En realidad, los minions no tienen un pelo de tontos. Con la excusa de que la genética les hacía buscar al ser más poderoso para servirle se aseguraban protección de por vida. El problema reside en que si eres tan torpe que tu ayuda se convierte en la destrucción de tu amo…necesitas un villano que sea realmente fuerte y resistente.
Así, tras siglos de Historia, llega 1968 y los minions encuentran en Scarlet Overkill la supervillana perfecta, y se empeñan en entrar a su servicio. Kevin, Bob y Stuart se embarcan en una loca cruzada para que su especie no desaparezca, víctima de la depresión (que todos sabemos que es la enfermedad de moda) que les embarga cada vez que no se sienten útiles.
La verdad es que, visto así, suena un poco esclavista: minions que no pueden sobrevivir sin un amo; pero lo cierto es que la veneración y alegría que demuestran los minions cuando pertenecen a un villano se asemeja más a la relación entre un perro y su dueño, incluidos los gestos de alegría cuasi-aleatorios que nos encontramos en los pequeños seres amarillos.
“Los Minions” es una precuela de la película “Gru, mi villano favorito” llevada a cabo por Ilumination Entertainment, en la que se responde a la pregunta ¿qué hacían los minions antes de encontrar a Gru? Pues por lo visto rodearse de malos megalómanos o sencillamente con algún tipo de dote para el liderazgo. Desgraciadamente, es un argumento que no da para mucho más. Era obvio que, dado el éxito de los minions, y para que siguiera rodando la rueca del dinero, era cuestión de tiempo que acaparan la gran pantalla con su presencia, dejando de ser meros secundarios, pero no olvidemos que es algo habitual (por ejemplo “Los pingüinos de Madagascar“) cuando has conseguido construir personajes secundarios sólidos para tu película. En el fondo, es un gran halago.
Al ser “Los Minions” una película de animación para todos los públicos, encontramos el clásico malo megalómano dispuesto al “Mal” con mayúsculas. El malo típico de las primeras películas de 007, o de la serie “Capitán Planeta“. Un malo comparable a Scar, Úrsula o Jafar, con la enorme diferencia de que en este film los malos nos provocan risas. Scarlet Overkill (con voz en original de Sandra Bullock) y su marido no resultan malos convincentes. Son inventores, ladrones, ególatras, pero siempre nos causan risa, provocando que sea una película apta para niños, con toda la inocencia que, pese a poseerla “Gru, mi villano favorito“, no era tan obvia como aquí, encontrándola más fácilmente en películas como “Ponyo en el Acantilado“.
Esta candidez, encarnada en la figura de los minions, es lo que hace que esta película tenga un visionado más ligero que la primera y segunda de “Gru”. Sigue siendo muy divertida (nos encontramos con un gag tras otro) pero el guión es casi una excusa para poder mostrar diversión a través de humor fácil, tontuno, absurdo, por parte de los seres inmortales amarillos. Aún así, el guión muestra solidez y sentido, siendo la primera parte mucho mejor que la segunda.
El gran problema que le encuentro a “Los Minions” es que el lenguaje no verbal acaba siendo insuficiente tanto para seguir la película (por ello la inclusión de tanto diálogo) como para que nos sumerjamos en una experiencia completa. Quizás no era tan buena idea dejar a los minions como protagonistas de su propia película. Son muchos, y es más difícil que nos transmitan sus sentimientos y nos lleguen al corazón, por mucho que gesticulen, como sí que hizo con infinita facilidad el robot en la película de “Wall·E“.
Al final, nos encontramos con una película muy divertida perteneciente al clásico cine familiar, de las de no parar de reír, con un argumento un poco simplón, una banda sonora aceptable pero no reseñable, un ritmo frenético y la sensación de que aunque se dediquen al Mal, nadie puede no adorar a los minions.
(6,5 / 10)
Genial Susana! Muy buen artículo! Entran ganas de ir a verla y reírse sanamente del “mal”, y también de hacer un video-forum sobre pelis donde la maldad es difusa, no está claro quién es el malo, y cómo esta tendencia afecta a nuestra visión del bien y el mal en la sociedad 😉