¡Que vienen los reyes! Esta es la excusa que se han buscado los guionistas para poder satisfacer a los fans de la serie Downton Abbey y hacer una película. Puro fan service, sí, pero como hemos dicho ya en otras ocasiones, hay fan service del bueno y del malo, y este es sin duda del bueno.
La serie, terminada en 2015, cerraba todos los arcos argumentales importantes y dejaba entrever que todos los arcos secundarios iban encaminados a buen puerto. Digo buen puerto porque, pese a la alta carga emocional y dramática que rodeaba a la serie, la sensación de que “todo iba a salir bien” estaba presente en casi todo momento, como uno casi espera de una producción de época, un drama histórico y encima británico.
Y como buen fan service, y aunque obviamente puede verse como película independiente, ofrece mejores resultados visionar Downton Abbey si uno ha visto antes la serie y entiende cada personaje y cada circunstancia, posiblemente en esta ocasión más que con otros productos, dado que no pierden el tiempo en explicar quién es quién ni se molesta en mostrar antecedentes.
El argumento: 1927, dos años después de los hechos que dan cierre a la serie, los reyes repostarán en Downton Abbey camino de un baile y la casa entera se prepara para el recibimiento…para descubrir que las cosas de palacio se hacen de otra forma. Todo el servicio se siente humillado al verse desplazado cuando la Casa Real trae a sus propios chef, pinche, ama de llaves, mayordomo y lacayos, así como sus propios y Reales (que no reales) problemas.
La abuela Violet (Maggie Smith) se pone nuevamente en pie de guerra para deleite de todos los espectadores, cuando un nuevo fichaje para la película, Imelda Staunton (Harry Potter, Maléfica, El secreto de Vera Drake, Shakespeare in love…), en calidad de la prima Lady Bagshaw, llega con el séquito de la Corona y con su doncella Lucy Smith (Tuppence Middleton), siendo menester resolver asuntos del pasado.
Un argumento sencillo con problemas que “arriba” se resuelven de manera elegante y apelando al sentido de la unidad familiar y la lealtad y “abajo” con picardía, trabajo en equipo y humor, pudiendo relajarse el espectador para disfrutar de sus personajes favoritos (porque repite todo el reparto de la serie) y ver cómo solucionan algunas incógnitas relacionadas con el entrañable señor Molesley (Kevin Doyle), el problemático Thomas Barrow (Rob James-Collier) o por supuesto, con el solitario Thomas Branson (Allen Leech – Los Tudor, Roma, Bohemian Rhapsody, The Imitation Game…).
Técnicamente es algo superior a la serie, que ya destacaba por su intachable factura técnica, pudiendo disfrutar de algunos escenarios más que en la serie, así como una climatología más variada (y algo más cercana al verdadero clima inglés, ejem).
Visualmente sigue siendo muy atractiva, destacando que la pompa que trae consigo la llegada del rey Jorge V y la reina María (interpretados por Simon Jones y Geraldine James, respectivamente) nos proporciona desfiles, bailes, cenas, y mucho protocolo británico, todo aderezado con un vestuario de época exquisito.
También hay cosas malas
El mayor fallo de Downton Abbey es su falta de creatividad. Julian Jarrold (guionista) y Michael Engler (director) deciden no arriesgar en ningún sentido, primando esa parte del fan service conformista que prefiere no salirse del academicismo más rancio y contentar a la mayoría. Es por ello que hay un ambiente festivo (muy disfrutable, eso también es cierto) durante toda la película, que no busca el drama ni el conflicto y que hace que las acciones pasen sin pena ni gloria.
Esto en parte es así porque se trata de una película muy de nicho. Ya he mencionado más de una vez que me encantan las películas de época, pero este es el equivalente aristocrático a las películas de acción con muchos coches explotando: te sientas en tu butaca y dejas que plácidamente tu retina capture colores, movimiento y sensaciones, en este caso sin mucho drama y con sobredosis de glamour. Y eso…tampoco es que aporte mucho.
Downton Abbey
Destaca en:
- Encantará a los fans de la serie.
- Cierra algunos cabos sueltos y encauza otros.
- Gran factura técnica y aumenta el despliegue visual.
- Repiten todos los actores de la serie.
Podría mejorar:
- Tendrás que verte las 6 temporadas de la serie para disfrutar realmente la película.
- La película se siente como un capítulo largo para poner el broche a la serie.
- No arriesga nada.
Un comentario
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