Generación Friki
En esta ocasión os queremos hacer a modo de batalla, una comparación entre el Salón del Manga de Barcelona (pongamos como base el de este año), que se realizó en la Plaza España de Barcelona a finales de Octubre/principio de Noviembre de este año (2015); días: 29, 30, 31 y 1; de la mano de FICOMIC y el Expomanga de Madrid de este año (2015) que se celebró en el Pabellón de Cristal de Madrid; a principios de Mayo, días: 8, 9 y10; de la mano de AEAC. Supongo que si estáis leyendo un artículo de una página llamada Generación Friki, muchos seréis otakus, o conocedores de nuestra opinión sobre estos eventos, o ya habréis estado en ediciones anteriores de estos encuentros o en alguno similar (si eres del segundo grupo, permíteme que te diga que deberías ir a alguno y luego, replantearte lo de “similar”).
Round 1: localización y espacios seleccionados
Pese a que ambos eventos se encuentran en grandes ciudades reconocidas a nivel internacional y con una alta calidad en cuanto al transporte público se refiere (cerca de metros, autobuses y trenes de alta velocidad que conectan casi todos los puntos de España hasta estas ciudades); el evento de Barcelona está claramente mejor preparado para acoger gran número de visitantes, muchos de ellos foráneos a su ciudad.
Así lo demuestra, el espacio seleccionado con 3 pabellones cerrados y varias zonas al aire libre y el fantástico guardarropa gigante, perfectamente organizado, atendido y planteado para el almacenamiento de maletas lo demostró. (Sí, somos fans de ese guardarropa. ¿Algún problema? XD)
Round 2: entrada al evento.
Como hemos comentado ya en la primera parte de este combate, ambos eventos son conocidos por atraer cientos de visitantes (137.000 en Barcelona y 46.213 en Madrid). Pese a que claramente ambos mueven masas, en Barcelona siguen apostando por la ampliación y el aumento del espacio para poder seguir creciendo en cuanto a afor; mientras que en Madrid seguimos hacinados en la variedad de un único pabellón que se rifó entre los 2 existentes (Pipa y Cristal); mientras los madrileños nos preguntamos ¿Qué carajos pasa con nuestro perfecto IFEMA? (Siempre se han escuchado rumores de que es que en Madrid se pierde dinero, que IFEMA es carísimo…Bla, Bla, Bla. Lo siento, pero no nos creemos que algo que llena aforo un año tras otro, que con lo que pagan las tiendas y las ayudas que recibe la organización se paga el pabellón solito y se sacan directamente beneficios; se pierda dinero. Y nuestra mejor señal de que nuestras sospechas son reales es que se sigue celebrando).
Bueno, regresando al tema, la entrada a los eventos. En estos tipos de eventos las colas son prácticamente algo que se dan por sentado, pues normalmente sólo existe un único acceso. Pero aún así, siempre se puede hacer algo para mejorar y facilitar las cosas y una vez más Barcelona demuestra que por lo menos lo está intentando. Pese a que Barcelona recibe muchos más visitantes que Madrid y sus colas son quilométricas y con una estructuración estilo Gusano del Nokia, su organización es un éxito, puesto que sus colas están siempre en continuo movimiento desde que se abren las puertas, sin empujones, incluido el fin de semana (locura de colas). Antes de las 12 nos encontramos entradas totalmente despejadas con trafico de entrada y salida muy tranquilo y normal. Mientras que en Madrid, simplemente, puede que no entres y te pongas algo más que doradito al sol.
*Un plus para Barcelona por no intentar tomarnos por tontos.
Última Ronda: ya estamos dentro ¿qué nos puede ofrecer?
Y señores, por si todo lo anterior no fuera suficiente aquí llega el golpe final de la victoria. ¿Qué haremos?
Por un lado Madrid suele confiar para sus actividades en las asociaciones que han ido creciendo junto al evento, más exposiciones y exhibiciones. Pero el anterior punto 2, llegado este momento, se revuelve ferozmente contra el evento y es que… ante el poco espacio disponible, una vez más, los organizadores apuestan por los beneficios, llenando el evento de tiendas todo lo que puedan. Dejando muy poco espacio para la realización de actividades y la puesta de escenarios.
