Ya es el segundo año que asistimos invitados a la Madrid Otaku. Esta segunda edición, que también se celebra como su antecesora en el Pabellón de Cristal, aunque sigue la tónica ahora habitual en estos eventos (talleres, algunas conferencias, escenario para karaoke y concurso de cosplay, demasiadas tiendas, y algo de exhibiciones y consolas para jugar) tiene un toque especial que la hace diferente de otros eventos más conocidos y multitudinarios como son la Japan Weekend o el Expomanga.
Posiblemente la diferencia sea únicamente en que es más pequeño y por tanto más acogedor. Ñoñerías aparte, esto es importante porque la sensación de que el espacio te acoge y te invita a participar en lo que ofrece es bastante verdadera.
Claro que todos los eventos empezaron siendo pequeños; algunos como el Parlabytes seguían siendo pequeños años después; pero, aunque sigo sin estar conforme con esta fórmula expuesta arriba de cómo se llevan los salones ahora, hay en algunos donde es más evidente que en otros que se viene a conocer la cultura japonesa y a disfrutar de nuestro friki ocio con los amigos.
El aperitivo del concierto de The Legend of Zelda: Symphony of Goddess
Conferencias y concursos de Dance
Rara vez puedo cubrir un evento y disfrutar de él. Hace años que no tengo esa sensación y sé que en parte es por lo poco accesible que resultan las actividades para los usuarios. Cierto que sólo había un escenario y cierto que había pocos asientos para todos los que éramos, pero en general se podía disfrutar de talleres, conciertos, concursos y juegos sin por ello sentir que se te va todo el día en una actividad.
Taller de Aerogami
Talleres de Go y Mahjong
Exposición de Mitsuru Nagata: La confluencia del Shôdo y del Sumi-e
También es cierto que en el momento en el que te olvidas de las tiendas (o las dejas para lo último) el salón cobra más sentido. Cierto es que me pasé por los puestos de artesanía y que me compré, como podría hacer cualquiera, unos pendientes, los podéis ver en IG y en TW, pero es una acción que siempre hago en pro de ayudar a las secciones más desfavorecidas de los salones y que, en mi opinión, deberían ser las protagonistas: profesionales de las artes y oficios ofreciendo sus habilidades, todas ellas relacionadas con la cultura otaku.
No es este el momento de hablar de la pérdida de identidad de los salones, ni de cómo pensamos en Generación Friki que deberían ser, ya tocaremos ese tema, pero pese a los problemas que sabemos que existen, no en Madrid Otaku, sino en los eventos gamers y otakus en general, nuestra sensación fue de que aquí saben bastante bien lo que hacen (mi recomendación para este Madrid Otaku: ¿para qué usar la parte de arriba estando libre la de abajo? Más espacio, todos más felices), aprendiendo de los errores que se cometen en otros eventos y facilitando que cualquiera que llegue nuevo pueda aprender pinceladas de lo que supone vivir la cultura nipona.
Así, nuestra conclusión es que si asistes a las conferencias, participas en los talleres, escuchas los conciertos, juegas a videojuegos clásicos, bailas en la ddr, pruebas la comida clásica japonesa (chicos, muy buena, no hay duda, pero hay que incluir más sitios que la cola para comprar era inmensa) y te interesas por los concursos de cosplay y karaokes, algo de la esencia de Japón y su cultura te estás llevando. ¿No es ese el objetivo de estos salones?
Y un detalle más
La semana que viene publicaremos la galería de cosplays con todas las fotos que hicimos, pero ahora finalizamos con una breve galería de fotos de algo que no puede faltar en un salón ¡la comida temática! y esperamos ver vuestros comentarios acerca de esta pregunta: ¿qué mejoraríais vosotros de los salones?
Un comentario
Pingback: EL COSPLAY DE LA SEMANA: disfraces de la Madrid Otaku 2017 -