Ya lo hemos dicho varias veces; en Generación Friki somos amantes del cine de acción, del palomitero, quizás porque somos de la generación que creció en los 80, con aquellas maravillosas películas de Van Damme, Schwarzenegger, Stallone o Gibson. Lo que hoy es un cliché desfasado en aquella época era el ABC del cine de acción; quizá por eso nuestra generación (La Generación Friki) sabemos disfrutar de otra forma el cine de acción, chistes baratos, “one liners”, y malos malosos que sólo quieren ver al mundo arder.
Y eso precisamente son Las Tortugas Ninja (2014) una colección de tópicos del cine de acción de los 90, mezclados sin una gracia demasiado especial, sobados, a veces algo zafios y otras demasiado cogidos por los pelos, pero qué coño, ¿no es eso mismo lo que hizo grande al género hace 30 años?.
Cuando entrábamos al cine dos nombres flotaban en el aire: Michael Bay, el productor de esta nueva iteración de las tortugas Ninja, y Transformers 4 su anterior película, cosa que nos llenaba de terror y ganas de salir corriendo, y eso hablando de los redactores de Generación Friki es mucho decir, ya que tenemos una resistencia inconmensurable a las películas basura.
La presencia de Megan Fox (haciendo el papel de April O’neil) tampoco es que ayudara mucho, sobre todo porque esta vez no hay un escote de vértigo que nos distraiga de sus infames actuaciones. Pero por otra parte está el factor positivo: Enormes Tortugas antropomórficas haciendo Ninjutsu, soltando chistes y luchando contra robots. En esa frase hay tantas cosas maravillosas juntas que ni la presencia de Michael Bay y su “bitch” Megan Fox podían echarme atrás, un reclamo demasiado poderoso.
Las Tortugas Ninja tienen mucho de la cultura de los 80; Los Ninjas, el Kung Fu, las cosas radioactivas/mutantes, los robots, y los protagonistas extrovertidos montados en monopatines. Un cocktail que los más jóvenes no entenderán, pero que a la gente de determinada generación hacia atrás nos dará un golpe bajo en toda la nostalgia, consiguiendo que disfrutemos más de la cuenta de una peli que a todas luces es bastante casposilla. El film es entretenido, como película de acción tiene sus momentos, todo muy ligerito y desenfadado para que lo puedan digerir espectadores de todas las edades. Los malos son muy malos y hacen cosas de malos; los protas, buenos buenísimos, con pequeños conflictos que siempre se resuelven, llenos de humor y buen rollito, y muchas explosiones con enormes daños colaterales en los que aún quedando la ciudad medio en ruinas, nunca muere nadie; y la chica de turno que, en este caso cambia, jugando esta vez un papel más importante que en los cómics o en las películas de los 90 (las buenas, al menos las dos primeras).
Los protagonistas, las tortugas, (Pete Ploszek como Leonardo, Alan Ritchson como Raphael, Noel Fisher como Michelangelo y Jeremy Howard como Donatello) se comportan durante toda la peli como lo que son: adolescentes, y esto lo hacen muy bien; cierta hiperactividad, muchos chistes, frases y conclusiones no demasiado inteligentes y amor por la pizza. No era demasiado complicado acertar con el guión y la actuación de los cuatro protagonistas, hay que decir que en mayor o menor medida, lo consiguen, menos en el diseño… joder, qué diseño.
Y es que las comparaciones con las películas de los 90 de las Tortugas Ninja son inevitables. Por aquellos entonces ya se trataban de películas sencillas y familiares muy entretenidas, sin ninguna pretensión ni aspiraciones a ser nada más. Y hay que decir que estas pelis antiguas siguen siendo netamente superiores a esta versión actual y más descafeinada de los héroes del cómic. ¿Por qué se acierta más en general en la versión de 1990?: El argumento es mucho más fiel al original, las tortugas estéticamente son más parecidas a los diseños en papel, todo tiene un aire más dramático y más dentro de contexto. Sin duda Las Tortugas Ninja tenían mucha más razón de ser en 1990, que hoy en día, donde los ninjas, los monopatines y los radiocasetes al hombro solo siguen vivos en los corazones de los treintañeros y en Internet.
Poco hay que hablar del argumento de la película, desde el minuto dos ya sabrás lo que va a pasar en toda la peli, como va a acabar y podrás prever los pobres intentos de giros en la trama. El argumento en Las Tortugas Ninja está tan traído de los 80 como sus protagonistas, pero al fin y al cabo en este tipo de films cuenta más el viaje que el motivo de este. Las Tortugas Ninja nos regala algunas escenas muy divertidas que te sacarán una carcajada quieras o no y momentos bastante espectaculares, muy del gusto de Michael Bay, con sus escenas a cámara lenta y explosiones ya marca de la casa.
El film no inventa la rueda, tampoco lo pretende; es una película familiar, que busca hacer pasar al espectador hora y media divertida y que en la mayoría de las ocasiones lo conseguirá, y si no lo consigue no te alarmes; no todo el mundo aguanta a Megan Fox “””actuando””” hora y media sin tetas de por medio.
Si quieres saber lo que es una peli infame, pásate por nuestra reseña de Transformers 4, o mejor, por la de Trascendence o, si quieres continuar con las tortugas, la crítica de la segunda parte: Tortugas Ninja 2 (2016)
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