¿Qué hay después de la muerte? La pregunta que ha supuesto siempre un rompecabezas para la raza humana ha sido formulada por filósofos, biólogos, religiosas y, en general, por cualquier persona de este planeta, jamás ha sido contestada, y puede que jamás lleguemos a contestarla. ¿Y si lográramos no tener que hacernos esta pregunta jamás? ¿Y si pudiéramos vivir eternamente? Las posibilidades serian cientas, incluso miles; podríamos convertirnos en Dioses, seres inmortales, sobrepasando así nuestros límites como especie y convirtiéndonos en algo más, algo que a lo mejor no deberíamos ser nunca.
Altered Carbon es una serie original de Netflix que cuenta con 10 capítulos basada en la novela homónima de Richard Morgan y dirigida por Laeta Kalogridis, también conocida por escribir el guion de Shutter Island. La historia nos sitúa en un futuro distópico donde la humanidad ha conseguido digitalizar la conciencia humana guardándola en pequeñas pilas corticales (la destrucción de estas implica la muerte real), permitiendo así que la muerte ya no sea un problema y dejando paso a la posibilidad de cambiar de cuerpo (llamados en la serie “fundas”) a nuestro antojo, pudiendo elegir tanto una funda biológica como una sintética.
En mitad de esto nos encontramos con Laurens Bancroft (interpretado por James Purefoy), una poderosa figura política de la Tierra la cual quiere descubrir quién fue el causante de su propio asesinato y para ello traerá de vuelta a la vida a Takeshi Kovacs (interpretado por Joel Kinnaman), un exmilitar que luchó contra el actual orden mundial, siendo así condenado a prisión hasta su posterior liberación por parte de Bancroft. Takeshi tendrá que resolver este misterioso asesinato que poco a poco le irá llevando por diferentes tramas que irán dando más profundidad a este universo distópico.
Altered Carbon clava el universo cyberpunk de Blade Runner o Ghost in the Shell
La ambientación es uno de los puntos más fuertes de la serie, presentándonos un futuro con muchos toques cyberpunk que recuerdan mucho a lo ya planteado en películas como Blade Runner y Blade Runner 2049 o en la obra de Masamune Shirow, Ghost in the Shell (recientemente adaptada a imagen real), presentándonos grandes avances tecnológicos como las ya mencionadas pilas corticales, IAS que no se alejan mucho de la concepción que podríamos tener ahora mismo, o la realidad virtual, convertida en una tecnología tan compleja que la diferencia entre ésta y la real apenas es perceptible. Toda esta ambientación es más que un mero recurso para darle un carácter a la serie ya que nos sirve para poder tratar temas sociales, políticos, filosóficos o religiosos a través de esta sociedad que tantos matices pose y que iremos descubriendo poco a poco.
Los grandes temas de la serie
El tema central parte de esa ya conocida a día de hoy relación entre el poder y el dinero. Aunque se haya podido alcanzar la inmortalidad de la consciencia no todos son los que tienen los recursos para hacerse con nuevas fundas, dejando así una impresionante brecha entre los colectivos más poderosos que gozan de todo lo que imaginan, consiguiendo así la vida eterna y elevándose casi hasta la figura de dioses, (unos dioses corrompidos por la divinidad que ellos mismos se otorgan); y entre la mayoría de la sociedad, personas que intentan vivir acorde a las posibilidades que se les ofrece, dejando paso muchas veces a actos de delincuencia para poder subsistir en este orden social que se les ha impuesto.
Esta diferencia entre clases se nos muestra de una manera muy visual utilizando la propia ciudad, donde los ricos y poderosos viven en rascacielos que se alzan más allá de las nubes dejándonos muy clara la similitud con el Olimpo y esta divinidad que les rodea, mientras que la población restante se encuentra en una ciudad oscura, abarrotada de gente y con un aura de opresión que no hace más que reflejar la decadencia que mucha gente sufre día a día.
Otros temas también muy importantes que se irán tratando durante toda la trama tienen que ver con la propia religión o la prostitución, temas que se verán afectados por la tecnología que se nos plantea, mostrándonos grupos religiosos que creen en la pureza del alma dejándonos a todos la pregunta de si es correcto que utilicemos dicho poder, un poder que juega con destruir la concepción de la propia humanidad y perdiendo la posibilidad de morir que nos hace tan humanos; mientras que por otro lado se nos muestra los límites y las consecuencias que se alcanzarían en la prostitución si se hiciera negocio y se aprovechase todas las posibilidades que los cambios de funda posibilitan.
Personajes, motivaciones y acción
Los personajes que se nos irán presentando durante toda la trama cuentan con gran personalidad y carácter, con lo que cada uno nos ira planteando una serie de problemas e ideas que irán unidos a estos planteamientos sociales y filosóficos, contando así con buenas interpretaciones como las de Renee Elise Goldsberry interpretando a la líder de esta fuerza militar que lucha contra el orden impuesto y contra la idea de que el poder corrompe nuestras almas; la actuación de Chris Conner como la IA de un hotel que plantea la posibilidad de una inteligencia artificial que se comporta de una manera natural y biológica dejando la posibilidad de tratar a estas conciencias artificiales como humanas, o la interpretación de Trieu Tran como una persona extremadamente religiosa que planteará problemas religiosos y los límites que esto conlleva.
Con esta cantidad de temas y personajes que se nos presentan en la serie se nos plantea un problema que hace que la serie pierda algún que otro punto positivo, dejando la sensación de que muchos temas que quieren ser tratados pasen sin pena ni gloria dejándolos en el tintero y desconcertando a veces en algunos planteamientos de la trama, teniendo así algunos personajes que poco nos importan y que notamos que muchas veces sobran en la progresión de la serie, o que podrían haber estado mejor trabajados (Martha Higareda como la teniente Ortega, Dichen Lachman como la hermana de Kovacs o Ato Essandoh y Hayley Law como padre e hija).
Por otro lado la acción de la serie está muy bien lograda, con coreografías muy dinámicas y peleas bastante limpias visualmente que, acompañadas de temas musicales de gran fuerza, ya sean de rock o tirando más por lo electrónico, nos dan unas escenas muy disfrutables que amenizarán la parte más densa del desarrollo de la trama dejando así un ritmo perfecto que nos hará adentrarnos más y más en este futuro que se nos presenta.
En definitiva, Altered Carbon es una serie muy disfrutable la cual nos presenta una ambientación cyberpunk muy bien lograda que tratará desde ella problemas sociales y planteamientos filosóficos que, aunque a veces se diluyan en la trama, nos dejará una historia sólida con mucho carácter y personalidad propia.
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