Generación Friki
Yo fui de las que crecí con las aventuras de El Capitán Trueno. No era un cómic que perteneciera a mi época, dado que se publicó entre los años 1956 y 1968, pero ha tenido tantas reediciones que es imposible crecer en los años 80 y no haber oído hablar de él o haber ojeado algún tebeo que incluyera unas páginas sobre el héroe.
Es indudable que, en España, en una época en la que sin Internet, sin televisión en muchos casos, y sin mucho conocimiento acerca del mundo exterior, el mundo que plasmaba Victor Mora a través de las aventuras de su protagonista era absorbido por los niños que aprendían historia, geografía, entre otras áreas, y lo más importante, valores universales como el honor, la compasión, la valentía o la justicia.
Es cierto que el Capitán Trueno es un completo Mary Sue, y que la fantasía de las viñetas puede empañar hasta hacer imposible de imitar sus hazañas a cualquiera que se sintiera atraído por la magnética personalidad del Capitán y su ideal de defensa del débil y protector de la justicia, pero como mi idea con este artículo no es analizar per sé El Capitán Trueno sino mostrar el por qué de la Exposición Capitán Trueno (más allá de que sea un homenaje al recién fallecido Victor Mora) y qué vamos a encontrar en ella, dejaremos que las diferentes partes de la misma nos hablen por ellas mismas opinando no obstante sobre qué opinión nos merece la exposición en sus diferentes aspectos. (Datos de la exposición al final del artículo).
Tras los pasos del héroe
Uno de los apartados que actúa prácticamente a modo de introducción a la exposición es mostrar los tipos de paisajes que visitaron Capitán Trueno y sus amigos Crispín y Goliat. Aunque resultaba una parte entretenida de ver y ciertamente emotiva tras ver los dibujos autógrafos de los colaboradores de Victor Mora (Paco Nájera, Ferrandiz, Ambrós, Luis Bermejo) que cedieron parte de sus colecciones privadas, el hilo conductor de esta primera parte es confuso y cuesta ver esos “paisajes” de los que hablan, resultando estar en la parte dedicada a la Literatura mucho más destacados estos paisajes.
Literatura
No hay duda de que las referencias a la literatura universal están plasmadas entre las páginas de El Capitán Trueno; se da por hecho que el Capitán era un hombre culto (aunque más bien tendríamos que decir eso de Victor Mora, ¿verdad?), versado no sólo en las armas, sino amante de la lectura. Había leído a Platón de forma extensa (y prueba de ello es que la existencia de la Antártida no le asombra) así como a Heródoto (recordemos sus aventuras con las amazonas), aventuras de la Iliada y la Odisea impregnan de forma similar las páginas del tebeo marcando fuertemente una presencia mitológica que abarca varias civilizaciones (griega, escandinava, semita, egipcia). Digna de mención es la escandinava, como también comprensible, puesto que la dama de Trueno, Sigrid, era la reina de Thule.
También se imitan partes de los libros de Julio Verne, de Swift, de Walter Scott, Kipling, y muchos otros como Shakespeare, Poe, Carroll, Conrad, Cervantes, Stevenson, Rabelais y mis favoritos, la búsqueda de la inmortalidad sacada de La Epopeya de Gilgamesh, de los Caballeros del Grial o de los Argonautas, y la literatura popular oriental, como por ejemplo Las mil y una noches.
Teniendo en cuenta que se publicó durante el franquismo, o quizás sencillamente porque la literatura religiosa es muy rica, la Biblia también está presente
Personalmente creo que hay que ser bastante docto para pillar todas las referencias, pero es indudable que, tanto en su época como a día de hoy, leer un tebeo de El Capitán Trueno, nos evoca pasajes literarios que, de alguna forma, hemos vivido. Y eso es fantástico.
Arquitectura
La forma de vivir las aventuras de Trueno, Crispín y Goliat me recuerdan enormemente a las de Flash Gordon o El Príncipe Valiente. Saltan de civilización, escenario o arquitectura con facilidad siendo la nueva más increíble y exótica que la anterior. No hay duda de que ver la exposición os traerá recuerdos a la cabeza de cómo Trueno y compañía recorrieron el mundo en todo medio de locomoción que se les pusiera a tiro. De esta forma, no sería extraño considerar a Trueno un auténtico geógrafo, cartógrafo y, por qué no, arqueólogo.
De cualquier forma, construcciones de todos los tamaños, formas, estilos y objetivos se dan cita en el tebeo, a veces en forma de construcciones subterráneas (dado lo aficionados que son en el cómic a las exploraciones submarinas) otras como resultado de investigaciones del mar y sus islas y muchas otras como guiño a famosas construcciones que existieron o existen tales como la Gran Muralla de China, el Machu Picchu de Perú, la Mezquita de Córdoba o las pirámides de Egipto.
De cualquier forma es variada, y no sólo en arquitectura urbana, sino también la flora y fauna y constituye, sólo por su presencia en el tebeo, un motivo en sí mismo para la existencia del mismo.
Técnica
Todo el mundo recuerda que Trueno y sus amigos viajaron en globo aerostático antes de que éste existiera. No se trata de ningún error, por supuesto, sino uno de tantos guiños a aspectos técnicos e inventos como la presencia habitual de la pólvora, la robótica o la balística. En general aparecen en las viñetas mostrando tanto su capacidad constructiva como destructiva, según el uso que le den los humanos.
En general creo que es una exposición que, si bien carece de originales que cualquier amante de los cómics desearía ver en una muestra de este tipo, es bastante completa y satisfará a cualquiera. Hay mucho texto para leer acompañando a las fotos así que si sois de los que se detienen mucho y gustan de saber los entresijos de cada obra y entender la importancia de esta obra dentro de su contexto (no olvidemos la gran crítica que hacía Mora contra el franquismo de forma continua en su obra), tardaréis casi dos horas en verla, mientras que si pasáis de puntillas, sólo observando las imágenes, en media hora os la habréis ventilado.
La podéis encontrar hasta el 29 de Enero de 2017 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid al precio de 4€. (3€ carnet estudiante). 11-14 y 17-21. Lunes cerrado.
¿Carece de originales? Por lo que veo en las fotos, si que hay material original.
Tienes razón en que el comentario ha sido demasiado tajante pero piensa en que cuando decimos “en la fiesta no había chicas” solemos referirnos a que casi todo eran chicos. De igual manera, mi frase iba dirigida a que había menos originales de los que cualquier amante de los cómics esperaría ver en una exposición de este tipo. Si no perteneces a este grupo, seguramente te satisfará lo presentado. Un saludo.