Generación Friki
El terror, ese género puramente palomitero en el que siempre hay un gran misterio que resolver, mucha gente muerta de por medio y una chica guapa atrapada en una vorágine de sangre y embutido. Se puede decir que dentro de este género hay dos grande sub-géneros: el occidental, más orientado al “Slasher” con monstruos o psicópatas que van matando a sangre fría a un grupo de personas que intentan sobrevivir, y el oriental, más basado en las leyendas , los folclores y parapsicología, centrado en generar atmósfera sin mostrar litros de sangre.
Los dos sub-géneros tienen grandes exponentes, como “Cabin in the woods” o “Saw” en el terror occidental y “The Ring” o “JU-ON” (La maldición) en el género oriental.
En este caso, “El grito” o “The Grudge” es un remake occidental producido por Sam Raimi de un gran éxito como es “JU-ON” añadiendo toques de un lado y de otro a una película que se perfila como el pastiche perfecto del canguelo y el mal rollito.
“El grito” se desarrolla en dos líneas temporales: la línea temporal “actual” nos cuenta como Karen (Sarah Michelle Gellar), una joven estadounidense (y rubia, como no podía ser de otra forma) que trabaja como voluntaria en un hospital japonés cuidando de ancianos, va a sustituir a Yoko en su visita habitual a una casa. Desde el momento en que Karen pisa el domicilio algo le dice que ahí las cosas no están bien; sucesos extraños empiezan a ocurrir y toda la gente que en algún momento ha estado dentro de esa casa empieza a morir en circunstancias misteriosas. La segunda línea temporal se narra a través de Flashbacks y viene a contar los sucesos acaecidos en la vivienda tiempo antes, dándole sentido y explicación a toda la trama.
de pelo lacio que hacen que me
cague por la pata abajo?
“El grito” funciona a las mil maravillas como película de terror, manteniéndonos en suspense durante todo el film, que consigue atrapar e interesar con una historia bien hilada y explicada en su justa medida. Los momentos de terror son muy frecuentes, toman la base del cine oriental y más concretamente de la película que versionan (“JU-ON” ) con escenas muy parecidas a las de su homónima japonesa; algunas de ellas son ya todo un clásico del género.
Salvo en un par de ocasiones, la película intenta prescindir de escenas explícitas o “gore” consiguiendo generar terror a base de trucos sonoros, manchas, apariciones espontáneas y psicología, cosa que nos encanta, ya que hoy por hoy las vísceras y la sangre por la sangre tiene muy poco impacto en un publico prácticamente insensibilizado a la hemoglobina y la casquería barata.
Sin duda “El grito” es una de esas pelis de visionado obligatorio para todo amante del género del terror, un film de manual que consigue intrigar y asustar con bastante elegancia y sin tener que recurrir a la escena de persecución tan clásica en este tipo de películas.
El homónimo japonés de “El grito“, “JU-ON“, es quizá una película más lenta, sesuda, con un enfoque distinto y orientada a un público más específico, aunque sin ser en absoluto mala película; de hecho. es mejor que el remake en varios aspectos. Sin embargo “El grito” no sólo es un remake muy respetuoso, ya que incluso han mantenido la localización geográfica de la historia en Japón, cuando podrían haberla ubicado en cualquier lugar de EEUU, como suelen hacer en este tipo de remakes; sino que además nos parece más redonda como película de terror, consiguiendo de una manera tremendamente eficaz lo que se propone: asustar, intrigar y generar mal rollito y aversión infinita hacia las mujeres de pelo largo y lacio, a las que no volverás a acercarte nunca.
(7,5 / 10)
