Recuerdo que cuando era pequeña me leí uno de esos libros de tapa naranja con una historia que mezclaba realidad con ficción. Por aquel entonces para mí esos libros eran ciencia pura; asi que si ese libro (- parafraseando a Cervantes -, cuyo nombre no me acuerdo) decía que para salvar el mundo todo el planeta tenía que saltar a la vez, es que era verdad.
Ahora, leo una noticia en la que dicen que si todos los chinos saltaran a la vez, alterarían el eje de rotación de la Tierra. Cierto, la noticia es vieja, tal y como atestigua ese libro de hace…no sé, ¿30 años? pero lo que sí que es cierto es que todos conocemos este mito.
¿Mito? pues sí. Y por eso escribo estas líneas, para desmitificarlo, y dado que se puede probar de una forma matemática, nos encontramos con una realidad descarnada y bastante aburrida.
La Tierra “pesa” aproximadamente 6 trillones de toneladas. Nada, una miaja. Pero eso significa que si tenemos hoy día unos mil millones de chinos, y poniendo un peso medio de 80Kg por chino (sin ofender), hablamos de 80 mil millones de kilos impactando de repente contra la superficie de la Tierra. Por separado parece mucho, pero 80 mil millones contra 6 trillones…no es nada. Vamos, que es parecido al impacto que hace el aire que expulso por la boca cuando quiero enfriar un poco el cola-cao antes de bebérmelo. Dicho de otra manera más científica: nuestro planeta pesa 10 billones de veces más que todos los seres humanos juntos.
Otro tema, que es un poco más confuso, es el hecho de que la masa no lo es todo. Tendríamos que tener en cuenta la velocidad y la dirección. Parafraseando a un experto en el tema: “cuando los chinos saltaran, ellos saldrían en una dirección y el planeta en dirección contraria, a causa de la fuerza que habrían aplicado los saltadores para hacer el salto. Y, acto seguido, los chinos caerían al suelo por la gravedad, pero la Tierra también se desplazaría hacia los chinos, también por la gravedad, porque esto funciona en todas las direcciones. Al final, el resultado global es que todo quedaría igual que estaba en principio”.
Me quedo con mi cuento. Por lo menos, en él, salvábamos el Planeta dando un salto.
Me encanta como cierras el artículo “Me quedo con mi cuento. Por lo menos, en él, salvábamos el Planeta dando un salto”. Me transporta al mundo de los sueños… pero de los que se cumplen, de los positivos. Una mezcla de la bruja de la serie Hechizada moviendo su nariz y solucionando todo, con un gesto tan real y sencillo pero de efectos igualmente mágicos como es un abrazo reconciliador 🙂