GENERACIÓN FRIKI EN JAPÓN: el peligro de ir a Nikko sin estos 5 consejos

Nikko es una de esas excursiones que te comentan que son casi obligatorias para cualquiera que haga un viaje por Japón y pernocte por Tokyo. Lo que te suelen decir es que reserves un día para madrugar (como si no lo hicieras siempre allí, vamos) y vayas tempranito, bajes del tren en Nikko, te veas el pueblo, vayas andando hasta el puente rojo, te veas una cantidad bestial de templos bajo un paisaje idílico y una humedad inhumana, y acabes cogiendo ese autobús que te llevará hasta el lago y la cascada. Y si eso te subas al teleférico. La excursión bien resumida es esa.

Y es que no pretendo que éste sea un post de cómo realizar esta excursión. Por supuesto, nosotros le dimos muchas vueltas a cómo la queríamos realizar nosotros de tal forma que nos cundiese lo más posible e intentaremos daros nuestra visión de qué es lo mejor de Nikko, pero básicamente lo vamos a hacer porque, al igual que nos pasó en otros días del viaje, sí que pagamos la novatada de no saber exactamente cómo era aquello y os queremos dar unos consejos en pro de que no cometáis nuestros mismos errores. Ya después, sentíos libres de elegir lo que queráis.

El primer consejo es ya un clásico:

No ir en fin de semana y madrugar mucho para ir. No voy a extenderme mucho, sencillamente aquello se llena de gente y más si es en fin de semana o festivo así que: ir entre semana y madrugar. Cuando decimos madrugar hablamos del concepto japonés de madrugar, no del español. 6 de la mañana es buena hora para estar levantados y yendo al tren.

El segundo consejo es respecto al pueblo:

Desde la estación hasta el puente rojo (el que limita con la zona de los templos) atravesáis el pueblo en línea recta cuesta arriba por la calle central. A la hora en la que vais a llegar estará todo cerrado así que, si vuestros bolsillos lo permiten, os sugerimos que dejéis para el viaje de vuelta la visita del pueblo y cojáis el autobús que os dejará al pie del puente. Os ahorráis media hora de caminata y un paisaje que, aunque bonito, podéis ver a la vuelta.

El tercer consejo tiene que ver con el puente:

El famoso Puente sagrado de Shinkyo cruza el río Daiya y tiene 4 siglos de antigüedad. La leyenda del monje que llegó montado en 2 serpientes es bastante famosa y la foto que realicéis en ella será sin duda bonita peeero no hay necesidad de pagar y cruzar por él, dado que tenéis otro puente justo al lado, gratis y desde el que se hace la foto estupendamente.

El cuarto consejo es sobre los templos:

Hay muchos, no da tiempo a todos y casi todos tienen algo por lo que vale la pena visitarlos: elegir unos cuantos y no os emperréis en verlos todos. Yo tenía el itinerario hecho previamente así que mi elección de qué escalera coger, si la de la izquierda o la de la derecha era fácil: izquierda.

Mi elección de templos fue: Rinnoji y Taiyuin (entrada conjunta si queréis), el Toshogu y el Futarasan. ¿vale la pena pagar por todos? a vuestra elección.

Rinnoji: es un edificio, no un conjunto de edificios como ya sabréis que son los templos en Japón, y un anexo detrás. Es muy grande pero se ve bastante rápido. Cuando nosotros fuimos estaba en obras y pierde bastante gracia verlo aunque se compensa porque todas las esculturas y reliquias las tienen expuestas para que puedas verlas y te dejan subir a las plantas superiores para que puedas ver el proceso de reforma que se estaba llevando a cabo debido a la invasión de termitas. Es otra forma de ver un templo y resulta bastante interesante. Y tienes vistas de la zona gratis.

Toshogu: por ubicación es el siguiente. Es famoso por el torii de piedra y la pagoda de 5 pisos. La ventaja para los bolsillos menos solventes es que para ver ambos no es necesario entrar; se encuentran en el recinto exterior accesible a todo el mundo. Si queréis ver el resto del recinto, que es bastante más grande, ya sí hay que pasar por caja.

Futarasan: con este templo pasa más o menos lo mismo. Casi todo lo que hay se puede ver gratis; es una explanada enorme con edificios y muchas cosas sagradas alrededor.

Taiyuin: este es el más grande, más bonito (en mi opinión) y más completo. Y sí, tiene muchas escaleras cuesta arriba que vale la pena subir. Su mezcla de japonés y chino lo hacen una delicia para la vista. Si además sabéis japonés, al igual que en el Rinnoji, podréis asistir a una extensa charla incluida en el precio de la entrada en la que os explican cosas del templo. Eso sí, sólo en japonés.

El quinto consejo es el más polémico:

Y ahora que he terminado ¿qué hago? pues en mi opinión daros la vuelta y bajar al pueblo, que se come muy bien, hay muchas tiendas de artesanía y es un pueblo japonés con todo su encanto. ¿Y por qué no subir al lago? porque subir y acertar es una cuestión de suerte.

Tenéis que entender que Nikko es un pueblo entre montañas, y el lago que se encuentra a casi una hora de camino y 10€ por persona al cambio está a mogollón de metros sobre el nivel del mar. La conclusión es que te puede hacer malo en pleno Agosto y no de llover, que lo hará, sino de humedad, niebla y frío. No es que seamos unos gallinas, es que la excursión simplemente bajo esas circunstancias carece de gracia. El pueblo que se encuentra rodeando el Lago de Chuzenji está carente de cualquier interés turístico, la comida es carísima, las vistas inapreciables, los souvenirs escasos, y el tiempo que se tarda en ver irrisorio para lo que cuesta subir hasta allí. ¿y si paseo en barca? tú mismo: caro y bajo un tiempo horroroso, seguro.

La Cascada de Kegon es la otra razón por la que la gente sube hasta allí. En la zona hay más cascadas, pero esta es la más famosa. El acceso a la primera plataforma es gratis pero las vistas, aunque bonitas, las veréis en más lugares durante vuestro viaje, y no, no me refiero a la cascada, que apenas se ve (para ello hay que pagar para bajar a otra plataforma por unos 530Y) sino del paisaje en general.

¿Vale la pena subir si hace buen tiempo?

Bueno, es subjetivo, por supuesto. Si tu bolsillo es holgado, tienes tiempo de sobra que gastar en Japón y estás seguro de que el tiempo en el pueblo de Nikko es el mismo que hará arriba entre montañas…pues sí, seguramente merecerá la pena. Pero creo que son demasiados factores y Japón está repleto de cosas para ver.

Nikko es una excursión estupenda, con variedad de actividades para hacer y multitud de paisajes diferentes para ver, pero no es una excursión económica, y más si quieres irte al teleférico, pasear en barca, relajarte en un onsen, ver los templos, mirar las tiendas de recuerdos y aprovechar el tiempo cogiendo los autobuses. Y sobre todo porque, si te hace mal tiempo, con ver el pueblo y los templos tendrás ya la experiencia asegurada y de forma satisfactoria.

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