Spider-Man Lejos de casa (Spider Man Far From Home, 2019) estaba llamada a ser una cinta de cierto peso dentro del MCU; de hecho, es la película que pone fin a la fase 3 del macabro y elaborado plan que tiene Marvel para dominar el mundo seguir tejiendo el hilo que conforma su basto universo de súper personas y súper villanos. Es como la última carta en una torre de naipes y, aunque en este caso, para Marvel no hay ningún riesgo de que se les derrumbe la torre, sí que sirve como conclusión final a aquel famoso chasquido y también tiene la responsabilidad de allanar el camino hacia la esperada fase 4, en la que veremos a Los Eternos, más de Guardianes de la Galaxia, la película de Viuda Negra y Black Panther 2, entre otras.
Cerrando el ciclo
Sin embargo, Spider-Man Lejos de Casa, aunque resulta un entretenimiento magistral y una buena película de superhéroes en general, no consigue cumplir las expectativas en el sentido más estricto de “pieza del MCU” y final de ciclo. Supongo que muchos esperábamos un poco más de contexto, algo más de metraje que nos explicase las repercusiones que ha tenido el lapso de 5 años tanto para los que se quedaron como para los que se fueron y, aunque es verdad que la cinta ofrece un puñado de respuestas, estas se antojan algo vagas y sobre todo incoherentes con lo que se muestra a continuación.
Las ciudades están demasiado vivas y la “vuelta a la normalidad” de todos los personajes y del universo en general (recordemos que en esta película vemos varias localizaciones a lo largo de Europa) es tan rotunda que cuesta creer que la mitad de la población del planeta haya estado ausente cinco años. Todo sigue tal y como lo conocemos ahora y, pese a que está claro que no nos íbamos a encontrar con un paraje post apocalíptico, lo lógico hubiera sido que las secuelas de “The Gap”, o “El lapso” se sintiesen patente tanto en las localizaciones como en las personas. Uno entiende que un evento tan traumático queda marcado para siempre.
Spidey en su intrascendente pero entretenidísima aventura
Y es que Spider-Man Lejos de Casa, como digna película Marvel, acierta sin esforzarse demasiado en su tarea principal, que es la de resultar un más que buen entretenimiento de 120 minutos. Como siempre, el ritmo, el montaje, los gags y las escenas de acción son marca de la casa. Marvel tiene receta que se esfuerza por seguir al pie de la letra puesto que el platillo resultante gusta a todo el mundo. No es cocina creativa, ni el mejor entrecot del mundo y tampoco lo pretende. Digamos que es una buena pizza que, aunque sabes que no es lo mejor que puedes comer, está muy rica y resulta un plato sabroso en casi cualquier situación y que además gusta a todo el mundo.
Las escenas de acción están muy bien resueltas y resultan variadas; quizá alguno eche de menos la clásica escena de Spidey balanceándose entre los edificios de la gran manzana, pero en general el hombre araña se sabe desenvolver con mucha soltura entre las casas bajas europeas y nos regala un buen puñado de piruetas aéreas, golpes, explosiones y espectáculo.
¿Una película de relleno?
Peor parados quedan los personajes y el desarrollo de la trama en general. Una trama que se siente demasiado como el típico capítulo de relleno, uno de esos en los que, cuando acaba, todo queda exactamente en el mismo lugar en el que empezó y que si nada hubiera pasado no habríamos notado la diferencia. De hecho, Spider-Man Lejos de Casa comete el error de dejar que su trama avance exclusivamente a través de sus dos escenas post créditos, que evidentemente resultan imprescindibles y que deberían de haber sido introducidas dentro del metraje de la cinta. La sensación de expectación que generan estos dos cliffhangers es enorme, pero también es un arma de doble filo, pues más de uno caerá en la cuenta de que que los 120 minutos anteriores a los post créditos han sido completamente irrelevantes.
En cuanto a personajes, ni el joven Peter Parker (Tom Holland) ni ninguno de sus compañeros parece que hayan aprendido absolutamente tanda de la experiencia vivida con El Lapso. Peter, lejos de haber madurado después de la lucha por el universo y la pérdida de su mentor, se siente un personaje tan bobalicón como siempre, cometiendo errores impropios del personaje que además la película aprovecha para desarrollar la trama. Peter sigue encadenado en ese matiz cómico que parece que no le permite dar más de sí como personaje y, aunque no falta la escena nostálgica, a la hora de la verdad resulta, posiblemente, el Peter Parker más hueco de todos los que hemos visto últimamente en el cine.
Por otro lado, las escenas con el resto de los compañeros de clase (interpretados nuevamente por Zendaya y Jacob Batalon) son entretenidas y tienen grandes momentos, pero en general carecen de la brillantez de la primera cinta y son tan abundantes que en ocasiones entorpecen levemente el ritmo de la cinta. Tampoco podía faltar la historia de amor, que por clásica y previsible tampoco aporta nada.
De Misterio (Jake Gyllenhaal) y su papel en Spider-Man Lejos de Casa resulta difícil hablar sin destripar una buena parte de la cinta, pero la decisión que se ha tomado con este personaje es la clásica que o la amas o la odias.
Finalmente, Spider-Man Lejos de Casa es una película completamente recomendable tanto si eres fan y seguidor del MCU como si solo buscas una cinta de acción entretenida y divertida. La sensación de película de relleno que impera a lo largo del todo el metraje puede jugar en su favor en el sentido de que resulta un film muy poco exigente para el recién llegado al universo de Marvel. Ahora sólo nos queda esperar para ver qué es lo que Marvel nos tiene preparados para los próximos años, que seguro no será poco.
Spider-Man Lejos de Casa
Destaca en:
- Como siempre, resulta una película de lo más entretenida
- La variedad de localizaciones aporta frescura al universo Spidey y al MCU
- Las escenas post créditos, imprescindibles…
Podría mejorar:
- … Tanto que es un delito que no formaran parte de la película…
- …Y que la trama general del MCU sólo avance gracias a ellas
- El personaje de Peter Parker da para mucho, mucho más.