SILICON VALLEY: la nueva joya de la HBO.

Es conocido por todos el buen trabajo de la cadena de televisión americana HBO con las series. True Detective, Juego de Tronos y Los Soprano son sólo algunos ejemplos de su ya reconocido éxito. No conformándose con eso, el 6 de Abril de 2014 estrenaron su nuevo trabajo: Silicon Valley, creada por Mike Judje y apuntando a que se va a convertir en otro de los trofeos seriéfilos de la famosa cadena si sigue por el buen camino.

Silicon Valley nos cuenta la vida de Richard (Thomas Middleditch), un informático emprendedor que vive en el lugar donde se encuentran las empresas de tecnología más aclamadas del mundo. Al crear un nuevo código para la comprensión de datos, bautizado como “El Flautista”,  Richard se encuentra ante una doble oportunidad: o vender su producto a Gavin Belson (Matt Ross), director de Hooli, la empresa para la que trabaja, por diez millones de dólares (una cantidad bastante razonable, evidentemente) o aceptar la propuesta de doscientos mil para crear su propia empresa que le da  el capitalista de riesgo Peter Gregory (Christopher Evan Welch).

Para escoger la mejor alternativa, el informático contará con la ayuda (a veces un poco interesada) de sus amigos Erlich Bacham (TJ Miller) con la misma profesión que Richard, Jared Dunn (Zach Woods), un experto en contabilidad y administración de empresas, Gilfoyle (Martin Starr), un arquitecto de sistemas, Dinesh (Kumail Nanjiani), un programador informático, Nelson (Josh Brener, sí, atentos al enlace, ya apuntaba maneras como friki), informático con habilidades escasas y Mónica (Amanda Crew) miembro de una empresa interesada por “El Flautista”.

Silicon Valley es una serie de una calidad indiscutiblemente brillante. Se puede ver a simple vista que su guión y el reparto de actores, con perfiles evidentemente estereotipados, han sido cuidados a la perfección dando lugar a una posible nueva obra maestra de la HBO. Se puede decir que han conseguido que sea una historia capaz de ser vista por la mayoría de las personas. Con esto quiero decir que evidentemente, no deja de ser una serie que gira entorno a la tecnología y a sus empresas pero que los espectadores que no estén muy puestos en ese área podrán verla y entenderla sin ningún tipo de problema, ya que no emplean en ningún momento frases compuestas por galimatías informáticos difíciles de descifrar.

Como no podía ser de otra manera, Silicon Valley está repleta de guiños dedicados a Steve Jobs y a su manera de crear e innovar desde una casa, sin apenas los recursos y materiales adecuados, únicamente con la ilusión e ingenio de los componentes del grupo, en este caso, de los amigos de Richard.

La serie cuenta con muchos momentos divertidos que dejarán a la persona que lo esté viendo con ganas de saber qué pasa en los próximos capítulos y de conocer más sobre las aventuras de los personajes. Otro aspecto a favor que tiene Silicon Valley es la duración; cada parte es de unos veinte minutos escasos (que se pasarán volando, hacedme caso) muy bien invertidos, evitando así que el espectador se aburra debido a capítulos excesivamente largos.

A veces ha sido comparada con The Big Bang Theory, pero podemos asegurar que la apuesta de la HBO no tiene nada que ver con la serie que lidera Sheldon Cooper, estando muy lejos de ser la misma historia y mucho menos una copia de la primera. Tampoco tiene nada que ver con la historia de Google, por supuesto. 

Silicon Valley cuenta hasta ahora con dos temporadas pero es bien sabido (para mi fortuna) que en abril del 2015, la cadena americana renovó la serie por otra tercera más, dejando claro que los nuevos chicos de la HBO seguirán pisando fuerte al menos por un año más.

(8 / 10)