MORTDECAI: fracasando con dignidad

Sabía que en EEUU ni la crítica ni la taquilla habían sonreído a Mortdecai, el último film de David Koepp, pero aún así me senté en la butaca con expectativas de pasar un buen rato viendo al excéntrico Johnny Depp haciendo, una vez más, uno de esos papeles estrafalarios que tanto le gusta interpretar.

Mortdecai se nos presenta como una comedia de robos y enredos en la que el protagonista, un petulante y amanerado pasante de arte que da nombre al film (y que interpreta Johnny Depp), debe encontrar un Goya desaparecido con la ayuda de su inteligente esposa Johanna (Gwyneth Paltrov), su fiel mayordomo y matón Jock (Paul Bettany) y del inspector Martland (Ewan McGregor).

Sin embargo lo que promete ser una muy divertida película termina siendo un film simple y llanamente pasable; los gags no acaban de llegar y cuando lo hacen son generalmente flojos y poco inspirados, tirando demasiado por la vía fácil y sobada. Un humor que pretende ser fino e inglés pero que se queda a medio camino terminando por ser algo tonto y falto de originalidad. Ni siquiera la actuación de Johnny Depp destaca demasiado, siendo el personaje demasiado parecido en dejes y expresiones al famoso pirata de Disney Jack Sparrow.

Sí que hay que destacar el papel que hace Paul Bettany interpretando a Jock, el abnegado mayordomo de Mortdecai, un personaje muy interesante y divertido que al final resulta ser el mejor chiste de toda la película.

Salta a la vista que el señor Koepp ha tratado de moverse dentro de el estilo impuesto (de manera intachable) por El Gran Hotel Budapest creando una película rápida, que se mueve con mucha soltura y en la que los estrafalarios personajes son la salsa de todo el asunto. Pero por desgracia se ha quedado muy lejos de su objetivo.

No voy a decir que Mortdecai es mala, ese adjetivo lo suelo reservar a esas películas que no consiguen su objetivo principal, que es entretener; en este aspecto podemos decir que aunque no consigamos verle del todo la gracia a la cinta, esta se las ingenia para mantenernos entretenidos durante la poco más de hora y media que dura, así que bueno, algo habrá hecho bien David Koepp, ¿no?.

Como siempre decimos en Generación Friki, el humor es el género más complicado, no todo el mundo se ríe con lo mismo ni de lo mismo; por extensión tenemos la convicción de que la comedia de calidad es un unicornio que solo aparece de vez en cuando. Es verdad que a nosotros películas como Ted nos hacen reír a carcajadas, pero es muy respetable que el vecino de al lado no termine de encajar sus chistes sobrados y enfocados a un público muy concreto.

Mortdecai no es la mejor comedia, ni siquiera es una de las buenas, pero hay que concederle la valentía de tratar de ofrecer algo diferente a lo que el género nos tiene acostumbrados y, aunque hay que darle mas las gracias por ello a El Gran Hotel Budapest por abrir esa puerta, David Koepp ha tenido el valor de cruzarla y de ofrecernos un film que no lo consigue, pero lo intenta, y eso amigos míos es ya de por sí un valor añadido en cualquier película.

(5,5 / 10)