Y la cosa es así, mal que les pese a ellos, bien que nos beneficie a nosotros, los frikis, el hecho de que Hollywood se esté quedando de tal forma sin ideas que tiene que echar mano de todas las franquicias posibles (hablamos de cómics, videojuegos, libros, pero sobre todo reboots y remakes de viejas glorias), está dando como resultado montones de superhéroes adaptados a la gran pantalla en películas no todas decentes, alguna deleznable, casi todas entretenidas, y alguna gloriosa.
En general no deberíamos tener mucha queja, sobre todo si realmente te gustan las pelis de superhéroes, como es mi caso; (¡sorprendentemente para mí!) pero la realidad que se acusa detrás de este hecho, aparte, obviamente, de la obvia idea de chupar de la gorda ubre de la friki-vaca de DC Cómics, Marvel, etc, es que Hollywood se queda sin ideas… y nosotros pagamos los platos rotos.
En parte la culpa la tenemos nosotros. Las productoras hacen películas que nosotros demandamos. Si hemos tenido la cuarta (o quinta, o sexta) entrega de “Y ya vamos por la ¿quinta?” o de Rocky o de quién sea, es porque tienen muy claro que la gente irá al cine a verlas.
Ya he oído algunas voces que se indignaban ante tanto reboot, spin off, o reedición, porque, reconozcámoslo, no hacen falta tantas películas de Peter Pan, ni de Spiderman. Se tiene la sensación constante de que se está teniendo más de lo mismo hasta que…¿el público se harte? ¿les salga una muy buena? ¿en pro de las futuras generaciones? El único caso justificable lo encuentro en el momento en el que quieres coger un personaje de toda la vida, (por ejemplo, la Maléfica de toda la vida de Disney) y le cambies su naturaleza para hacerla, en este caso “buena”. Vengativa, pero “buena”. Muchas voces se alzarán, pero el mérito de querer hacer algo nuevo está ahí. No están trastocando nuestro mundo, como sería hacer un guion de cero, pero por lo menos no es “lo mismo de siempre pero con un toque diferente”. No es lo que más me interesaría, porque opto por los pasos intermedios (en este caso, sería hacer algo estilo Into the Woods) pero no nos quedaría la sensación de estar viendo lo mismo de siempre.
¿Qué es lo que justifica que la copia pueda a la innovación?
¿Qué ya está todo inventado? ¿Qué me ponga yo a sacar algo de cero? Bien, son respuestas que podríais darme, pero mi trabajo aquí es llamar la atención sobre un hecho que empieza a tocar las narices. Guardianes de la Galaxia venía a mostrar algo fresco unificando mundos, Las Tortugas Ninjas venían a rehacer un clásico de los ´80, puedo entender esos argumentos, pero volver a hacer Batman otra vez sería querer tomarnos el pelo a todos los abnegados frikis que, por amor propio, por seguir estando al día, por poder seguir enarbolando la bandera de friki, acabaríamos otra vez delante de una butaca de cine pensando “hombre, tendré que comparar”.
El aspecto tecnológico es uno de los aspectos que más se usan para justificar la aparición de nuevas películas de superhéroes, y obviamente en algunos casos así es. El Supermán de 1978 podía ser mejorado con una película en el 2015 gracias a los avances, pero el problema del que nos quejamos aquí es que Hollywood no se queda ahí y decide sacar, entre el 2013 y el 2016 tres películas. No una, sino tres. Y encima, no están intentando mejorar la antigua de 1978, sino la del 2006.
Desde luego, nada bueno parecía augurar esta avalancha de pelis cuando fue Ghostrider: el motorista fantasma la primera adaptación moderna del cómic de Marvel al cine y, aunque la cosa evidentemente ha ido mejorando (poco que reprochar a la última trilogía de “Batman”), sí que este año he sentido agobio real de tanta película de superhéroes como se estrenaba. Y la que no, para el año que viene, que éste no daba tiempo.
¿Le entró miedo a Hollywood de la competencia?
Si os paráis a pensarlo, es comprensible el miedo que le tuvo que entrar al Hollywood de imagen real cuando las comedias francesas y españolas empezaron a pegar fuerte, o cuando se empezó (¡por fin!) a reconocer el genio de Miyazaki y del sello Ghibli apareciendo estos últimos años como candidatos a ganar Oscars. O incluso (porque siendo justos hay que decirlo), cuando Pixar-Disney, Dreamworks, e incluso ahora Illumination con su Gru, mi villano favorito y Los minions amenazan el imperio de carne y hueso con las animaciones 3D. Y eso asusta. Tanto como para que el “imperio” Warner-animación contraatacara con lo que pudiera, y últimamente salen maravillas de entre sus fauces como La LEGO película que te dejan con cara de “not bad”; pero aun así, sigue sin ser suficiente…porque no es imagen real.
Este miedo de los actores a quedarse sin trabajo ha debido ser tan grande que muchos prestan sus voces a las películas de animación y videojuegos, mientras que otros están aprendiendo a hacer artes marciales antes de enfundarse las mallas del superhéroe de turno.
Hay que ser reflexivos y justos con este tema. Esto ya no es un mundo donde películas como El señor de los anillos, El hobbit, StarWars o Harry Potter tienen cabida porque son fantasía y/o ciencia ficción; notar que hemos pasado de Willow, una deliciosa aventura épica de la que nadie ha sentido ganas de rehacer mediante un remake (porque no tiene sentido, y esperemos que sigan así), a ir ya por el cuarto reboot de Spiderman. Algo huele a podrido.
Y poco más; decir que siempre le quedará a Hollywood la posibilidad de seguir haciendo adaptaciones de libros pero, por favor, vamos a pedirles que prescindan de cosas como 50 sombras de Gray y vuelvan a Stephen King, que se les daba mejor.
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