Recién terminadas las clases de la facultad, un grupo de estudiantes decide pasar un fin de semana en una cabaña apartada… (Joder, que novedoso). Hasta ahí es lo habitual, lo interesante es que cuando llegan a la cabaña, no son conscientes de que están en una instalación siendo monitorizados y sus movimientos manipulados, siendo marionetas para un futuro incierto. Y no cuento más porque, sorprendentemente el metraje guarda muchas sorpresas.
Apenas recibió promoción y llegó tarde a España (cosa que no nos debería ya de extrañar), una peli del 2012, y que se estrene en 2013 en España…tiene cojones. Pero lo raro de verdad es que la fama de su guionista no precediera a La cabaña en el bosque (The cabin in the woods). Joss Whedon es el tío de Los Vengadores (y de gran cantidad de los guiones para la serie de Buffy, Cazavampiros) película en la que también actúa una de las “víctimas” de La cabaña en el bosque, un jovencísimo Chris Hemsworth; ya sabéis, el que luego lo peta como el Thor de Marvel, y de Mucho ruido y pocas nueces (2012), en la que actúa otra “víctima”, Fran Kranz. Por lo tanto tenemos a un tío que está bastante curtido en el mundo del terror de serie B y tiene bastante control en cuanto a la coordinación de un grupo de personajes en el guion; nada puede salir mal. En el guion también colabora el propio director de la cinta, Drew Goddard, quién ya tiene a sus espaldas guiones de películas como Monstruoso (Cloverfield 2008) y Guerra Mundial Z (2013).
Está claro que todas las películas de terror siguen un patrón, una mitología que se repite desde los cuentos de terror en las hogueras. Pero La Cabaña en el bosque desmonta todos los tópicos, riéndose del género y respetando todo el marco de la mitología del terror, y al hacerlo hace pensar al espectador… ¿y si todas las películas de miedo tuvieran un punto común?. Esta cinta responde a las preguntas de cualquier espectador que, tras disfrutar de un film de género Slasher, se pregunta sobre el dudoso sentido común de las víctimas de los monstruos/ psicópatas de turno, sirviendo pues como piedra angular para mostrar una curiosa teoría que te muestra el mundo del terror desde otra óptica (con todo tipo de folklore del género de terror, desde zombies, robots asesinos, a dioses oscuros sedientos de dolor…) aderezado con un magnífico humor negro.
En resumen, una película indispensable, que merece ser vista dos veces para ver más de un detalle, que los tiene, al más puro estilo de un huevo de Faverge, y hecha con un presupuesto limitado, pero con mucho mimo y cariño.
(9 / 10)