CAPTAIN FANTASTIC: esa joyita encubierta del 2016

Que 2016 ha estado plagado de mierda es un hecho, pero también es un hecho que las personas somos muy idiotas y que cuando nos empeñamos en que algo esta mal solo sabemos ver las cosas que, a nuestro juicio, han sido horribles y negativas.

Hablo, cómo no, de todo lo relacionado con el mundo audiovisual actual (¿pensábais que me iba a meter en política?), lleno de remakes, reboots y actos de mala praxis que tienen a más de uno tirándose de los pelos y preguntándose cuando terminará esta carnicería.

Pero, como ya he dicho, no es necesario ser tan negativos, y 2016 también nos ha dado alguna que otra alegría de la que no debemos olvidarnos. No en vano ahi tenemos a La llegada que, sin hacer demasiado ruido, parece haberse ganado un más que digno lugar, no solo en el panteón de la ciencia ficción moderna, sino también en el corazoncito de cientos de espectadores desencantados con el género.

Pues bien, puede que La llegada no sea una película extremadamente conocida, pero su discreta aparición no es nada comparado con el poco ruido que ha hecho el film cuya review (sin spoilers) nos ocupa hoy: Captain Fantastic.

La película, dirigida por Matt Ross y con el genial Viggo Mortensen como protagonista, nos cuenta la historia de Ben Cash (Viggo Mortensen) un hombre con unos ideales muy claros que, harto de la sociedad hipócrita y consumista que le rodea, un buen día decidió aislarse junto a Leslie (Trin Miller), su mujer, y sus seis hijos en lo más profundo del monte de Oregon.

Leslie tiene que abandonar su retiro por motivos de salud, por lo que Ben se ve obligado a quedarse solo con su prole, tres chicos y tres chicas cuya edad varía de los 7 a los 18 años, y encargarse de su formación, tanto académica como física, sin la ayuda de su esposa.

Lo cierto es que la eficacia de Ben en esta tarea es incuestionable, y desde el primer momento nos llama la atención la eficacia militar con la que instruye a sus hijos, con duros ejercicios físicos durante la mañana y con complicadas tareas de estudio y pensamiento crítico durante el resto del día. Pero el sistema educativo de Ben no se queda ahí y ha enseñado a sus hijos a prescindir de las comodidades típicas de las grandes ciudades, siendo estos perfectamente capaces de sobrevivir por su cuenta, alimentándose solo de lo que la naturaleza les ofrece y llevando un estilo de vida en perfecta armonía con su entorno.

El caso es que, por razones que no voy a desvelar, Ben se ve obligado a salir de su retiro y pasar una temporada en el mundo “civilizado” junto a sus hijos, algo que, como podéis imaginar, dará lugar a una serie de situaciones la mar de interesantes en las que la casi anárquica ideología de Ben y los suyos chocará con el consumismo desenfrenado y la pereza intelectual del occidente actual.

Un mensaje que ofrece más de lo que parece

De primeras da la sensación de que la película aborda el típico tema de naturaleza vs. sociedad de forma facil y perezosa pero lo cierto es que no estamos ante una obra común y el despliegue de ideas que Matt Ross nos propone es de todo menos típico.

Captain fantástic desprende originalidad por los cuatro costados y es capaz de abordar temas similares a los que ya vimos en Hacia rutas salvajes (2017) desde un perspectiva diferente: es un drama, una comedia y un ejercicio de reflexión a partes iguales, en el que el mensaje es tan importante como la forma en la que se entrega.

Y es que estamos ante una película que es una oda a la libertad y a la vida misma, una obra que grita que abandonemos los dogmas y las convenciones que nos atan para entregarnos por completo y sin restricciones a nuestra forma más verdadera y sincera, a nuestro auténtico ser.

Sin embargo no todo es tan sencillo, y en lugar de decirnos que una cosa esta bien y otra esta mal la película decide moverse en una amplia escala de grises, mostrándonos que incluso un estilo de vida tan idílico (si es que se le puede llamar así) como el de Ben no está extento de fallos y que el capitalismo occidental, aún con sus errores, tampoco es tan tremendamente maligno como puede llegar a parecer.

Y esta es la forma en que Captain fantástic nos muestra su mensaje, siendo una película que, a través de cada escena no te deje indiferente, es única y diferente, y aunque puede que recuerde descaradamente a The Mosquito Coast (1986) de la que parece que coge el argumento, a la ya mencionada  Hacia rutas salvajes o incluso a Pequeña miss Sunshine por su extraña mezcla de humor estrambótico y drama lo cierto es que estamos ante una producción con una personalidad única y un estilo muy particular que enamorará a los que se dejen atrapar por su propuesta.

Y si hablamos de las actuaciones es obligatorio hablar de la genial interpretación de Viggo Mortensen (nominado por su papel), que parece estar en su salsa con el papel de Ben, y cuyo excelente trabajo impregna cada una de las escenas en las que aparece con un aura de buen rollismo muy especial. El resto de interpretes también realiza un trabajo más que decente, George MacKay no lo hace nada mal, Frank Langella también destaca, pero ninguno se encuentra al nivel de Mortensen.

En cuanto a los aspectos técnicos hay que decir que estamos ante una obra con una estética muy marcada, con una fotografía y un vestuario muy cuidados y con algunas escenas y planos muy inspirados.

#CaptainFantastic invita a la reflexión sin tener que recurrir a grandilocuencias Clic para tuitear

En resumen,  Captain fantástic es una película única, con un estilo diferente y un cruce de géneros que funciona a la perfección. Destacan su divertido sentido del humor, su excelente puesta en escena y su más que acertado tono reflexivo y personal. Una obra que no se anda con tapujos y que invita a la reflexión desde el primer momento, sin necesidad de recurrir para ello a diálogos complicados o profundas meditaciones filosóficas y políticas. Lo que Captain fantástic nos cuenta no lo hace simplemente a través de diálogos, sino que impregna con sus enseñanzas cada uno de los aspectos de una producción que no resulta fácil de olvidar.

Una película fantástica que todo el mundo podrá disfrutar sin problemas. Muy recomendable

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