ALTERED CARBON (T2): ¿Me han cambiado la serie o qué?

La primera temporada de Altered Carbon me sentó de maravilla. Un mundo cyberpunk futurista, muy parecido al de Blade Runner o Ghost in the Shell, con las premisas de que el ser humano había traspasado las barreras de la muerte a través de cambiar de cuerpo “cuando quisiesen”, esa línea que es más gruesa que una muralla dividiendo ricos y pobres con todo lo que de crítica social traía…en fin, leeros el análisis de la primera parte si queréis, pero cuando lleguéis a esta tan esperada segunda temporada de Altered Carbon es posible que sólo podáis preguntaros, ¿de verdad estamos viendo la misma serie? Porque, resumiendo, quitando la atractiva estética que nos enamoró en la primera parte, poco ha quedado de la esencia de Altered Carbon.

Se han cargado la distopía.

Y cuando digo poco, es poquísimo, ya que cambian hasta los personajes (empezando por el protagonista, interpretado ahora por Anthony Mackie), reciclando sólo un par, y totalmente secundarios. No es que eso me moleste, a veces, cuando un personaje ha dado todo lo que podía dar de sí, es mejor reciclarlo que seguir tirando de él inútilmente, pero en este caso era la combinación de estética+argumento+filosofiía+personajes los que hacían que Altered Carbon fuera tan interesante, y en este caso se han cargado tres patas de una mesa y para comer en el suelo, mejor me veo otra cosa.

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Los protagonistas de esta temporada.

Así pues, los grandes temas que la serie traía: desigualdad social, división entre clases, impacto de la tecnología y, sobre todo, la inmortalidad de la consciencia, han desaparecido para dar paso a una trama mucho más simplista basada en la venganza, algunos misterios a resolver, mucha acción y sí, la búsqueda del amor perdido, reencarnado en Quellcrist Falconer (Renée Elise Goldsberry), porque que no nos falte historia de parejita, por favor, pero esta vez edulcorada. ¿No nos huele esto a tratar de llegar al público mainstream otra vez?

Predecible y poco currado

Y si esto ya de por sí es decepcionante, no es nada comparado con la ausencia total de ritmo, diálogos interesantes, actuaciones decentes y trama bien hilada. Hay quien pudiera sentirse satisfecho con cambiar una trama con un gran planteamiento filosófico por una serie de acción en la que poco o nada hay que esforzarse por entender, pero insisto en que hemos salido perdiendo con el cambio. De alguna manera, hasta sientes que es un desperdicio emplear tantos recursos en la recreación de un universo como el de Altered Carbon al hacer una segunda temporada tan insípida.

También por ello se siente muy desaprovechada la única trama que prometía ofrecer algo parecido a lo que nos enamoró en la primera temporada y que tenía que ver con la conciencia de las IAs. Chris Conner, en su papel de la inteligencia artificial casi humana Poe, se enfrenta a situaciones que nos dejan dilemas que ya nos plantearon películas como Ex Machina, videojuegos como Detroit Become Human o series como Westworld, dejándonos con la sensación de que la serie seguiría ahondando, con la aparición nuevamente de Hayley Law como Lizzie Elliot y de Dina Shihabi como Dig 301, la nueva IA, en los temas que tanto nos gustaron en la primera temporada, pero apenas llegan a rascar la superficie.

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Ains…con lo que prometían estos dos…

Así pues, repito, esta oportunidad de seguir ahondando en una conciencia artificial cuasi-humana y en los problemas que genera, se pierde totalmente al integrar su trama dentro de la vorágine de acción facilona en la que se convierte Altered Carbon. Acción montonera y coreografías de lucha que poco tienen que ofrecer. Si la serie quería ir por esos derroteros, sin duda habría que haberle exigido más a ese apartado (¡encima!) para por lo menos entretener.

Así pues, como indicaba hace apenas unas semanas con Las escalofriantes aventuras de Sabrina, a veces es mejor dejar las series cuando las temporadas tienen algo que ofrecernos. No es que sean menos divertidas, o más densas, o su trama vaya por derroteros que no nos interesan. No, se trata de cuando esas series han perdido el norte y conviene quedarse mejor con el buen sabor de boca que nos proporcionaron las buenas temporadas. Se ha lucido Netflix esta vez.

Altered Carbon

4.5

NOTA

4.5/10

Destaca en:

  • Ambientación, sigue sumergiéndote.
  • Los dos últimos capítulos tienen sus momentos de lucidez.
  • Son “sólo” 8 capítulos.

Podría mejorar:

  • El giro radical que toma: nulo interés de la trama.
  • Personajes insustanciales, así como las actuaciones.
  • Ritmo denso
  • Coreografías de pelea cutres.

About Susana "Damarela" Rossignoli

Susana Damarela es fundadora de Generación Friki. Gran apasionada de la lectura y el cine, puede leer un libro cada día de la semana sin despeinarse. Como novelista ha publicado La Ciudad que Olvidamos (2024) y está centrada en la publicación de nuevos títulos. También le encanta el deporte, el rock, las juergas y el kalimotxo. Sus juegos favoritos son el Tetris y el Starcraft II.

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