IT: superando a la original sin contar nada nuevo

27 años después del estreno de la ya clásica película original y de que Tim Curry nos acojonase a todos con su interpretación del (ahora más bien gracioso) payaso Pennywise, Hollywood vuelve a la carga con una segunda adaptación cinematográfica de la mítica novela de Stephen King, y tú, querido lector, posiblemente te estés preguntando si merece la pena dejarte casi 10 euros en una entrada de cine para ir ver lo que a todas luces podría ser otro refrito más salido de la perezosa mente de un productor de cine cualquiera.

Pero tranquilo, que para estamos nosotros, yo no tengo ningún problema con realizar tales sacrificios y después de haber visto la reinvención de esta aventura de terror llena de globos y algún que otro payaso toca preguntarnos: ¿Es verdaderamente IT tan buena como dicen o no es más que otro intento fallido de Hollywood por resucitar una historia que estaba mucho mejor “muerta”?

La trama de IT nos narra los siniestros acontecimientos ocurridos durante la década de los 60 en el pequeño pueblo estadounidense de Derry, lugar donde un grupo de niños intentará desvelar el misterio que se esconde tras las numerosas desapariciones del pueblo mientras luchan para soportar las inquietantes apariciones de Pennywise, el payaso bailarín, una terrorífica entidad cuyas verdaderas intenciones son todo un misterio y que parece determinado a atormentar a nuestros protagonistas hasta límites insospechados.

La historia arranca de la misma forma que lo hacía la película homónima de los 90, con la mitiquísima escena del barco de papel, y ya en sus primeros compases se revela como una cinta superior a la que pudimos ver hace casi tres décadas. Tranquilos, no voy a dedicar el artículo a comparar ambas obras (ni a discutir su fidelidad como adaptación, eso para otro día) pero sorprende, y mucho, que un remake sea capaz de superar tan dignamente a la versión que lo precede, así sí.

Así, esta nueva IT, si bien no esta exenta de errores, sorprende desde el primer momento por su innegable calidad y por lo bien que se ha sabido adaptar a nuestros tiempos una película que, admitamoslo, no había envejecido demasiado bien. Digo esto porque, a pesar de que Tim Curry realizó un excelente trabajo como Pennywise, hay ciertas obras que inevitablemente pierden gran parte de su impacto con el paso del tiempo, y viendo lo relevante que había resultado el payaso asesino para la cultura popular es difícil no ver lo apropiado que resulta intentar resucitarlo adaptándolo a los nuevos estándares de terror actuales, además de que una manita de cgi siempre anima un poco las cosas, ¿no?

CGI que, por cierto, le sienta como un guante al Pennywise de Bill Skarsgard, que nos regala una interpretación del personaje verdaderamente inquietante y a la que solo se le puede reprochar que no tenga más tiempo en pantalla. Creedme cuando digo que sorprende, y mucho, lo bien que funciona el payaso como villano en esta nueva adaptación, viéndose enormemente beneficiado por las virguerías que permite la tecnología actual y convirtiéndose en el indiscutible centro de atención cada vez que hace acto de presencia (banda sonora incluida), resultando verdaderamente perturbador y transmitiendo a la perfección la sensación de terror que invade a todo aquel que se cruza con su sonrisa.

En cuanto al resto del casting, basta con decir que la elección de interpretes ha resultado de lo más acertada y que los niños que protagonizan la cinta tienen mucha química entre sí y funcionan fenomenal como grupo (además de que recuerdan un montón a los de Stranger things), destacando las actuaciones de Sophia Lillis y Finn Wolfhard.

Decente pero, ¿un referente?

Por desgracia no es oro todo lo que reluce y, si bien Andy Muschietti (Mama, 2013) ha conseguido adaptar la historia de IT al cine de terror actual, no ha sido capaz de hacerlo aportando algo al género, y todos los elementos tan geniales con los que cuenta la película se ven arrastrados por una trama anclada en las convenciones del mismo, cayendo en ciertos tópicos y clichés que todos conocemos de sobra, y rematando la historia con un final que, lo mires por donde lo mires, no está a la altura del resto del film y que consigue empañar ligeramente su más que decente resultado general.

Además, si bien la película engancha y no aburre en ningún momento, sí que es cierto que en algunas ocasiones resulta ligeramente inconexa y que realiza transiciones de unas escenas a otras de forma algo abrupta y demasiado repentina.

Al final, IT se revela como una película que se encuentra por encima de la media en el más que trillado género de terror y cuya interesante historia y geniales personajes consiguen mantenernos pegados a la butaca durante las más de dos horas que dura la cinta. Por desgracia, los tópicos a los que recurre y el insulso final con el que se resuelve la papeleta la alejan de la excelencia. Una pena, porque IT tenía todos los ingredientes para haberse convertido en todo un referente y de haber sido más original y prescindir de las convenciones del género hoy podríamos estar hablando de una película verdaderamente memorable….¿será igual con la segunda parte?

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