SONIC 2, LA PELÍCULA: mismo erizo con diferente collar.

Hace dos años Sega, como si fuera parte de un plan para revivir a su mascota, empezó una campaña que solucionara años de malas decisiones empresariales. Lo primero fue una correcta adaptación al cine con el simple nombre de Sonic, La Película y, en el 2022, la secuela y película que hoy nos ocupa, Sonic 2, La Película, que compartirá protagonismo con Sonic Frontiers, un juego de gran presupuesto que entra dentro del plan de recuperación de Sega.

Sonic 2, más respetuosa con sus raíces

Cuando revisamos la primera película de Sonic, dos grandes problemas salieron a relucir, el primero era su poco respeto con el lore de la franquicia de videojuegos ya que, más allá de una notable (y genial) cantidad de guiños a estos, la historia poco o nada tenía que ver con lo que se nos cuenta en los juegos con más chicha, como Sonic Adventure. Esto es algo que, sin duda, ha mejorado en la secuela que, con la presentación de dos personajes clásicos en la saga como Tails y Knuckles, llega también un buen puñado de trama argumental que si se alinea más con las historias de los videojuegos (sin ser para nada iguales), estando esta vez centrada la historia en la Master Emerald, con unas personalidades en protagonistas y villanos también mucho más en la línea de lo visto en las versiones interactivas.

Tenemos a un genial Robotnik (Eggman, o como lo han traducido al Castellano, “Carahuevo”) interpretado por un Jim Carrey que lo da todo por ajustarse al personaje pese a no contar con un guion que le respalde como actor y saque verdadero partido a su potencial cómico. Tails se revela como el eterno compañero del protagonista con el que desde el principio mantiene un “bromance” que, aunque no se ajusta tanto a la relación de “sepmai y kohai” que nos venden en los juegos, sí que es algo mucho más fácil de digerir por el espectador occidental.
Por su parte, Knuckles sigue haciendo el papel de fuerte, bobalicón, fiel y malhumorado rival del protagonista, justo como era de esperar.

De problema en problema.

El segundo gran problema sigue estando ahí, y es que Sonic 2 fracasa de nuevo al intentar alcanzar a todos los públicos, siendo una cinta que probablemente solo gustará a los más pequeños de la casa, a los que va claramente dirigida, y por su enorme cantidad de guiños a los fans de los juegos, que disfrutarán viendo el enorme mimo que se ha puesto en esta secuela en representar algunos de los grandes momentos de la franquicia, pero dejando muy pocas escenas de la cinta para los demás, y quedando alejada de la capacidad de “tener un poquito para todos” de la que hacen gala grandes películas como Red, o Encanto, por nombrar dos de las más recientes.

El peor fracaso de Sonic 2 es el conflicto que surge al querer mantener a los personajes humanos de la primera parte, Tom (James Marsden), Maddie (Tika Sumpter) y Rachel (Natasha Rothwell) en escena en una cinta en la que Sonic, Tails, Knuckles y Robotnik se llevan todo el protagonismo. Y es que a estos personajes se les ha otorgado un arco secundario que pretende ser más del gusto de los adultos pero que en ningún momento funciona ni se mantiene coherente con el eje central de la película, interrumpiendo la trama central constantemente para contarnos algo que no interesa ni aporta absolutamente nada a la película más allá de añadir metraje.

Para ir acabando, podemos concluir que Sonic 2 es una cinta que mantiene el nivel visto en la primera parte, mejorando a esta en cuanto a sentido de la aventura y fidelidad con la fuente original se refiere y, de la que, sin duda, bebe mucho más; también la película logra mantener cierto “regusto” a las pelis de aventuras de los 90, cosa que se agradece. Sin embargo, la secuela comete también otros errores, siendo una cinta que no sabe ser más que un entretenimiento demasiado ligero y enfocado casi en exclusiva a los más jóvenes de la casa. Y aunque esto último no es necesariamente algo malo, es importante recordar que el fan de Sonic se encuentra más en la franja de los 30-40 que la de los 10-20.

Sonic 2 se revela como un entretenimiento correcto, con algunos momentos inspirados, pero que en ningún momento pretende ser nada más que un film entretenido con el que pasar un rato en familia, a tus hijos probablemente les encantará y tu quizá te sientas tentado de desempolvar los viejos cartuchos de la Mega Drive, lo que no es poco.