Aprovechando la inserción del autor japonés Yuichi Yokoyama en esta exposición “La ciudad en viñetas“, desde Generación Friki nos hemos acercado a echar un vistazo para compartir con vosotros nuestras impresiones:
Lo primero que hay que saber con respecto a este ciclo es que si habéis recurrido o estáis pensando recurrir a Internet para informaros de las fechas de apertura, encontraréis días diferentes en función de vuestra web de consulta (Google no siempre es TAN sabio). En general, la exposición estará vigente hasta el próximo 15 de noviembre; sin embargo, las obras que se exponen cambian cada dos meses, por lo que os recomendamos informaros bien en caso de que queráis ver la obra de un autor en concreto.
En segundo lugar, el espacio: la exposición se ubica en la cuarta planta de CentroCentro (vamos, el Palacio de Correos de toda la vida o, para quienes lo prefieran, el Ayuntamiento de Madrid), que abre sus puertas de martes a jueves, en horario ininterrumpido de diez de la mañana a ocho de la tarde.
Pero vayamos al quid de la cuestión: las impresiones. Para ello, es muy importante hablar primero de nuestras expectativas, que no eran otras que las de ver una muestra de ilustraciones sobre el tema «la ciudad» con bastante protagonismo de Yokoyama, ya que habíamos visto bastantes noticias en Internet con respecto a la inclusión de este autor en el ciclo e incluso el sitio web de CentroCentro le dedicaba un apartado en exclusiva. Calculamos entre una hora y una hora y media para ver la exposición que imaginábamos y que bajo ninguna circunstancia se correspondía con lo que nos encontramos al llegar: una sala con trece marcos con historias cortas, de cuatro viñetas cada una, un panel grande de Yuichi Yokoyama con cuatro viñetas (dos por cada lado) y, en el centro, una mesa alargada con algunos cómics para leer. A simple vista fue de lo más decepcionante y, ciertamente, no tardamos más de quince minutos en ver la exposición completa.
Sin embargo, fueron quince minutos en los que disfrutamos de diferentes estéticas y numerosos guiños tanto a la ciudad de Madrid como a la idea de la metrópoli y la vida de quienes la habitan y que nos dejaron con ganas de más. Nos quedamos sobre todo con las representaciones de algunas zonas emblemáticas de Madrid que podéis ver a continuación:
Madrid en viñetas
Y como, a pesar de la originalidad de todos los autores que exhibían sus viñetas, siempre tiene que haber un favorito, nosotros nos quedamos con la «Guía de peligros de Madrid para criaturas de provincias», de las Hermanas Pacheco: «Odio Madrid, es la mejor ciudad del mundo, ¿a que sí? Me mata, es insoportable, necesito salir de aquí, si no fuera madrileño me moriría». Vamos, un calco de esa sensación que todos los madrileños llevamos por dentro.
Guía de peligros de Madrid para criaturas de provincias
Con respecto al que esperábamos que fuese nuestro protagonista, Yuichi Yokoyama, hemos de decir que nos dejó un poco fríos: un panel muy grande, sí, pero no vimos tanta relación con la ciudad en sus viñetas y, además, estas no narraban ninguna historia autoconclusiva como habíamos visto en el resto de la exposición. La verdad es que para una de las poquísimas veces que el mundo manga supera las fronteras otakus y/o frikis esperábamos un poco más de contexto para que el público general pueda acercarse cada vez más a esta cultura… por supuesto, no lo encontramos, ¡y eso no nos gustó nada! Nos llamó la atención el estilo de dibujo de Yokoyama, pero ahí paramos de contar.
Yuichi Yokoyama
Y para terminar, nos quedamos con una frase de José Jajaja que describe con bastante precisión la sensación que nos quedó sobre la ciudad tras la visita a la exposición: «Siempre fue una ciudad grande, desordenada y caótica. Una ciudad en permanente construcción. Los que la dirigen siempre han querido amansarla, ponerla guapa a base de bótox y tetas de silicona. Pero nunca se han dado cuenta de que parte de su belleza quizá resida en la idea de ciudad inacabada, en constante cambio, que no sabe dónde va y que no para de improvisar, reinventarse.»
Otra cosa que nos sorprendió muy negativamente fue que casi todas las viñetas iban acompañadas de un letrero de que podían adquirirse en la tienda de la segunda planta… y como somos curiosos, fuimos para allá a ver qué podíamos encontrar. Seamos sinceros: no te hagas ilusiones de poder llevarte una postal, marcapáginas o cualquier otro artículo de la exposición a modo de recuerdo que sea normal encontrar en casi cualquier museo, pues lo único que tenían sobre «La ciudad en viñetas» eran unas réplicas de las viñetas numeradas y firmadas por los autores que costaban entre cincuenta y setenta y cinco euros.
Todas estas circunstancias nos llevaron a salir de la exposición bastante decepcionados a pesar de la calidad de las obras que contenía: una muestra muy muy limitada con algunas viñetas que apenas pueden leerse debido a la altura a la que están colocadas. No es un plan para pasar la tarde y, salvo que te consideres muy fan de alguno de los autores que exponen, tampoco entendemos que merezca la pena desplazarse hasta allí sólo para ver la exposición, pero si tienes algún quehacer por los alrededores o pasas por la puerta y dispones de quince minutos te recomendamos que eches un vistazo; asistir a una exposición, sea como sea, nunca está de más.
Una breve galería para aquellos que no pueden esperar a ir