JAPAN WEEKEND MADRID 2016: rectificar es de sabios

Por cualquier amante de la cultura japonesa es bien sabido que los salones madrileños dejan mucho que desear; hay buenas intenciones, hay mucho despliegue de “quiero y no puedo” pero al final, lo que es un evento para disfrutar de nuestros hobbies y aparcar nuestras vidas reales durante un fin de semana se suele convertir en un cúmulo de decepciones.

La Japan Weekend no era una excepción. Año tras año nos quejábamos de la infraestructura, la logística y el excesivo mercantilismo de este evento del que sólo podíamos decir que había perdido toda su esencia como encuentro entre otakus, gamers y frikis en general. No obstante, la experiencia con la Japan Weekend Madrid de este año ha sido diferente, y la razón no es otra que reconocer que, por fin, la organización ha aprendido de sus errores. Y el primer paso es el Ifema.

Llevábamos años quejándonos del hacinamiento en pabellones menores en la Pipa, el Palacio de Cristal y similares con los eventos de la Japan Weekend, el Expomanga, Expocómic y demás, y el pabellón 9 del Ifema ha venido a solucionar este garrafal despropósito. Ha sido todo un placer pasear sin abrirte paso a codazos, poder hablar con asociaciones y vendedores sin sentirte que casi no tenías derecho a ocupar demasiado tiempo dos metros cuadrados de espacio y, sobre todo, ha sido una delicia poder observar cómo, gracias a tener más espacio, nuevas y viejas actividades tenían lugar para desarrollarse.

Detalles de la nueva organización

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El segundo paso que ha dado la organización en pro de mejorar la Japan Weekend ha sido preocuparse más por realizar actividades y menos por montar tiendas. Cierto, las había, y muchas, pero eso ya no es culpa de la organización, sino del consumidor que, olvidándose del verdadero espíritu de estos eventos, sólo busca llevarse a casa la taza o el peluche de turno.

Esta sección de tiendas también ha alcanzado a los videojuegos de una manera sorprendente. La sección retro era más grande y organizada que nunca. Daba la sensación de que, parapetados tras las arcades y aumentando en número los expositores que vimos en el reciente Parla Bytes, las tiendas retros se hacían fuertes. No nos parece tan mal la presencia de estas tiendas porque muchas es la única manera que tienen de darse a conocer, al carecer de tienda física. Quizás es también una parte de nostalgia, pero no conseguirán quitárnosla hasta el día que el Game y el Media Mark vendan juegos de la Sega Saturn y la Mega Drive.

DDRs, campeonatos de “Street Fighter”, karaokes, exposiciones y conferencias se hacían hueco al lado de nuevas actividades como el voleibol, exhibiciones de artes marciales, dioramas a modo de photocall para que los cosplayers (o cualquiera, vaya) se hiciera una foto bien chula, o nuevos puestos de artesanía como los que promocionaban el estilo steam punk.

Y es que la buena organización no sólo ha alcanzado a las actividades, sino también a los puestos que generalmente veíamos en tristes burriquetas apartadas en un rincón. Los stands de venta tenían su espacio, pero las pequeñas tiendas de artesanía, muchas de ellas sólo on-line, tenían estos días su hueco perfectamente delimitado y que facilitaba el acceso de todos los visitantes a ellos. Dicho de otro modo, se empieza a notar que no son los apestados.

Actividades y novedades

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No se ha arreglado todavía el tema de la comida. Llegaba la hora de llenar el estómago y los otakus querían comida tradicional y sólo había un puesto de ramen. Cierto es que había un autoservicio, e incluso un puesto de perritos calientes, pero si querías comida japonesa tenías que hacer cola dentro del pabellón durante mucho tiempo, y eso siempre resiente una buena experiencia.

Algunos cosplayers nos comentaron también que notaban como algo positivo la inclusión de vestuarios, pero que se había echado en falta un guardarropa. Puede que nunca llueva a gusto de todos, pero es indudable que si no se ponen las cosas fáciles a los frikis, éstos no van a venir disfrazados. Y uno de los indudables encantos de estos eventos es hacerse fotos cospleado de nuestros personajes favoritos. La sensación general es que sigue sin haber tanto cosplay como otros años, pero aún así, hemos podido recoger una gran muestra de cosplays que tendréis con vosotros en unos días. (aquí tenéis el del año pasado)

La #JapanWeekendMadrid acierta con las nuevas actividades y mejoras realizadas Clic para tuitear

No obstante, el hecho de que hubiera múltiples escenarios facilita en general que los visitantes quieran participar de las actividades y muchas de ellas requieren un cosplay. Así, pudimos ver un horario muy amplio lleno de actividades, cosa que en el Palacio de Cristal, con sólo un escenario, no podía hacerse.

Por nuestra parte, pensamos que sigue habiendo mucha parte mercantilista (y anda que no es cara la entrada) pero no hay duda de que van por el buen camino. Si los futuros eventos de manga y anime se siguen realizando en Ifema, por primera vez el Salón del Manga de Barcelona podría tener un rival en España.