PARLABYTES 2016: una despedida por todo lo alto

Durante los últimos años la oferta de eventos relacionados con los videojuegos antiguos, o retro, como nos gusta llamarlos a los más puristas, se ha multiplicado. Grandes salones como Expocomic, Expomanga o el reciente Madrid Gaming Experience incluyen dentro de sus enormes espacios exposiciones y tiendas relacionadas con este segmento cada vez más relevante dentro de la industria no solo del videojuego, sino de la cultura en general.

Y es que si bien tanto en el cine como en la literatura suele ser fácil hacerse con la mayoría de obras de una manera u otra, en el mundo del videojuego poseer ediciones físicas de juegos antiguos se está convirtiendo cada vez más en un lujo sólo al alcance de unos pocos, por lo que su exhibición en eventos de ocio relacionados con los videojuegos está cada vez más demandada.

Y en materia de videojuegos retro, una vez enterrado el (casi) difunto Retro Madrid, el evento dedicado exclusivamente a esta manera alternativa de disfrutar del ocio interactivo durante los últimos años ha pasado a ser Parlabytes; un pequeño rincón en Parla donde asociaciones, tiendas y aficionados se juntan para dar vida a este pequeño gran homenaje a la Historia del videojuego.

Es emocionante pasear por la Casa de la Juventud de Parla viendo a padres con sus hijos pequeños echando una partida a Super Pang!, a Pacman, o a Final Fight. Descubrir cómo las nuevas (y no tan nuevas) generaciones se empiezan a interesar por las raíces de lo que hoy es su hobby favorito, o de cómo pequeños negocios familiares, triturados por las grandes superficies en materia de juegos actuales, todavía pueden existir gracias al mercado de lo retro (de sus precios y de la especulación ya hablaremos en otro momento).

Parlabytes ha sido durante estos años el abanderado madrileño de los jugones de la vieja escuela, un pequeño oasis en el que se respiraba cultura y verdadero amor por el videojuego, un rincón por el que pasear sin tener que sufrir la atosigante y asfixiante publicidad y terrible marketing del videojuego moderno, disfrutando de aquellas maravillosas portadas de Azpiri, o de Luís Royo, escuchando es Passing Breeze de Out Run mientras en el proyector del fondo un pixelado Iori terminaba un final round humillando a Leona con su Special en King of Fighters 98.

Todo lo que tiene un principio, tiene un final.

Y es que por desgracia, Parlabytes 2016 será el último Parlabytes que veamos, al menos durante unos años, ya que la asociación La cima de los Vientos, artífices de este maravilloso evento, ha decidido que no continuará organizándolo debido a tres factores que ellos mismos nos explican. Por un lado la conciliación familiar estaba resultando complicada por la cantidad de tiempo necesario para organizarlo y el esfuerzo en consensuar todas las decisiones; en segundo lugar y como consecuencia de dedicar mucho tiempo a organizar el ParlaBytes, el abandono de las demás actividades para jóvenes: este evento retro está organizado por una asociación juvenil con objetivos culturales (no mercantiles) de prevención de riesgos…con muchas actividades a lo largo del año que, ahora, se han perdido.

En tercer lugar, un tema que trae mucho debate: lo que está pasando en el mundo retro, y es que el ambiente no está como cuando se empezó porque aunque venga mucho público el objetivo era que las asociaciones se llevasen bien. La existencia entre las asociaciones va en crescendo en un mundo con un auge de eventos que incluyen retro y cuyo público viene a éste con un sobresaturamiento contra el que Parla no puede competir.

Sin duda una muy dura decisión que, aún siendo un duro golpe para todos los amantes del videojuego retro, es merecedora de todos mis respetos, y es que siempre es mejor acabar algo con dignidad que permitir que se deforme y termine muriendo por sí mismo.

Como dijo el agente Smith en Matrix, “Todo lo que tiene un principio tiene un final, Neo” y en este caso yo añado “bien está lo que bien acaba”. Parlabytes ha sido uno de los eventos con mejor ambiente, compañerismo y buen rollo de cuantos hemos visitado, todo un ejemplo en este aspecto. Y aunque nos seguiremos viendo en eventos más grandes, como en el próximo Expocómic, sin duda ya no será lo mismo.