Como ya sabréis la mayoría de vosotros, se va acercando la noche en la que las historias de terror, los disfraces y los sustos de algunos de nuestros amigos están a la orden del día. Me refiero sin duda alguna, a la celebración tan esperada por unos y odiada por otros de Halloween. Si pasáis del plan de salir a la calle disfrazados (ojo, que yo lo entiendo perfectamente) y os vais a quedar en casa viendo películas, os recomiendo la ya mítica e icónica en estos tiempos “Eduardo Manostijeras” (1990). Sí, ya sé que no es una cinta de terror y que muchos la habréis visto miles de veces, pero estaréis de acuerdo conmigo en que siempre merece que la veamos una vez más. Y la noche más terrorífica del año, es el mejor momento para hacerlo.
Cabe destacar que Tim Burton se encontraba saboreando los éxitos de “Batman” y “Bitelchús”, pero es conocido por todos que él prefiere un cine más personal, más íntimo, sencillo, sensible y con ese ambiente gótico y romántico tan característico suyo. Por eso, el director se puso en contacto con una todavía no muy conocida Caroline Thompson, que más adelante volverá a contar con ella para la fabulosa “Pesadilla antes de Navidad”, para proponerle que realizara el guión de la película basándose en la historia que Tim Burton le había contado. Rápidamente, ambos se pusieron manos a la obra para dar luz a la maravillosa “Eduardo Manostijeras”.
La cinta gira alrededor de la vida de Eduardo (Johnny Depp), un joven creado por El Inventor (Vincent Price) y que es increíblemente diferente a los demás: tiene tijeras en vez de manos. A pesar de albergar un corazón tierno y bello y un talento sublime con la jardinería, la mayoría de la gente se burla y se ríe de él. Hasta que, inesperadamente Peg Boggs (Dianne Wiest), entra en su mansión para vender maquillaje y cosméticos. La vendedora consigue ver enseguida la humildad, la sensibilidad y el buen corazón de Eduardo y decide llevárselo con ella a su casa. Allí, Bill Boggs (Alan Arkin), marido de Peg, y Kevin Boggs (Robert Oliveri), hijo del matrimonio, no entienden la decisión que ha tomado la vendedora de hospedar a Eduardo en su hogar. Y eso da pie a que la seductora vecina de la familia, Joyce Munroe (Kathy Baker), empiece a interesarse más en Eduardo. Pero, es cuando ve por primera vez a Kim Boggs (Winona Ryder), hermana de Kevin,cuando la historia y su mundo empieza a avanzar, enamorándose completamente de ella, de su ternura y de su bondad hacia él, cosa que a Jim (Anthony Michael Hall), el novio de la hija de los Boggs, no le hace gracia alguna y desaprueba la relación de amistad de Eduardo y Kim.
En #EduardoManostijeras #TimBurton crea un mundo de fantasía con valores reales Clic para tuitearCon “Eduardo Manostijeras”, Tim Burton, nos adentra en una ambientación romántica a la par que oscura, dando lugar a ese estilo gótico tan peculiar que posteriormente podremos ver en “Sleepy Hollow”. El director crea un mundo de fantasía con valores reales, en el que la mayoría de la gente juzga antes de conocer a las personas y se ríen o se asustan de lo diferente. Seres hipócritas y falsos, repletos de envidia, ambición, maldad y odio a los que únicamente les importa meterse y criticar la vida de los demás, especialmente la de aquellos que se salgan de la línea de lo que ellos llaman normalidad. Tim Burton nos quiere enseñar sin duda alguna, una sociedad con un sin fin de prejuicios inútiles, insana, intolerante y poco sensible con las diferencias humanas. Pero también nos deja un rayo de esperanza, demostrando que siempre habrá personas en el mundo que valorarán más el corazón y los sentimientos que tenemos dentro, que la mera apariencia.
