La película se vendía sola con su tráiler. Sabías lo que te ibas a esperar desde el primer momento y eso, cuando se trata de cine, últimamente es una bendición. La ciudad perdida (The Lost City, 2022) es una comedia romántica que, por una vez, tiene lo justito de romántica y bastante de comedia. En realidad, desde el remake de Jumanji, la película Espías y films similares, tengo la sensación de que alguien ha querido recuperar el espíritu de las comedias de antaño porque, siendo bastante predecible (nah, un par de sorpresas), es muy disfrutable con su dosis adecuada de acción, aventuras y comedia. Si lo pienso, es lo que me hubiera gustado encontrar con Uncharted y que no tuvimos.
La ciudad perdida tiene un argumento sencillo. Loretta Sage (Sandra Bullock) es una exitosa escritora de novelas románticas y de aventuras. El protagonista de sus novelas está representado por el modelo de portada Alan (Channing Tatum) con quien no tiene muy buena relación. Cuando Loretta es secuestrada por Abigail Fairfax (Daniel Radcliffe) para que le ayude a encontrar el tesoro que cree que se encuentra en una isla remota Alan por un lado, Beth la publicista por otro (Da’Vine Joy Randolph) y Jack Trainer el rastreador humano (Brad Pitt) intentarán rescatarla.
El caso es que todo el argumento está muy bien hilado. En contraposición a las comedias de aventuras habituales en las que el argumento sólo existe para que los protagonistas se contoneen o suelten sus one liners, la coherencia de cada escena, el carácter de cada personaje y el desarrollo de la trama están muy bien justificados. Sandra Bullock, quien hace unos años empezó a hacer comedias de verdad (recordemos Cuerpos Especiales) desarrollando una vis cómica que hasta ella ignoraría que existía, hace un gran papel interpretando a la traumada y misántropa novelista. Tampoco se le queda a la zaga Channing Tatum, del cual conocemos muchas más comedias de acción (recordemos esos comienzos en Infiltrados en clase) resultando de este tándem un gran trabajo debido a la buena química que mantienen entre ambos.
Y quizás ahí resida la clave de La ciudad perdida. El guion de Oren Uziel (Mortal Combat) y Dana Fox (Cruella) sabe aprovechar muy bien las actuaciones de actores de la talla de Brad Pitt o Daniel Radcliffe sacando el lado cómico en el caso del primero, y probando el segundo su primer papel de villano, de forma bastante convincente. Cuando eres un joven millonario excéntrico y nini no hay nada peor que hacer adoptarle el papel de villano cruel y seguro de sí mismo, por lo que la interpretación de Radcliffe, tan alejada de ese estereotipo, es totalmente aceptable. También el trabajo de Tatum y Bullock es destacable, gestándose su relación poco a poco. Es fantástico ver evolucionar a los personajes cuando se trata de una película de acción-comedia en la que no te lo esperas para nada.
Tampoco estoy hablando de sutilidad. Los personajes de Patti Harrison, Óscar Núñez e incluso el de Da’vine Joy Randolph son histriónicos y facilones y, aunque pensemos que queda bien con el estilo de la película, resta mérito al trabajo del resto de los actores.
El resto de los detalles son técnicos. El sonido, sacado de esas aventuras de arqueólogos y junglas, es muy decente. Los efectos especiales a veces tienes la sensación de que podrían ser mejores. La música, a veces al servicio de la narrativa, otras como elemento risible, podría mejorar… en general La ciudad perdida no hace nada especialmente complicado y por ello tampoco nos da pie a que le veamos grandes fallos. Cuando ves escenas que, en realidad, son muy sencillas, entiendes que más que la aventura de encontrar el tesoro es el viaje interior del personaje a lo que estás asistiendo. Y eso es mucho decir para una comedia que, de primeras, sólo quiere entretenernos.
La ciudad perdida es una comedia convencional en el sentido clásico de la palabra. De alguna manera, nos lleva un poco al pasado, cuando las historias querían ser sinceras, el humor era natural (no digo que inteligente, sino natural) y las relaciones se gestaban para que el guion mantuviera su coherencia. No se le puede poner mala nota porque lo que hace, lo hace bien y no sólo porque cumpla su objetivo de entretener, sino porque se desmarca de las “comedias románticas” a las que nos está acostumbrando el séptimo arte últimamente, para demostrarnos en qué consiste una comedia romántica. Esta vez sin comillas.
Un comentario
Pingback: EL ESPECIALISTA: dedicado a los dobles de acción del cine. - Generación Friki