Cuando James Gunn vio las capacidades interpretativas del ex luchador de WWO John Cena decidió cambiar el tono del personaje. Ya no sería un personaje simple cuya única motivación era “Mataré a todo hombre, mujer o niño para conseguir la paz”, sino un complejo ser humano (o un ser humano normal a secas) con sus traumas, un código ético más allá de su lema y que a lo largo de esta primera temporada de El pacificador (PeaceMaker, 2022) sufriría una evolución. No es tanto una historia de personaje al uso, quizás porque ya le vimos en Escuadrón Suicida 2, o porque ya le hemos conocido como un hombre hecho y derecho, con sus aptitudes físicas desarrolladas y con un bagaje detrás que ya le ha dado la fama de lo que es.
Así pues, esta nueva historia de superhéroes, antihéroes y villanos resulta tan atípica como su protagonista. Obviamente, no tanto en cuanto a su argumento, que es sobadete (formemos un grupo de inadaptados para luchar contra una amenaza mundial), como en su ejecución. Entre James Gunn y John Cena consiguen que El Pacificador, un ser al que directamente tendríamos que odiar, sea una víctima de las circunstancias, como tantos otros niños que crecieron en hogares desgraciados junto a padres a los que deberían habérseles practicado la ligadura o la vasectomía.
El contexto, aunque es cierto que comienza tras los hechos acaecidos en Escuadrón Suicida 2, no requiere de mucha más explicación. El Pacificador/Christopher Smith está ingresado en el hospital recuperándose de sus heridas y al salir le reclutan para una nueva misión: acabar con unos objetivos sin hacer preguntas. Pero este nuevo Pacificador se empieza a plantear un posicionamiento moral más allá del Bien y del Mal, y con él todos los que están a su alrededor, enriqueciendo la serie más allá de un ligero entretenimiento.
Pero de diversión estilo James Gunn estaremos servidos de todas formas. Ese toque que le caracteriza, ácido, lleno de humor negro, de escenas imposibles de acción, de planos divertidos e inusitadamente lentos, de música realmente genial… todo ello ya marca de la casa, imitando las series de acción de los ’80 y que pudimos apreciar bien en las dos películas de Guardianes de la Galaxia aquí se vuelve a repetir.
Lo curioso de esta serie es que, concibiéndose originalmente para dar algo más de trasfondo a alguno de los personajes de la película previa, para de alguna manera divertirnos algo más con el lado más gamberro de DC, ha acabado resultando una serie que trata los problemas de la sociedad de manera más profunda y a niveles más incómodos, actuales y complicados de resolver. Para este último punto era importante que el personaje de El Pacificador, aun en su simpleza, pudiera aportar duda. Obviamente, no llega al nivel de los grandes villanos de Batman, pero también es cierto que es complicado establecer quién es el antagonista en una serie como El Pacificador en la que das a conocer el universo del protagonista y algo de la de los secundarios, pero no hay un sólo villano. Y encima el protagonista es bastante idiota hasta llegar a calificársele de psicópata.
De la misma forma que con Escuadrón Suicida nos quedamos con ganas de saber más del redneck-Pacificador, ahora nos quedamos con ganas de saber más de Vigilante (Freddie Stroma) o de Judomaster (Nhut Le). No obstante, tenemos prácticamente confirmada segunda temporada así que todos esos temas tan trascendentales, así como el origen o destino del resto de personajes (Danielle Brooks, Jennifer Holland, Chukwudi Iwuji…) posiblemente se amplíen a base de más capítulos de genialidad.
Supongo que no puedo pasar esta crítica sin hablar de la relación tan tóxica como compleja que mantienen Chris y su padre. Siendo esta una comedia de humor negro inevitablemente hay que rebajar el nivel de humor con algo de tragedia y os aseguro que la que os espera es de las buenas. Robert Patrick hace un papel tan estupendo que comienzas a plantearte nuevamente problemáticas sociales que ya creíamos superadas.
Una temporada, ocho capítulos que saben a poco, un opening que te engancha (al fucking maravilloso estilo de un videoclip de los ’80) y que eres incapaz de pasar y la mascota más útil de todo el universo DC. Puede que PeaceMaker no sea un superhéroe, pero, ¿quién necesita poderes teniendo un águila como mejor amiga?
El Pacificador
Destaca en:
- No pierde nunca el ritmo.
- El elenco disfuncional se complementa a la perfección.
- Consiguen que no sea simplemente una serie de superhéroes contra villanos.
- Debería de ponerlo como algo negativo, pero realmente que sea de clasificación R me parece estupendo.
- Tremendo humor negro.
Podría mejorar:
- El late motiv de los antagonistas se descubre demasiado tarde como para sacarle partido.
- 8 capítulos no son suficientes para profundizar de la manera en que lo hizo The Boys, que iba de un palo semejante.
Un comentario
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