Generación Friki
Venga, vale… no os voy a mentir. Estaba esperando con ansias el día de hoy. Desde que vi “Hotel Transylvania” (2012), supe con seguridad que Sony Pictures iba a hacer una segunda parte. ¿Cómo no iba a hacerlo? Utilizar a los monstruos más famosos de la historia del terror como personajes de animación y convertirlos para toda la familia, iba a recaudar millones de dólares. Tres largos años después, llega su esperada secuela, dirigida por el mismo director que su antecesora, Genndy Tartakovsky y escrita por Robert Smigel y Adam Sandler. Aunque no hay demasiados cambios en los actores de doblaje y tampoco en los protagonistas de la cinta, el tráiler dejaba ver que la película iba a ser igual de divertida que la primera. Hacedme caso, uno de los errores más comunes cuando vamos a ver una segunda parte, es tener las expectativas por las nubes. Luego pasa lo que pasa, que no es lo que esperabas y sales del cine con indiferencia.
En “Hotel Transylvania 2” (2015), Mavis y Johnny se han casado y tienen un hijo al que llaman Dennis. Drácula, lejos de hacerse a la idea de que su nieto sea un simple humano, decide convencer a los padres del niño para que se vayan de vacaciones y quedarse él con Dennis. Mavis, una madre sobreprotectora donde las haya, acepta a regañadientes, bastante lejos de intuir los planes de su padre. ¿Y cuáles son los planes de Drácula? Pues nada más y nada menos, que llevar a su nieto a un campamento para vampiros (eso sí, al mismo que fue él) para que así el pequeño se asuste y desarrolle sus increíbles habilidades como monstruo y sea un firme heredero de la familia Drácula. Lejos de ser el campamento que hace siglos fue, el vampiro más famoso de todos los tiempos, no dejará de intentar que a su nieto le salgan de una vez por todas los colmillos.
A pesar de lo que las novedades que parecía prometer el tráiler, “Hotel Transylvania 2” no nos enseña nada nuevo. Mismos personajes a excepción de Vlad, el padre de Drácula (doblado por Mel Brooks), Bella, su ayudante murciélago que odia a los humanos (doblado por Rob Riggle) y Dennis, el hijo de Mavis y Johnny (interpretado por Asher Blinkoff). De hecho, el argumento de la película es un copia y pega de la primera cinta: hay que aceptarnos tal y como somos y la familia estará ahí para apoyarnos seamos como seamos. Sí que es verdad, que ha habido momentos de risa, de chistes, pero desgraciadamente pocos, muy pocos y algo trillados en comparación con los de “Hotel Transylvania”. Además, de las pocas novedades que presenta la continuación, tengo que admitir que el doblaje en castellano ha sido realmente malo y que Arturo Fernández doblara a Vlad, fue bochornoso. Los que veáis la película, sabréis de lo que hablo.
Eso sí, “Hotel Transylvania 2”, cuenta con la misma intensidad y colores llamativos que su predecesora, cosa que he comprobado que es lo que llama la atención a los más pequeños. No tenéis más que ver las fotos o el trailer que adjuntamos en el artículo. Desafortunadamente, la banda sonora tampoco ha sido buena, me ha dado la sensación que cuando sonaba la música, estaba viendo una película para adolescentes y que iba a salir en cualquier momento un ídolo en masas juvenil (qué miedo, madre mía. Eso sí que hubiera sido monstruoso). Y por supuesto, cabe destacar el curioso hecho de que la familia Drácula se ha modernizado con los años, ya que en algunos momentos de la cinta, los protagonistas de ésta, aparecen utilizando teléfonos móviles y ordenadores; por supuesto de la marca de la empresa (faltaría más).
“Hotel Transylvania 2” no es una película mala. Y tampoco me ha costado esfuerzo verla, pero sí que ha habido varias escenas de la cinta, que han resultado un tanto aburridas. Nada novedoso, con la misma moraleja que la primera y con algunas situaciones chistosas. Sin embargo, tengo que admitir que está a años luz de su maravillosa antecesora. Pobre Adam Sandler, creo que no ha tenido suficiente éxito como guionista de la película. Desgraciadamente, tengo que admitir con esta película eso de… “segundas partes nunca fueron buenas”. ¡Otra vez será!
(5,5 / 10)
