En los tiempos que corren empieza a ser patente que resucitar una saga cinematográfica para seguir añadiendo títulos no suele ser una buena idea. Terminator, Star Wars, o Cazafantasmas son algunos de los fracasos más sonados a la hora de volver a traer a la vida sagas que ya estaban cerradas. Ahora le toca el turno a Matrix con su cuarta entrega, de la que se hace cargo Lana Wachowski, una de las dos directoras de la trilogía original que, con sus aciertos y sus errores, ha convertido a Matrix Resurrections (2021) en una interesante cinta de acción, pero una muy mala continuación para la saga.
Incongruente con su universo.
Ya de primeras se hace evidente que para resucitar una saga como Matrix necesitas traer de vuelta algunos de sus protagonistas, en este caso Neo (Keanu Reeves), Trinity (Carrie-Anne Moss) y algunas sorpresas más se van añadiendo al catálogo de personajes que van dando forma a la nueva cinta del metaverso Matrix (Yahya Abdul-Mateen II, Jonathan Groff, Neil Patrick Harris, Jada Pinkett Smith, Priyanka Chopra, Lambert Wilson, Daniel Bernhardt, Jessica Henwick).
Sin embargo, como ya sabéis, tanto Neo como Trinity mueren de manera razonablemente definitiva en Matrix Revolutions, por lo que su vuelta se hace, no solo confusa, sino incongruente con la historia que nos contaron. Por ejemplo, según Matrix revolutions, Neo y el agente Smith terminan unidos en un único ser, lo que provoca la destrucción de Smith, la salvación de Matrix y, por consecuencia, el fin de la guerra. Y, sin embargo, aquí están todos esos personajes de nuevo ignorando el hecho de que, de existir Neo, ya no sería el mismo, sino el resultado de asimilar al agente Smith y por lo tanto una persona diferente.
Al menos es congruente con el hecho de que la guerra terminó y Lana y su equipo de guionistas traen una excusa razonable para traer de vuelta la guerra contra las maquinas, la escasez de recursos, que las obliga a volver a usar a los humanos como fuente de energía.
Matrix Resurrections es una cinta larga, que se cocina a fuego lento y que carece de las impactantes escenas de acción de sus predecesoras. Ya no hay una lucha contra agentes en una autovía, ni los mechas controlados por humanos defendiendo Sion; ni siquiera se llega al nivel del fantástico tramo final de la primera cinta, mucho más parco en efectos especiales y, aunque sí que hay varios momentos espectaculares, muchas veces estos están más enfocados en recurrir a la nostalgia que en conseguir verdaderas escenas de acción sorprendentes.
Tampoco se puede decir nada bueno del montaje, que abusa constantemente de introducir escenas de la trilogía original, casi siempre a modo de recordatorio, asumiendo así que el público es tonto y, donde antes había filosofía, metáfora, y una narrativa inteligente, ahora hay flashbacks de Morfeo por si no te acordabas de quién era.
Y para un servidor esta es la peor parte de todas: Matrix Resurrections prescinde de la filosofía, las verdades a medias y las metáforas visuales que nos llevaron en su día a mil especulaciones sobre el sentido de algunos de los elementos de la saga. Sin esto Matrix pierde su principal característica definitoria (y el látex, el látex tampoco está) para acabar siendo una película de acción del montón.
Matrix Resurrections como película de acción
Lo más agradable de Matrix resurrections es que es una cinta de acción que no pertenece al universo Marvel, ni al de DC, ni a Fast and Furious, ni a ninguna de las infinitas sagas que hoy en día copan las taquillas, y amigos, aunque estemos hablando de una cuarta parte, creedme que se siente muy fresca comparada con la enésima película de Vin Diesel.
Como ya he dicho, las escenas de acción no están a la altura de la trilogía original, y muchas veces están demasiado enfocadas en hacerte recordar momentos de las cintas pasadas, pero eso no significa que no estén a un buen nivel en comparación con lo que el cine nos tiene acostumbrados hoy en día. Los combates cuerpo a cuerpo son interesantes y las situaciones suficientemente originales como para no parecerse a nada que hayamos visto últimamente, y esto es un detalle de agradecer.
Al final, Matrix Resurrections no funciona como secuela, no aporta nada nuevo a la saga, no es respetuosa con sus películas originales y su argumento resulta en un montón de excusas que muchas veces infringen las reglas de su propio universo. Sin embargo, funciona como cinta de acción y también funciona como producto fanservice. Volver a ver a Neo y a Trinity repartiendo estopa, la pelea en el dojo del constructor, las naves de la resistencia y, en general, todo aquello que nos enamoró un día de Matrix, sigue aquí y se ve mejor que nunca. No puedo negar que Matrix Resurrections ha conseguido golpearme en toda la nostalgia, y también es cierto que como cinta meramente de acción y, si nos olvidamos de lo increíblemente relevantes que fueron sus precuelas, resulta un producto solvente e interesante, entretenido cuando menos.
Creo que, si no la has visto aún, deberías ir a ver Matrix Resurrections; es posible que la odies, sobre todo si fuiste muy fans de las originales como es mi caso, pero en el fondo no es una mala película y tiene un buen puñado de cosas interesantes que mostrar que no hallarás en una cinta de Marvel.
Matrix Resurrections
Destaca en:
- La presentación de IO es muy emocionante
- Visualmente tiene algunos momentos muy potentes.
- Es una cinta entretenida con buenos momentos de acción…
Podría mejorar:
- …Aunque no están, ni de lejos, a la altura de las originales.
- Pisotea constantemente las reglas de su propio universo.
- El terapeuta y Smith… terrible.