Siempre que abordo una nueva producción de Netflix, ya sea serie o película, lo hago con una mezcla de emoción y recelo; no sólo porque la plataforma de contenido en streaming no siempre consiga dar en el clavo con las obras que avala sino que, cuando lo hace, no son pocas las ocasiones en las que lo que nos ofrece no pasa de lo mediocre, planteando ideas y conceptos que a priori pueden parecer interesantes pero que, cuando se ejecutan, se acaban quedando en poco mas que una, o más bien otra, oportunidad perdida.
Afortunadamente este no es el caso de Dark, primera “serie original de Netflix” con sello alemán que, ambientada en un pacífico pueblo construido entre poderosas montañas e intimidantes bosques, se atreve a plantearnos un intrigante thriller cargado de misterio, conspiraciones, y hasta viajes en el tiempo.
La trama arranca en el pueblo de Winden, una pacífica localidad donde “nunca pasa nada” (de esas que tanto le gustan a Stephen King) y que, adornada por la imponente figura de una para-nada-sospechosa central nuclear, será el escenario de extraños e inexplicables eventos que sacudirán el pueblo y sus habitantes hasta los cimientos.
Todo comienza cuando el joven Mikkel (Daan Lennard Liebrenz), de poco más de 10 años, desaparece sin dejar rastro tras adentrarse en el bosque, lo que perturba a la comunidad de vecinos de Winden y propicia que Ulrich (Oliver Masucci), dedicado policía y padre del desaparecido, de comienzo a una obsesiva investigación que roza lo autodestructivo con el objetivo de encontrar a su hijo y desvelar los misterios enterrados en la historia del pueblo.
Ahora bien, Ulrich no es el único personaje de la serie, y si bien gran parte del peso de la trama recae sobre el, lo cierto es que en Dark no podemos hablar de un protagonista concreto.
Digo esto porque en lugar de recurrir a un enfoque más tradicional, Dark opta por construir su historia tejiendo una compleja red de relaciones entre los diferentes personajes y familias que habitan en Winden, haciendo mucho hincapié en las interacciones entre los mismos y, lo que es mas importante, consiguiendo que el espectador se sienta tan perdido y confuso como ellos, no sabiendo nunca en quien confiar y teniendo en todo momento la sensación de que algo no acaba de cuadrar del todo.
Y es este aura de misterio precisamente, una de las razones por las que Dark puede llegar a resultar tan magnética y sugerente, algo muy importante en una serie de estas características y que, en ocasiones, recuerda a lo hecho por Lynch en la perturbadora Twin Peaks.
Porque si bien Dark coge inspiración de aquí y allá para construir su elaborada historia, consigue hacerlo sin caer en el plagio ni el homenaje desmedido, consiguiendo presentar una trama, situaciones y personajes que, sin ser revolucionarios, resultan originales y consiguen aportar mucha personalidad a la obra (y por si lo estabais pensando…no, no se parece en nada a Stranger Things).
Y a todo esto hay que añadirle una factura técnica impecable, un trabajo cinematográfico excelente y unas actuaciones a la altura de las circunstancias, lo que remata una obra con unos valores de producción intachables, adornada por una estética oscura e inquietante y que no tiene absolutamente nada que envidiar al resto del catálogo de Netflix. Por ahora tenemos una temporada de 10 capítulos, aunque sí que se ha anunciado la segunda.
Eso sí, como ya he dicho, Dark es la primera serie alemana de Netflix , y como tal, merece la pena verla en versión original, ya que es muy superior a la versión doblada y, además, es perfectamente disfrutable incluso si (como yo) no tenéis ni idea de alemán.
Ahora bien, no todo van a ser flores, y si bien estamos ante una serie que resulta muy convincente en su conjunto, y que consigue mantener el misterio hasta el final, lo cierto es que sus dos primeros capítulos pueden resultar algo lentos e insípidos y no es hasta que la obra muestra sus cartas y da rienda suelta a todo el asunto de los viajes en el tiempo cuando la cosa se pone verdaderamente interesante.
Y es que, si bien no puedo contar demasiado sin soltar algún sxpoiler (tranquilos, que no soy tan malo), la verdad es que resulta sorprendente lo bien planteado que está todo lo relacionado con el “tiempo” en Dark, desde las numerosas y sutiles pistas que la trama nos deja a cuentagotas hasta la propia historia, que no sólo se desarrolla en el presente y que nos regala algunos momentos verdaderamente memorables.
Es en estos momentos en los que Dark realmente brilla y consigue transmitir sus ideas con gran fuerza y de manera casi poética, mostrándonos a los mismos personajes tanto en el pasado como en el presente y haciéndonos reflexionar sobre nosotros mismos, las decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida y cómo el tiempo y la edad pueden socavar nuestros planes y convertirnos en individuos viejos y hastiados.
Sí, lo sé, es un mensaje algo sombrío, pero por eso mismo Dark resulta tan especial y adictiva, porque nos presenta un mundo oscuro, triste y melancólico en el que nada parece tener sentido pero en el que, de alguna forma, se oculta un tipo de belleza que sólo puede ser apreciada cuando exploramos los rincones más profundos de nuestro interior. Se trata de una belleza terrible y perturbadora, sí, pero de la que nunca podremos apartar la mirada.
Dark
Destaca en:
- Como la historia se construye en torno a las relaciones entre personajes
- El buen uso que se hace de los viajes en el tiempo y lo mucho que aportan al conjunto de la trama
- La atmósfera de "misterioso" e "inseguridad" está muy bien lograda y mantiene nuestro interés hasta el final
Podría mejorar:
- Los primeros compases de la trama pueden llegar a resultar algo lentos
Un comentario
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