Me encantó acudir en 2021 a Ifema y descubrir la Madrid Cómic Pop Up. Era un nuevo evento, fresco y realmente enfocado en lo que pregonaba: el cómic y todo lo que lo rodeaba. Es verdad que encontrabas concursos de k-pop, exhibiciones de pressing catch y demasiadas tiendas de merchandising, pero se notaba las ganas de que las escuelas de arte, las organizaciones culturales, las editoriales y las tiendas de cómic tuvieran el máximo protagonismo.
En 2022 volví a acudir y, aunque vi un llenazo en cuanto a aforo, sentía que le faltaba personalidad y posicionamiento. Nada extraño en un evento que comienza, pero teniendo en cuenta cómo había transcurrido en el 2021 el evento, sí que podían haber atinado en cuanto a las necesidades de un evento de cómic: menos concursos de ramen picante y más charlas de profesionales del mundillo.
El 2023, el año de posicionarse y crecer me ha sorprendido para mal con un pabellón 5 del Ifema excesivamente vacío, una ausencia de editoriales y tiendas de cómic apabullante y una serie de problemas que, para ser un evento de pago, no deberían existir.
El problema de la organización enfrentada entre sí.
Creo que, quitando al visitante ocasional, el resto del sector conocemos bien los problemas organizativos de estas ferias del noveno arte. Sabemos que el Expocómic lo organizaban otras personas, que ahora el rumbo lo han cogido otros cambiándole el nombre a Pop Up, que ahora existen diferentes eventos con nombres anodinos y que, entre cismas, problemas de entendimiento, amiguismo y mala leche los que pagan el pato son, como siempre, visitantes y expositores. Yo, por lo menos, aunque no disfrutara del evento, tengo mi salseo.
Los resultados, como digo, son una ausencia de editoriales y tiendas que cualquiera espera ver en un evento de cómics. También charlas con autores traídos por conveniencia, no por interés, y expositores que, o comulgan con la organización, o no tendrán cabida en el evento.
Es posible que esto no me importara tanto si no hubiera tenido que ver (con una pena inmensa, os lo aseguro) cómo se sucedían charlas con ausencia total (total) de asistentes.
¿Falta de interés o falta de promoción?
Quizás un poco de ambos, pero de igual manera, supone un problema a estudiar.
Stands que sí habían venido.
Tanto si pertenecían al mundo del cómic como si no, han repetido algunos stands grandes como Tengu Ediciones (del que os hablamos en la anterior edición), como algunos más modestos, como el stand de modelado tradicional de Adrián Villa.
En esta ocasión, con una ilusión que es la que hace que a mí me merezca la pena cubrir estos eventos, pude asistir al 10º aniversario de San San Atelier, la empresa familiar creada por Sánchez y Santín. Una iniciativa que surgió por casualidad creando para ellos un alfiler de corbata en latón y que ahora brilla con su orfebrería en plata de ley con piezas ambientadas en el mundo friki en general y del cómic en particular.
También destacar la presencia de Cyp Brands con su original propuesta de productos basados en licencias de toda la vida (ver fotos) que harán las delicias de mayores y pequeños. Me gustó que también es una empresa de origen familiar y hoy es capaz de ofrecer sus productos por todo el mundo. Personalmente, destacar el buen hacer y conocimiento de su director comercial, Orestes y de los simpáticos Ingrid y Fernando.
Pero no todo eran tiendas y si algo realmente me hizo ilusión, fue ver cómo los stands de los ilustradores estaban llenos de gente interesada en sus trabajos. Quizás la amplitud de espacio (o el vacío general) hacía que estos pequeños puestos brillaran, pero es que siempre es un placer poder ver en acción a un ilustrador.
Revisión de portfolios
No quiero terminar esta crónica sin hacer alusión a una de las secciones que más ilusión me hizo encontrar, pero más me enfadó por lo poco publicitada que se encontraba. La zona de Revisión de Portfolios.
Como mucha gente mirando (pero sin cita previa, así que sin poder participar) me comentó, era complicado encontrar en la web esta sección y su inclusión en el programa de la Madrid Cómic Pop Up es imprescindible si queremos que este evento se convierta en un referente en el mundo de los cómics. Nada hay más necesario que agentes y editores puedan converger en un mismo lugar con ilustradores y escritores con el fin de ayudarles, orientarles en su trabajo. Así, que, sí, publicitarlo bien haría que esa zona de Revisión de Portfolios sirviera, y de mucho.