LOS VENGADORES INFINITY WAR: que comience el desfile de superhéroes

Los Vengadores Infinity War (2018) me recuerda a esos cócteles que saben bien, pero que cuando los miras son de color marrón y prefieres no preguntar qué llevan, sólo cerrar los ojos y beberlos. Miraste las botellas de brillantes colores y pensaste que juntarlas haría que fueran aún más brillantes, pero el resultado engañaba, como cuando pones mucha Coca-cola a un cubata para que no se note que el whisky es malo.

Y dejando las metáforas aparte, Los Vengadores Infinity War viene a complacer a la masa, a estallar de lo puro palomitera que es y a que no paremos de esperar la llegada del siguiente superhéroe de turno con la boca abierta porque, si nos encantan los crossovers, ¿cómo decirle que no al crossover por excelencia?

Es posible que la película fuera larga porque había muchos personajes que presentar; este simple argumento parece que justifica en nuestras mentes que casi todas las escenas que se presentan tengan, por un lado, mucha acción (claro, si queríamos diálogo, pues nos vemos la película correspondiente del héroe de turno, faltaría más) y por otro, que se haya podido reducir la trama de la película a una frase digna de Terminator: hay que matar a Thanos.

¿Y quién es Thanos? Bueno, casi me enamoro de la versión que de él hicieron Pascu y Rodri en Destripando la Historia hace unas semanas, pero por lo que nos atañe es el villano de la peli y ya hizo sus pinitos como tal en Los Vengadores (2012), Guardianes de la Galaxia (2014), Los Vengadores: la Era de Ultrón (2015) y la segunda parte de Guardianes de la Galaxia (2017) donde definitivamente se presenta como un cabrón con pintas.

Un villano “de película”

Dentro de la lógica de Thanos, (a saber, hay superpoblación en el Universo (¿¿??) y voy a matar a la mitad de la población de cada planeta para solucionarlo y que no devasten cada planeta enfrentándose entre sí) tenemos el argumento perfecto para que los Vengadores, los Guardianes de la Galaxia y los freelances se unan en lo que promete ser la batalla de las batallas. La palabra épica es la que más resuena en la cabeza de todos los fans de las películas de acción+humor+superhéroes y que van a tener en Los Vengadores Infinity War su mejor exponente al cumplir de sobra la máxima de entretener.

No da la sensación de que las razones ocultas de Thanos para actuar así vayan a ser tomadas en cuenta; si a estas alturas no lo han hecho no creo que lo hagan en sucesivas películas. Por mi parte, tampoco pretendo contar nada si es que realmente han prescindido de estas motivaciones para darnos una explicación simplona, pero cualquier lector de cómics de Marvel sabe de la relación nociva entre Thanos y La Muerte y cómo conllevó aquello a la persecución de las gemas del infinito para empoderar el Guantalete del Infinito.

Esta historia obviada u olvidada habría provocado una carga argumental mayor a la película si se hubiera tenido en cuenta, amén de un villano gris y no completamente malo como tenemos aquí y una riqueza narrativa fruto de tener que contar cosas y no sólo hacer un espectáculo visual y sonoro, que es a lo que ha quedado reducida Los Vengadores Infinitiy War.

Aun así, no todo lo que nos presentan es malo y el personaje de Thanos (Josh Brolin) verdadero protagonista del film, protagoniza junto con Gamora (Zoe Saldana) y otro personaje una de las escenas que, con lo plana que resulta la película para los momentos dramáticos, casi nos sorprende y puede llegar a emocionarnos.

Y el caso es que no necesita escenas de esas porque ya tiene a todos los superhéroes que nos gustan. Sale Hulk (Mark Ruffalo) y nos emocionamos, sale Steve Rogers (Chris Evans) con su nuevo look y mojamos el asiento, sale el Dr. Strange (Benedict Cumberbatch) y decimos, ¡toma!…así que la película no se tiene que pringar en hacer escenas de gran valor porque el valor mismo lo ponen sus propios superhéroes cada vez que salen a escena y tienen su minidosis de protagonismo (que no su evolución como personajes, vaya).

Marvel nos ha ido preparando para esta película

Esto es así porque a lo largo de casi una década las películas de Marvel nos han ido mostrando superhéroes, mimándolos, haciendo que nos encariñemos con ellos, que empaticemos con sus historias (si es que eso es posible tratándose de superhéroes) mostrándonos su lucha, su lado más humano, etc, etc para ahora, frente al poder devastador de Thanos, machacarlos y hacer que suframos con ellos. Ese es el verdadero poder de Los Vengadores Infninity War, un as en la manga para que pensemos que todo el despliegue de acción, efectos especiales y reencuentros de camaradas de armas lleva a ese momento final en el que tenemos que decidir si ha valido la pena querer tanto a esos personajes.

Los Vengadores Infinity War es el blockbuster por excelencia, y en ese sentido un blockbuster muy bueno; es esa escena final de cualquier anime shonen (me está viniendo a la cabeza Dragon Ball y hagamos todos juntos la Genki-dama para matar a Bu) que estás deseando que llegue porque todos tus personajes favoritos son amigos (en realidad aliados, compañeros si eso, pero queda mejor amigos) y luchan contra la personificación del Mal.

Por otra parte, lo mejor que tiene ir a un preeestreno es que al final todos aplaudimos y no me siento infantil ni fuera de lugar por ello. Casi…es lo que espera la película que hagas, ¿verdad?

Os entretendrá, os divertirá (Marvel SABE cómo hacerlo) y os dejará con ganas de más, pero, quitando los efectos especiales y las poses molonas, falla en todo lo demás, empezando por lo narrativo y siguiendo por el débil pegamento con el que une a todos los superhéroes dentro de una misma película. Pero bueno, hay que salvar el universo, ¿no?