LA LIGA DE LA JUSTICIA de ZACK SNYDER: Para Snyder la longitud importa

Años después del culebrón de La Liga de la Justicia, de que Snyder abandonase el proyecto por sus dramáticas circunstancias y que Josh Whedon hiciese aquella mediocre versión del mismo nombre que nos llegó al cine, se estrena La Liga de la Justicia de Zack Snyder (2021); una suerte de versión del director adaptando la visión original de Snyder en un largometraje de 4 horas que no deja indiferente a nadie.

Para empezar Snyder se ha quitado de un plumazo prácticamente cualquier atisbo de gag humorístico, ha tratado el color, ha remontado, cortado y adaptado las escenas que ya conocíamos de la cinta original y ha añadido un enorme montón de metraje nuevo, bien ya fuese cortado por Whedon cuando hizo su versión, o bien grabado en especial para esta nueva película.

Misma película, diferente enfoque

Que nadie se engañe, La Liga de la Justicia de Zack Snyder no es una película nueva: es la misma Liga de la Justicia que vimos en cines hace unos años, la misma historia, los mismos acontecimientos, la misma trama y los mismos personajes. Sin embargo, el diablo está en los detalles, y los detalles que Snyder añade a su versión del film son abundantes, ricos en matices y le añaden a la historia muchos elementos nuevos, a la vez que se suprimen otros.

Tramas como la de Cyborg (Ray Fisher) o las visiones del futuro de Batman, que no funcionaban en la cinta original por vagas o simplemente por estar mal desarrolladas aquí cobran sentido y le añaden riqueza a los personajes y cohesión a la historia, siendo metraje que se agradece mucho y que le suma enteros a una trama que quedaba con demasiados flecos mal hilados en la original.

Por otra parte, la cinta se siente atiborrada, el ritmo es excesivamente lento en ocasiones debido a que la enorme cantidad de minutos agregados al metraje estropean su agilidad, convirtiendo a La Liga de la Justicia en un suculento plato sólo para los más fans, que seguro disfrutarán sobremanera la enorme cantidad de fanservice agregado. Sin embargo, estos mismos detalles no ayudarán a que los menos conocedores del universo DC (o los simples amantes del cine) vayan a apreciar en absoluto esta versión por encima de la que se exhibió en cines hace unos años.

Serie, dramática, pagada de sí misma

Quizá Marvel nos ha (mal) acostumbrado a que todas las cintas de superhéroes deben ser un compendio de chistes blancos, acción y chascarrillos, quizá su influencia ha calado tanto en el género que ya no sabemos despejar la mente cuando nos sentamos ante una obra que claramente tiene un enfoque tan radicalmente diferente como el de La Liga de la Justicia de Zack Snyder. Pero lo que sí es cierto es que Snyder se toma muy en serio la historia que pretende contar: Sus colores sobrios, personajes atormentados, conversaciones graves y todo ese enfoque tan cercano al DC más oscuro, al DC de Injustice, hace que la película resulte a ratos pretenciosa, otras veces ridícula, pero otras sublime y con un buen mensaje.

Snyder firma con La Liga de la Justicia un metraje excesivamente largo, irregular en su acabado, con un CGI muy modesto pero que en líneas generales y con muchos peros, mejora a la original en todo menos en el ritmo.

Sabemos que Snyder tenía pensado hacer de La Liga de la Justicia una trilogía (ya cancelada) y también conocíamos algunos de sus planes con los diferentes superhéroes (recordemos que el Batman de Affleck también está cancelado en pos del nuevo Batman de Pattinson). La Liga de la Justicia de Snyder es un adelanto de lo que podría haber sido, y en opinión del que suscribe, podría haber sido algo muy digno de ver. Ahora la pregunta está en si DC seguirá por la línea trazada con la estupenda Joker o se lanzará a hacer más cine palomitero e insustancial (pero rentable) como lo fueron Wonder Woman 1984 y Aquaman. Lo veremos con el tiempo.