JOHN WICK 3 PARABELLUM: Si quieres la paz, prepárate para la guerra.

Si la primera película de John Wick podría haber sido autoconclusiva, no así John Wick 2, que nos muestra a todas luces con su final que requiere de una continuación. Esta se encuentra en John Wick 3 Parabellum (2020) que comienza una hora después del término de la segunda parte, con un Johnny en una situación muy complicada porque, básicamente, han puesto precio a su cabeza y está siendo perseguido por todo aquel que no tenía nada mejor que hacer, ya no en Manhattan, sino a lo ancho y largo del globo.

Y si este argumento parece sobado y simplón, augurando únicamente un par de horas de tiroteos y artes marciales, lo cierto es que el grupito de guionistas se ha molestado en ampliar el pequeño universo mostrado en las dos anteriores películas, ahondando en multitud de detalles y con un guion consideramente más consistente. Nuevos escenarios, nuevos personajes (Asia Kate Dillon, Anjelica Huston, Saïd Taghmaoui, Robin Lord Taylor…), mucha simbología, tradiciones y rituales de las mafias y del sindicato de asesinos, así como coreografías muy frescas, crean una película que, si de por sí ya se siente más consistente en todos los sentidos, va demostrando a medida que pasan los minutos que es la mejor de la saga.

Todo esto no quiere decir, ni mucho menos, que nos encontremos con una película con un tono o estilo diferente. La combinación artes marciales + disparos + humor graciosete (a base sobre todo de “one liners”) sigue estando, pero mostrando incluso en este aspecto una evolución, pasando de un John Wick un poco oxidado (por el contrario, encontramos un Keanu Reeves en perfecta forma) a arma de matar infernal con patas a medida que avanza la película.

Su esencia de videojuego básico le ayuda, dado que en general cada arco argumental consta de una pantalla con esbirros y un jefe final, encontrando las dos mayores diferencias en que ahora no siempre mueren “los malos” con un tiro en la cabeza, y en que John Wick te acaba recordando a nuestro querido John McClane de Jungla de Cristal, pero en traje, que no olvidemos que el ex asesino a sueldo de la mafia rusa es un James Bond en cuanto a etiqueta y locuacidad se refiere.

Hablemos de los perros

Otro cambio que vamos a observar en John Wick 3 Parabellum es que los perros dejan de ser un elemento decorativo. Podríais rebatirme que no, que han sido el móvil y el inicio de la venganza y la razón de ser esta saga que el año que viene estrenará su cuarta entrega, tan importante su presencia que muchos la llamamos La Saga del Perro (aunque en realidad sólo eran un MacGuffin); pero lo cierto es que siempre eran un elemento decorativo que poco o nada interactuaban con John como no fuese para acercarse, dejarse acariciar y mostrar que El Hombre del Saco sí tiene un corazón y buenos sentimientos, porque, ¿acaso no decimos que aquellos a quienes les gustan los animales no pueden ser malas personas?

Pero llega la tercera entrega y con ella Hally Berry como Sofía, también ex asesina, gerente del Hotel Continental de Casablanca y amante de los cánidos, que debe pagar su deuda con John llevándole ante Berrada (Jerome Flynn), el maestro de monedas y marcadores de los asesinos y miembro de la Alta Mesa (de los que veremos varios en esta película). Sobra decir que el encuentro es movidito, pero si algo tiene esta escena es la inclusión de los perros como arma en la batalla, como otro compañero más, sintiendo su presencia fluida y orgánica, y no dirigida por su ama, como suele suceder en las películas de acción.

Hablemos de la acción

Que ya he hablado, pero esta tercera entrega destaca precisamente por la jarana que se reparte y John Wick 3 Parabellum es ante todo una película de acción y el público estará esperando vaciar su cabeza de problemas por un rato para dejarse llevar por la marea de violencia, a veces injustificada, a veces innecesaria, pero afortunadamente muy bien dirigida, que cumple sobradamente con nuestras expectativas.

Y si antes hablé de la inclusión de perros para las escenas de pelea, y al principio hice hincapié en lo frescas que eran las coreografías de lucha, ahora me siento obligada en resaltar el mimo con el que cada escena está realizada. La pelea en la tienda de antigüedades destaca por su ultra violencia, mientras que la fantástica persecución en moto (Keanu Reeves = paseícos en moto) trasciende lo ingenioso e hipnotizante hasta dejarnos con la boca abierta. La pelea con el chef asesino Zero (Mark Dacascos) muestra estrategia y destreza (porque ¿qué es un cocinero en una película de acción si sólo es un cocinero?), contrastando con el caos y la carnicería de la batalla campal de Casablanca.

Así pues, John Wick 3 Parabellum se revela como una muy buena película de acción en la que, pese a que empiezas sabiendo casi cómo va a terminar, su sabor conocido no te resta disfrute; con gusto veremos repetir a personajes con los que ya nos encariñamos como Ian McShane, Laurence Fishburne o Lance Reddick, que, ya sea por el guion, ya sea porque ya vamos por la tercera entrega, nos resultan más trabajados e interesantes; y aplaudiremos una entrega y precisión en las escenas de lucha que harán que todas las películas de acción de este año se sientan avergonzadas de no ponerse a su nivel. Cine palomitero, sí, pero del bueno.