Uno de los mayores miedos de los amantes de la cultura nipona es que este tipo de iniciativas sean inexactas o superficiales. No es para menos. Japón es un país muy complejo en todos los sentidos y verlo a menudo reducido a geishas y sushi es un poco frustrante. Ya ni os cuento si lo reducen a prostitutas y pescado crudo. En occidente (muchas veces por ignorancia) tendemos a simplificarlo todo y, claro, eso ha llevado a que el manga y el anime se hayan considerado poco menos que dibujitos para niños. Obviamente, hay bastante más enjundia y la exposición The Art of Manga quiere contarnos su historia.
¿Qué nos ofrece?
En términos prácticos The Art of Manga es una colección de más de 200 piezas y obras de arte procedentes de colecciones privadas internacionales. Su contenido abraca desde libros y pergaminos ilustrados o xilografías japonesas de los s. XVIII y XIX, pasando por fotogramas, carteles originales, pinturas, manuscritos de manga, revistas, cómics inéditos, e incluso esculturas de edición limitada.
La exposición está dividida en 10 apartados temáticos, desde los inicios del desarrollo de este arte. Tras acceder a una hermosa entrada con páginas de cómic colgadas del techo podemos observar los primeros pergaminos ilustrados Choju-jinbutsu-giga del s. XII (de nada menos que 11 metros de longitud). ¿Sabéis que es considerado por muchos expertos como el primer manga?
Las salas se suceden mostrando el trabajo de artistas como Katsushika Hokusai (s. XIX), Shigeru Mizuki, Kitagawa Utamaro y el llamado Dios del Manga, el maestro Osamu Tezuka. La exposición no sólo muestra sus obras, sino que las integra en el marco histórico y cultural japonés (a través del folklore, por ejemplo) para que los visitantes puedan entender el origen y auge del manga y la influencia que su visión tuvo sobre la forma de entender, no sólo el ocio nipón, sino la propia sociedad.
Esto es así porque a día de hoy es complicado separar la cultura del manga y el anime del resto de la cultura japonesa. Y desde luego en España no fue así, donde casi todos crecimos viendo cómo los adultos consideraban los “dibujitos” como simple entretenimiento y las AMPAS incentivaban la prohibición de su emisión alegando que eran violentos. Esto provocó que España, una vez más, se pusiera a la cola en materia cultural.
Pero eso no impidió que toda una generación pudiera disfrutar de series de animación como Dragon Ball, Sailor Moon, Oliver y Benji, Mazinger Z, Heidi, Ana de las Tejas Verdes, Vicky el Vikingo, Jackie y Nuca, D’Artacán y los tres mosqueperros o Marco. Series de las que The Art of Manga hace buen uso para explicar la pasión que ya existió desde el principio por el manga y el anime. A veces con más interés (fue fantástico recorrer las bandas sonoras de la infancia) y otras con menos (a ver, que ver las portadas de los mangas de One Piece… no es muy interesante), la exposición hace un recorrido por uno de los mayores fenómenos culturales del s. XXI.
La importancia de todo lo visual.
Especial interés en la decoración e interacción a través de sugerentes escenografías que incluyen la reproducción de un torii, de un templo japonés, de un pasillo de linternas y un jardín zen. También se incluye una zona familiar donde cualquiera puede dibujar manga o colorear algunos dibujos propuestos. Hay quien puede pensar que no es necesario en una exposición tal “derroche” de espectacularidad, pero lo cierto es que cualquiera que haya visitado Japón sabrá que sus habitantes están acostumbrados a que cualquier cosa que hagan sea bella.
Este sentido de la estética que abarca desde los procesos creativos en el manga, hasta la arquitectura más básica, se traslada ahora a la exposición The Art of Manga para que inunde nuestros sentidos. De primeras, el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) podía no parecer el lugar más adecuado para una exposición tan exquisita, pero Sold Out consigue una inmersión tranquila y discreta creando espacios agradables para la lectura y contemplación de las obras de arte.
No obstante, algunas de las iniciativas son de doble filo. Por un lado, se agradece que existan audios que complementen la exposición, pero no avisar de ellos hasta que uno accede al recinto obliga a estar con el móvil pegado en la oreja durante toda la visita. Algo que se solucionaría con audios más cortos y, por supuesto, facilitando cascos a los visitantes.
¿Es importante escuchar los audios? Lo mismo que leer la información colgada en las paredes. El choque cultural occidente-oriente es demasiado fuerte como para que un profano (e incluso los que vivimos impregnándonos día a día de su cultura) entienda este arte desde la perspectiva industrial y económica, entienda las distintas técnicas de storytelling, pueda explorar debidamente los diversos aspectos y etapas de este arte o entienda el lenguaje visual y la diversidad de géneros.
Hace tiempo que en España dejamos de considerar el término otaku como algo peyorativo, de la misma forma que en su momento lo hicimos con el vocablo friki. La fiebre por Japón en general y por el manga y el anime en concreto se ha ido cociendo a fuego lento desde hace muchos años, pero este tipo de exposiciones siguen siendo necesarias puesto que ya vamos por la tercera generación de jóvenes amantes de la cultura nipona en España. La percepción entre unas edades y otras es diferente. Unos crecieron con Akira y Evangelion, mientras otros lo hacían con Naruto y One Piece (y yo lo hacía con Tengen Toppa Gurren Lagann, ejem) y ahora lo hacen con My Hero Academia y Kimetsu No Yaiba.
El resultado de todo esto es que, ya sea más o menos interesante el manga, tenga o no calidad, todos estos mangas y animes han tenido una influencia en nosotros hasta llegar a aparecer creadores de contenido que beben de estas fuentes y que siguen la estela de los mangakas para crear ellos su propio camino profesional. Como esta servidora, que informándoos de esta hermosa exposición quiere acercaros a su manera el maravilloso mundo del manga y el anime.
⇒ Datos de la exposición The Art of Manga