Por otro lado, en Barcelona, como tienen para fardar de espacio ponen hasta 4 escenarios diseminados por el evento, el más ruidoso en el exterior (¡gracias por pensar en la gente que vamos!) coordina una cantidad de actividades impresionante. Muchas de ellas organizadas por las propias editoriales, talleres o escuelas de algún arte relacionado con Japón, que al cedérseles espacio generan experiencias de calidad en la que los participantes pueden sacar un momento de disfrute a nivel personal (salón de té gratuito, zona de masajes, taller de Ikebana, de cocina etc). Pero para marcar un punto negativo, marcar que la presencia de asociaciones juveniles de otakus estaban muy relegadas y su número era muy bajo (desconozco la historia familiar entre el Salón y este tipo de Asociaciones que explique su poco presencia en el evento).
En resumen: ¡VICTORIA INDISCUTIBLE PARA EL SALÓN DE BARCELONA!
El Salón de Barcelona demuestra una implicación y una madurez en la puesta en práctica del evento por parte de la organización qué más quisiéramos en Madrid. Y esto, señores, le moleste a quién le moleste, se nota en el ambiente. Los participantes de las Expos se están reduciendo de manera alarmante a quinceañeros ilusionados por encontrarse con sus amigos frikis y comprar cosas. Mientras que los que hemos ido creciendo y ya nos juntamos fuera de estos eventos, y hemos descubierto Internet y la tarjeta de crédito (cuánto daño ha hecho a mi cuenta corriente esto último) vamos desapareciendo de estas macro quedadas, hastiados de sentir que sólo pagamos una entrada (cada vez más cara) para comprar lo mismo que podemos hacer unas paradas de metro más lejos; y los que insistimos en ir nos vamos sintiendo más fuera de nuestro espacio rodeado de adolescentes.
Barcelona es distinto. Después de perder la fe en los eventos mi grupo decidió dar una última oportunidad visitando el famosísimo Salón de Barcelona y pese a la presencia de jóvenes en alto número (que esto está bien, que se necesita sangre nueva. Pero que los veteranos desaparezcan deberían darte una pista de que algo malo pasa), el resto también estamos allí: niños pequeños, adolescentes, jóvenes, maduritos, familias disfrazadas completas. Barcelona ha creado un evento donde simplemente, tengas la edad que tengas, sigues sintiendo bienvenido y con ganas de ir.
¡Pero como siempre, desde Generación Friki os animamos a experimentar las cosas por vosotros mismos y que compartáis vuestra experiencia!
Hola ^^ Es cierto que el Salón del Manga crece en espacio cada año, pero sigue habiendo falta de aforo. Las entradas del Sábado se agotaron semanas antes. Actualmente ya ocupa el espacio máximo del ala este de la Fira de Barcelona. El siguiente paso sería ocupar los pabellones de la calle de enfrente, eso significaría tener que cortar el trafico de la Av. Reina Maria Cristina, como hacen en el Salón del Automovil o antiguamente en el Mobile World Congress. Como eso va a ser imposible, sigo pensando que en unos 5 años, el salón de un gran paso y se celebre en la Fira 2, que es un recinto enorme y moderno donde podrían llegar a la supuesta cifra de 200.000 asistentes, sin que se llegaran a agotar entradas. Imagino que si el Expomanga de Madrid se celebrará en IFEMA conseguirían doblar asistencia y acercarse a los 100.000
Tienes razón, en unos años aquello también acabará desplazándose a otros espacios más grandes y adecuados. Mi opinión, sin embargo, es que deberían de ampliar el número de días. La semana del Salón del Manga o algo parecido, para que no se acumule todo en los previsibles fines de semana, a poder ser. Y que conste que nos parece normal que se visite más en fin de semana…pero entradas más baratas esos días, o eventos claves en las tardes entre semana, podrían desviar algo del tráfico y evitar los agolpamientos. Un saludo y gracias por opinar.