Esta última frase, os podría recordar a “La Bella y Bestia” de Disney, y en realidad es así. “Eduardo Manostijeras”, es una mezcla de muchos personajes de cuento y de películas. Podría ser perfectamente un Pinocho, una Bestia y sin duda alguna un Frankenstein por ser esa criatura hecha y moldeada por un inventor. Una mezcla que ha sido capaz de encantar y enamorar a muchos espectadores. Un mundo, como decíamos de fantasía en el que conviven tanto elementos idílicos creados por Burton como oscuros y terroríficos diseñados por Bo Welch, destacando como ejemplo de este último la espectacular y escalofriante mansión y obras de arte de Eduardo. En referencia a la caracterización de los personajes, inevitablemente tiene que destacar la de Johnny Depp, ideada completamente por Stan Winston. Un maquillaje y un vestuario más que sobresaliente del personaje, hacen que quizás en algunos momentos, los demás actores de la película no llamen demasiado la atención, incluso el horrible color de pelo de Winona Ryder, se queda a años luz del polifacético Johnny.
#EduardoManostijeras es una mezcla de muchos personajes de cuento y de películas. Clic para tuitearEl trabajo de interpretación en la cinta es seguramente una de las mejores cosas de la película. Desde los actores protagonistas hasta los secundarios merecen una puntuación de sobresaliente. Johnny Depp y Winona Ryder son capaces de involucrarnos en esa sensibilidad de sus personajes a través de su más que visible química. Nos hacen emocionarnos con sus palabras, con sus conversaciones, con sus sentimientos. Sin duda alguna a la mayoría que hemos visto “Eduardo Manostijeras”, nos resultará muy difícil olvidarnos de las escenas compartidas de ambos actores. Destaca también Kathy Baker, que nos regala una interpretación soberbia y magnífica de la vecina de la familia Boggs. A unos grandes actores, a una ambientación gótica llena de romanticismo, les acompaña una fabulosa banda sonora compuesta por Danny Elfman (quién también compondrá la música de “Sleepy Hollow”), que captura a la perfección los aspectos oscuros, idílicos y románticos que Tim Burton quería demostrar a sus espectadores.
Tras haber visto más de diez veces la película, me alegro increíblemente de que Tom Cruise rechazara el papel de la película con la excusa barata de que una interpretación así dañaría su carrera profesional. Sólo pensarlo un momento: ¿Oos imagináis a Tom metiéndose en la piel de Eduardo Manostijeras? La verdad es que yo prefiero no hacerlo (más que nada porque si lo hago, me darán escalofríos y todavía queda algunos días para Halloween). Como era de esperar, “Eduardo Manostijeras” fue nominada a varios premios, pero únicamente salió vencedora en los Premios BAFTA como Mejor Diseño de Producción y en los Premios Saturn, como Mejor Película de Fantasía. Ahora viene la pregunta del millón: ¿merecidos tales reconocimientos? Mi respuesta es que por supuestísimo que sí.
Con “Eduardo Manostijeras”, Tim Burton no pretende hacer una gran cine, no pretende recaudar millones de dólares. Sino, que va mucho más allá. Burton nos quiere enseñar, como moraleja que todo cuento debe tener, que lo diferente, que lo distinto no es nada malo. Y que estas diferencias, lejos de ser espantosas y terroríficas, pueden ser todo lo contrario: sensibles, de buen corazón y tiernas. Eduardo es esa bestia en apariencia pero con unos sentimientos tan nobles, puros y verdaderos como cualquier ser humano. Posiblemente, la película sea la más personal e íntima de Tim Burton. Y, seguramente una de las que más ha llegado a los corazones de los espectadores, aventurándose algunos a decir que “Eduardo Manostijeras”, es inolvidable.
(8,5 / 10)
Gran película.No apta para corazones duros, mentes estrechas y escasa imaginación. Una lección sobre lo diferente y extraordinario, lo que se sale de lo “normal”.Y
como suele ocurrir, lo distinto, no suele ser admitido, ni
tolerado por las mentes “normales”.Una de las mejores películas del gran Tim Burton.