas, basura a convertir en comida), Super Rhino Hero (infantil, de construcción), Unicornio Destello (carreras y purpurina), Monza (carreras de coches). Troia (para dos, colección de sets).

La lista era larga y no había temática uniforme, pero sí que se buscaban novedades, primando la diversión y sin importar que la curva de aprendizaje fuera alta o baja. En InterOcio había tiempo y ganas para todos los perfiles y juegos disponibles para cubrir todos ellos.

Nos fascinan los creadores

Entrevistamos a Enrique Prieto, creador de Nexum Galaxy Asteroids. Personalmente, todo lo que se parezca a Terraforming Mars me llama la atención (y probablemente me guste), pero en esta ocasión nos centramos en la persona de Enrique y en cómo llega un profano a ser creador de juegos de mesa.

La palabra profano puede ser un poco injusta, pero sí es cierto que él es una anomalía dentro de los creadores. La mayoría de ellos son jugones, incluso intentan vivir de ello, pese a que el mercado español, aun con su crecimiento, es escaso. Una vez más, competir con los altos costes de producción es complicado.

Pero la historia de Enrique es preciosa, así como su interés por los juegos de mesa. Su deseo de contar a su hijo una enseñanza desde un punto de vista lúdico le llevó a crear un juego de mesa y de ahí a sus motivaciones actuales el camino es parecido al de tantos artistas que en sus diferentes gremios intentaron sacar sus proyectos adelante: buscar la diversión, crear espacios de entretenimiento, transmitir sensaciones visuales.

Y con estas motivaciones vienen los hándicaps y nuestra reflexión para con aquello por lo que lucha InterOcio. Los juegos de mesa están aceptados, incluso normalizados, pero no hay una preocupación real para que se conviertan en cultura. A nivel político hay una ignorancia total por la gran aportación que realizan a la comunidad más allá de cobrar el IVA y permitir el evento de turno. Es cierto que un juego de mesa es diversión para una cultura concreta en un momento concreto; la pregunta entonces es obvia, ¿ha llegado el momento de que lo sea?